'Matar a un conejo', o cómo patear el pedestal donde yace la poesía
La escritora Andrea Rojas publicó su primer poemario. La animalidad y el humor son ejes de este libro experimental.
“Te dieron un conejo.
Te dejaron amarlo
sin haberte explicado
que es inútil amar
a lo que te ignora”.
Este poema breve de la afamada escritora Ida Vitale es el punto de partida de ‘Matar a un conejo’, el impactante primer libro de la poeta lojana Andrea Rojas Vásquez.
La autora obtuvo las primeras menciones en 2019 y 2020 del certamen poético del Festival Internacional de Poesía Ileana Espinel, y desde entonces se propuso a unir su corpus de textos en una sola obra.
Curiosamente, uno de los primeros textos líricos de la obra, publicada por el sello El Quirófano le grita al lector en mayúsculas lo siguiente: “NO ES SAGRADO EL LENGUAJE”. Y sin duda ese concepto permea el libro.
Cinco libros de 2020 que debes leer
Leer más“Amo experimentar con el lenguaje, encontrar nuevas formas de decir las cosas. Creo que este libro es una conjugación de lo lúdico y del juego”, reflexionó la autora.
Y aunque dice no creer que rompe con los cánones que rigen la poesía, acepta que a la obra sí fue un intento de dialogar con esa tradición.
“Si en los últimos años he notado algo, es que en la poesía que escribimos hay una fuerte presencia del dolor, pero de la que se lleva con cierta solemnidad. Creo que eso es legítimo, pero siento que me ahoga. Mis textos son una especie de diálogo con esa tradición y con mi propia tristeza, pero contada desde la ironía”, dijo.
Es así que el libro, dividido en cinco partes, respondiendo cada una a la fragmentación de los versos de Vitale, juega con la prosa poética, con el dibujo y con los cambios de tipografía.
“Querido conejo, escribir es como abrazar todo el cuerpo”, señala en uno de los versos.
A través del libro también cursa la nostalgia y la ausencia, narrada desde lo brutal de la animalidad.
Pese a ello, el humor es también un hilo conductor del poemario y que, pese a ser inintencional, como explica Rojas, logra mantener al lector al borde de las carcajadas.
“Varias personas me han hablado de la presencia del humor en mi poemas, y me sorprende porque no fue algo que busqué. Quizás es la cultura de los memes”, señaló risueña. Pero agregó que el humor también responde a un intento de “reírme de mis propias tragedias y no padecerlos”.
Uno de los textos más fuertes de ‘Matar a un conejo’ es una carta escrita, supuestamente a un gato, que puede ser a la vez a una amiga o a un amor, y que fue escrito en el transcurso de la pandemia.
'Mis historias urbanas', o el gustillo de leer sobre el drama ajeno
Leer más“Antes del encierro escribí en algún papelito intangible que no temía mi propia muerte, sino vivir la muerte de los otros. Los otros son nuestra verdad constitutiva y nos tejen desde adentro”, dice el texto.
Rojas indicó que no hubo una intención de ahondar en lo acontecido durante los primeros meses de la emergencia sanitaria, y que muchos de los textos que conforman la obra habían sido escritos previamente. “No era mi intención, pero finalmente terminó siendo un libro ‘pandémico’ porque salió en esta época”.
A la hora de elegir una posible banda sonora, la autora, que al momento trabaja en un próximo poemario, comentó que elegiría cumbias. “Música con letras triste pero un ritmo alegre creo que le iría muy bien”, agregó.
Y para dejarlos con una sonrisa y un interés por acceder a esta novedosa obra, adjuntamos este breve poema:
“No soy un guagua avispado
soy un mote sucio
sonrisa de chanco hornado
soy un mote pillo y no he robado bancos
Mis pistolas no hacen BANG
sino Piug
piug
piug”.