Un pesebre gigante se recrea con la cosmovisión indígena
La instalación se compone de 3.400 piezas y está en una iglesia de Cuenca La gestora es una socióloga que asumió la costumbre que inició su abuela
La imagen de la Virgen María con el Niño Jesús en sus brazos, vistiendo el traje típico de la chola cuencana junto a San José, también con traje del hombre de la ruralidad azuaya, de unos 30 centímetros, resplandece en lo alto de un pesebre, con arreglos navideños que se exponen en el Museo de Arte Religioso de la Catedral Vieja, capilla Coronel de Mora, en Cuenca.
Un ceramista con oficio de artista
Leer másJunto a las figuras religiosas están algo más de 3.400 efigies, de no más de 15 centímetros de alto, que representan a los personajes de las fiestas de los pueblos andinos de Ecuador. Están elaboradas en mazapán, madera, yeso, paja toquilla, papel y otros elementos ancestrales, distribuidos en distintos espacios que constituyen este nacimiento gigante, el que algunos consideran el más grande de Cuenca.
Hay una persona detrás de este arreglo monumental. Se trata de Martha Coronel. Es de la tercera generación que mantiene dentro de la familia la tradición que en algún momento comenzó con su abuela materna.
Ahora ella se encarga de preparar el establo como parte de los arreglos navideños. La mujer tiene título profesional de socióloga. No es artista, mucho menos diseñadora, simplemente hace los arreglos por habilidad, ingenio y costumbre.
Algunas de las piezas son herencia de su abuela; otras las ha elaborado ella y artesanos de la localidad; unas pocas fueron adquiridas en los locales de expendio de artículos para arreglos navideños, anota Martha.
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Leer másLa composición del pesebre arreglado por Coronel se destaca no solo por la figuras religiosas propias de la Navidad, sino por los detalles que muestran cada una de las efigies que recrean las fiestas propias de la ruralidad, dentro de la cosmovisión de cada cultura de la región andina, como el Pase del Niño Viajero con los carros alegóricos, las cholas, los creyentes, los sacerdotes, los músicos, los bailarines, juegos pirotécnicos y otros.
Están también el Diablo Huma, la fiesta de los saraguros y de los otavaleños, y la Mama Negra, el Corpus Christy. Es decir, la vida misma de los pueblos ecuatorianos, precisa.
Se complementa con figuras de iglesias, mercados, parques y sitios que manifiestan el vivir en la ruralidad.
“Disfruto del folclor de nuestro país. Me gustan las fiestas de los pueblos. Además, quiero mostrar lo que se hace o se hacía en varias partes del Ecuador. Recordar nuestra cultura con mi pesebre”, expresa Martha, quien lleva, luego de su abuelo, doce años arreglando el pesebre.
Es la primera vez que este arreglo navideño es expuesto en un espacio público como la Catedral Vieja, situada en el casco histórico de Cuenca.
Hasta 2021, esta mujer desocupaba la sala y una gran parte del comedor de su casa para colocar las figuras y dar forma al nacimiento de Jesús.
Así sucedió hasta este año, cuando por pedido de monseñor Marcos Pérez se decidió armar un pesebre en la capilla Coronel de Mora. Fue entonces que el Departamento de Turismo de la Arquidiócesis de Cuenca encontró a Martha.
El pesebre está acompañado de tres pinturas que muestran un amanecer, un atardecer y un anochecer. Las obras fueron creadas por los artistas cuencanos Holguer Zabala, Gabriel Méndez y Efraín Lucero.