Debra Winger, 'la niña malcriada de Hollywood', llegó a la tercera edad
Quien fuera una estrella promisoria a inicios de la década de 80, hoy reniega de la industria y de aquellas actrices que se aferran a la juventud.
Los primeros recuerdos que se vienen de Debra Winger para la generación X, es la de la prima con poderes de Lynda Carter en La mujer maravilla. Era 1976 y la serie era un rotundo éxito en todo el mundo. Pero sin duda fue el cine el que le abrió las puertas a la internacionalización. Es así que a inicios de los 80, la inolvidable intérprete de Tierras de penumbra (1993), quien acaba de cumplir 65 años, se convirtió en una gran estrella gracias a filmes como Vaquero de la ciudad (1980), Reto al destino (1982), La fuerza del cariño (1983), por la que fue nominada al Óscar y perdió ante Shirley MacLaine, con quien compartió créditos en el laureado filme, pero que no estuvo exento de controversia por la relación entre ambas que no fue nada buena.
Su talento fue opacado por su difícil carácter. Nunca tuvo fama de buena compañera, se llevaba mal con todos en el plató. Desde actores y directores hasta guionistas se quejaban de ella, quien mostraba inconformidad por cualquier cosa al momento de rodar, algo que la obligó a un pronto retiro del que hoy, a sus 65 años, no se arrepiente
Desde que se alejó del cine comercial en 1995, al que siempre ha criticado por su contenido, sus apariciones en la pantalla grande han sido esporádicas. Se ha inclinado más a producciones independientes que no han sido nada taquilleras, pero a ella no le importa.
Se niega también a las cirugías estéticas y aferrarse a la juventud cuando ya se tiene más de 60. “La gente sigue haciéndome preguntas como si yo fuera Yoda, como si tuviera las claves sobre la madurez femenina en esta industria. Pero no tengo las respuestas”, dijo a una revista en 2010 y luego añadió "Mi único consejo es que si les preocupa envejecer, tengan menos espejos en casa”.