En un presente transtemporal, María José Argenzio está de visita por la calle Panamá
Casa del Barrio acoge en estos días las obras de la artista guayaquileña
El sector la llena. Así lo reconoce la artista María José Argenzio. “Es uno de los sitios que más me fascinan de esta ciudad”, alega. Y es precisamente en esa parte de la urbe porteña donde ha instalado aquel experimento deconstructivo denominado ‘Presentes transtemporales’, y que reúne 14 de sus obras, una especie de síntesis de su catarsis creativa, que ha logrado sustentar entre el 2013 y el 2019.
El lugar donde se ha citado con el presente de Guayaquil se llama Casa del Barrio, nació recientemente como una alternativa para las artes plásticas.
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Leer másEstá justamente al inicio de la calle Panamá (intersección con la Juan Montalvo), tan llena en estos días de terrazas y locales con una amplia oferta gastronómica.
“Giuliana Vargas es una guayaquileña que está apostando por el centro de la ciudad y lo hace con el único espacio particular de arte contemporáneo en el centro. Es un honor estar aquí”, dice la artista.
De vuelta a la muestra, está compuesta por una serie de piezas artísticas. Desde instalaciones hasta esculturas. Partiendo del hecho de que no fueron creadas como un todo, pues surgieron a partir de investigaciones varias que se fueron gestando en el tiempo, con el 2013, como fase de inicio, tienen de por sí un hilo conductor: el cuestionamiento de la creadora a las estructuras de poder, inmersas en las relaciones de género, clase y etnicidad actuales.
Tras el recorrido por los diferentes espacios de Casa del Barrio, la propuesta creativa de Argenzio deja en evidencia su planteamiento confrontacional. En su arte, habla de fricciones, tensiones y pervivencias de múltiples pasados, “tanto reales como ficticios, que se han ido adaptando a las estructuras socioculturales poscoloniales”, tal como se lo sustenta en la presentación de la muestra.
Testimonios del inconsciente
Leer másAlgo que también sustenta Susan Rocha, quien ha estado a cargo de la curaduría de la exhibición: “El pasado es usado por Argenzio como una forma de resistencia frente a las prácticas hegemónicas, como un síntoma que permite diagnosticar con la naturalización de formas patriarcales, clasistas y racializadas de ser y estar en el mundo”, según el alegato de Susana Rocha, la curadora de la muestra.
La misma Casa del Barrio detalla los atributos de la muestra. En obras como ‘Banderines’, ‘Genealogía’, ‘More Nobilium’, dice, la artista “interpela la configuración de una identidad desde la búsqueda de títulos aristocráticos”. Mientras que en ‘Chiquita’ el oro se convierte en un material ostentoso que cubre las superficies de otros materiales y “permite realizar una lectura polisémica a considerar que el banano es un símbolo de la economía nacional, de la masculinidad y de un modelo económico de corte extractivista”.
En recorridos con la artista
La muestra estará abierta hasta el 19 de este mes. Además de la exhibición, la artista y Casa del Barrio programaron varias actividades paralelas. La primera se cumplió a inicios de la muestra: una IG Live con conversaciones entre la artista y la curadora. Otras dos son las visitas guiadas por la misma María José Argenzio. Una de ellas será este jueves.