El Dios del árbol, una novela por donde transitan la oscuridad y el amor
La novela del psicoanalista y catedrático David Aguirre Panta obtuvo mención de honor en el premio Joaquín Gallegos Lara
En 2020, poco después de que se levantara el confinamiento, el psicoanalista y docente David Aguirre Panta caminaba por el centro del Puerto Principal cuando vio a dos habitantes de calle expresando cariño mutuo. El uno en silla de ruedas, el otro empujándolo; un acto de contrición liderado por el amor.
“Me pareció interesante, porque desde nuestros prejuicios, asumimos que el amor debe ser completamente purificado y purificante y que solo quienes tienen privilegios básicos, como una vivienda, tienen derecho al amor o al sexo”, dice.
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Leer másAl año siguiente, en 2021, mientras pasaba por una época a la que describe como de “furias internas”, esa imagen resurgió de sus recuerdos junto a las de una serie de sueños suscitados por una relectura de un texto de Freud, y lo llevaron a la escritura.
“Fue como un rapto eufórico, maniático, en que tenía que escribir muchísimo, y en tan solo tres semanas surgió la novela”, dice. La obra, ‘El Dios del árbol’ se publicó este año bajo el sello La Caída y recientemente obtuvo una mención de honor en el premio Joaquín Gallegos Lara de novela.
La obra sigue a un protagonista anónimo y excéntrico, profundamente enamorado de F., un hombre que puede cambiar de apariencia a conveniencia, y con quien habita la ciudad, hasta que se ve forzado a volver al hogar de la infancia.
Ahí este recorre su pasado, pasando de la infancia hasta la madurez, con la intención de encontrar respuestas a los temores y a la desolación que ahí vivió de la mano de su abuela, una mujer cínica y represiva que lo crió honrando a una entidad oscura conocida como ‘el Dios del árbol’, y cuya presencia perenne residía en la casa.
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“La casa es una metáfora de lo que uno es. En la casa hay violencias, hay amores, hay pasiones, hay destrucción, hay furia. Es el primer lugar donde existen los amores y las violencias...A la hora de escribir quería metaforizar estos aspectos que tienen que ver con el lugar que se habita y que se inhabilita porque también se puede volver un sitio de oscuridad”, explica el autor.
Escribir como crítica social
La obra está escrita a manera de una memoria fragmentada en la que lo fantástico y lo salvaje sirven para visibilizar las contradicciones sociales y dar voz a quienes son desplazados de los espacios capitalizantes, patriarcales y blanqueados.
“Escribir también es hacer una critica social y tomar una postura política en relación a qué es la belleza y cómo se concibe el ‘derecho’ a ella y al amor...Es una contraescritura”, asegura.
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Leer másA raíz de ‘El Dios del árbol’, Aguirre señala que continuará indagando en las técnicas de contraescritura que se contraponen al canon, situación que se ha intensificado tras los resultados del Joaquín Gallegos Lara.
“Escribir bien también es una farsa. No tiene que ver solo con la gramática, o la entonación o la sintaxis. Sin embargo, ganar la mención de honor sí me ha hecho cuestionarme hacia dónde quiero ir con ella”, indica.
Su próxima novela, añade, ya está lista.
¿Quién es David Aguirre Panta?
Nació en 1986. Es Doctor en Psicología, docente y psicoanalista. Escribe sobre los procesos de des-subjetivación del yo y la fascinación de la oscuridad. Ha publicado textos académicos. En 2022 fue ganador del premio ‘Región’ organizado por editorial La Caída. Esta es su primera novela.
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