Dalia y el libro rojo, una animación hecha en Ecuador
El filme, que se estrena en noviembre, es la primera película animada independiente producida en el país
En 2019, poco antes del confinamiento por la pandemia de COVID 19, el director y guionista argentino David Bisbano tuvo una idea: hacer un filme que incentivara la lectura. La idea, explica, era que la historia atrajera a los niños y que hablara de la lectura de una manera divertida, que facilitara la conexión con el público.
Así nació Dalia, una niña de doce años, hija de un escritor que ha muerto recientemente sin terminar su última novela. Ella será la encargada de terminar ese libro. Para poder hacerlo, se convierte en parte de la historia, trabajando junto a algunos personajes y luchando contra otros. El filme, titulado Dalia y el libro rojo, se estrena a nivel regional en noviembre, y cuenta con una particularidad: fue coproducida por Buena Vista Internacional (Disney) y por estudios de seis países, entre ellos, Ecuador.
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Leer másMatte, productora audiovisual nacional con más de 19 años en el mercado, fue la encargada de llevar a escena la obra de animación, la primera de su tipo en realizarse en el país.
Juan Fernando Terán y Andrés Aguilar, socios de la empresa, señalan que la labor tomó varios años. “La animación es un trabajo que, por su cantidad de detalles, avanza muy despacio. Hay que hacer el diseño de personajes, el diseño de escenarios, y hay que definir hasta lo más pequeño; cómo se mueve la ropa, cómo se mueve el pelo”, explica Aguilar.
En lo que concuerdan, no obstante, es que esta labor es una que, pese a su nivel de dificultad, ha valido la pena. “Es una inspiración para todos los ecuatorianos, recordándonos que podemos trascender y lograr grandes cosas”, agrega Terán.
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Apostar por los detalles
Para David Bisbano, la idea de construir esta historia, partió de cuestionarse qué pasa con los proyectos que no terminan. “Es una buena pregunta: ¿Qué pasa con los personajes que uno deja, con las historias que quedan sin terminar y nunca nadie las lee? ¿Qué pasa con esos personajes que quedan abandonados? Partiendo de ahí, supe de qué iba a hablar la película: Dalia va a ser una escritora que va a aprender a escribir con la ayuda de personajes. Quise hablar de la creación de las historias, de para quién hay que escribir. Dalia escribe para darle vida a sus personajes”, señala en una entrevista.
No obstante, asegura que al inicio no tenía muy claro cómo iba a llevar esta historia a la pantalla. “Yo no soy un director 3D, yo cuento historias, no me importa la técnica. Si lo hago con un celular o con una 35 milímetros, para mí es lo mismo, mientras la historia se cuente”, dice.
Sin embargo, ya con los grupos de producción en marcha, entre esos Terán y Aguilar, a quienes conoció en Perú, se definieron dos propuestas para desarrollar a cabo el filme: la animación CGI para los personajes y las maquetas del stop motion.
“Fue un proyecto muy bonito, porque todos los escenarios se crearon. Hay unos muy grandes que se hicieron para primeros planos y otros muy chiquitos que se crearon para los planos generales. Estos se escanearon y se llevaron a 3D. Luego se hizo la iluminación y, finalmente, acá en Matte, combinamos las distintas capas del proyecto en una sola imagen para que no haya separación entre lo que se hizo maqueta y lo que se hizo en 3D”, explica Aguilar.
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Leer másAunque suena sencillo, ambos ejecutivos afirman que es una de las propuestas más ambiciosas en la que han trabajado.
“El volumen fue un verdadero desafío. Ya no teníamos veinte shots, sino 1.500 shots, fue algo nuevo para nosotros”, agrega Terán.
Sin espacio para cometer errores
Un curioso detalle que explican ambos profesionales es que en la animación, a diferencia del proceso tradicional de filmación, no hay espacio para cambios, errores o brotes de inspiración.
“En la animación, no se te puede ocurrir una idea maravillosa y decides cambiar una escena. Como es tan caro y tan complejo, editamos al inicio, a través de un proceso de bocetos y storyboards en los que se dibuja la historia y las escenas, para luego darles una cronología. Esto es lo que se edita y se cambia, pero una vez que está aprobado, ya esta”, indica Aguilar.
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Este proceso de dibujo también contó con una suerte de escenografía basada en la realidad y en ciudades como Buenos Aires. Así lo señala el director del filme.
“Mi idea inicial era que Dalia recorriera desde la Torre de los Ingleses, hasta La Boca. Se pueden reconocer algunos lugares. Pensando en ese camino, se me ocurrió que me gustaría que la ciudad no sea plana, sino vertical y que cada calle sea una estantería y que cada edificio sea un libro... Tiene partes de Perú, de Ecuador, de Lisboa”, comenta.
Para los ejecutivos de Matte, además de ser productores, también se encarga de la distribución en los cines del país. “Ha sido una experiencia súper nueva y una en la que sin duda volveríamos a participar”, dicen.
Por lo pronto, además del lanzamiento del filme, ellos han estado ofreciendo charlas en colegios para mostrar a los estudiantes el making of de un filme de animación.
El filme se estrena el 7 de noviembre a nivel nacional.
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