El sutil susurro del horror

Una niña silenciosa cría polillas bajo su cama. Una adolescente embelesada con su bebé intenta protegerlo del paso del tiempo. Una mujer ve sus secretos reflejados en los ojos de una araña centenaria.

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En ‘El impulso femenino de saltar por las ventanas’, la memoria, la maternidad y la infancia conviven con el horror.

El primer libro de la periodista y escritora quiteña Abril Altamirano es uno de los grandes lanzamientos de la Feria Internacional del Libro de Quito, un hallazgo necesario en medio de la vorágine de polémicas, crítica y cuestionamientos (justificados e imaginarios) que marcaron la “fiesta del libro”.

En la obra, la sutileza da pie a un ambiente de espanto, inducido por una impredecible cadena de imágenes que pasan de la ternura a la violencia, dejando al lector anonadado.

Y es que en los relatos de Altamirano, una madre sacrificada y amorosa se puede transformar en asesina, y un abuelo cariñoso puede convertirse en un temible depredador sin previo aviso.

Para la autora, el proceso de concretar la obra fue un largo camino que empezó en las aulas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.

“Me acerqué al género en un taller de cuento que nos dio Mercedes Mafla y quedé fascinada. Luego hice mi tesis de licenciatura sobre los cuentos de Horacio Quiroga. El cuento capturó mi atención, y mi escritura se fue volcando hacia allá, pero es algo que hacía por hobby, en mi tiempo libre”, señala.

Agrega que nunca tuvo la intención de escribir un libro y que su escritura continuó como una actividad solitaria hasta que en 2020 aplicó a la beca Mary Wollstonecraft de la Horror Writers Association de Estados Unidos, y ganó.

“Tenía un primer borrador del cuento ‘Eclosión’, con el que decidí participar, sin esperar nada. Fue una linda sorpresa ganar, sobre todo porque recibí un estipendio que me permitía acceder a talleres donde podía fortalecer la escritura, y yo opté por un taller de cuento en la Escuela de Escritores de Madrid”, recuerda Altamirano.

Ahí la joven autora estudió bajo la tutela de la premiada autora cuencana Natalia García Freire, con quien pudo trabajar las primeras versiones de los relatos que aparecen en este libro.

Dos años más tarde, en 2022, participó en la convocatoria de la colección ‘Región’, de la editorial La Caída y ganó en la categoría cuento.

“Fue súper grato ganar porque era una convocatoria internacional en la que participaron muchos autores jóvenes”, dice.

El proceso de edición tomó otros dos años, y para ello la autora se dedicó a reeditar, acortar o eliminar sus textos.

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‘El impulso femenino de saltar por las ventanas’ está dividido en tres partes, y separado por temas que hacen ahondar en la memoria, los insectos y animales y la infancia. Casi todos los cuentos están protagonizados por mujeres.

“He aprendido a reconocer mis propias temáticas dentro de mi escritura, porque no planifico. Cuando escribo, tomo como punto de partida un detonante, una imagen, algún hecho, un sueño. Siento que hay cuentos que surgen de mis propios temores. Los tomo como una forma de enfrentarlos, y los convierto en algo que a mí me parece estético”, indica.

Como parte de su proyecto final de la maestría de Investigación Literaria que cursa en la Universidad Andina, alista un nuevo libro, una obra de relatos que aborda el miedo y la música. “El horror es sin duda el género con el que más me identifico”, dice.

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