Doble vía, una muestra donde lo formal y lo urbano se unen

“Soy un artista urbano que lleva 10 años pintando en las calles. Soy pintor por convicción, ilustrador por vocación y diseñador por oficio”, señala el artista quiteño Jorge Ruiz, cuando se describe.

Tras una década dedicada al arte urbano, su obra se presenta en un escenario más formal, el de la galería de la Alianza Francesa de Quito, dentro de la muestra Doble Vía, donde sus obras conviven y dialogan con las de la artista machaleña Pamela Pinto.

La exposición se inauguró la semana pasada en el espacio cultural, ante una sala llena. Sabrina Ferchaud, directora cultural de la entidad, se refirió a la exposición como una muestra que “busca ampliar el enfoque de creación y reflexión de las prácticas urbanas desde una mirada contemporánea”.

Esta se divide en dos salsas. Ecos Urbanos, recoge quince años de labor artístico de Ruiz y cuenta con piezas de ilustración, graffitti, dibujo e instalación.

“Mi obra invade espacios a través de lenguajes pictóricos, reflexivos o emotivos; que encuentra en el graffiti la forma de ser transcrita. Los muros y los lienzos sirven de soportes, así como de detonantes críticos sobre la influencia de las instituciones en el desarrollo social. Busco en la autoreflexión la forma de repensar la práctica y gestionar un accionar contestatario que despliegue más perspectivas sobre los sistemas”, señala el artista.

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Este agrega que la creación, más que una pulsión ineludible, es una forma de recoger y repensar el mundo que nos rodea.

“La pintura es la herramienta de diálogo con la que puedo contar, reflexionar y actuar. Retrato lo que vivo, con quién vivo y cómo vivo, a manera de tributo a las experiencias que se construyen desde la interacción. El control está instaurado sutilmente en el diario vivir, casi imperceptible en muchos casos. La exploración de estas es la fuente de mi producción artística”, asegura.

En Ecos Urbanos, los dibujos y murales no solo existen a través de piezas tangibles, sino que ofrecen un homenaje al carácter efímero del arte urbano y a su perenne uso como una medida de crítica social y política.

Una de las instalaciones de la exposición cuenta con una reja de la que cuelgan las libretas de dibujo del artista. En ella, los visitantes pueden observar sus bocetos, que responden a piezas que hoy ya no existen en los muros de la capital, pero que desde el dibujo, permanece su esencia y su evolución.

Retratar lo que conmueve

En la segunda sala de Doble Vía, se encuentra Curso Natural de Pamela Pinto. Esta, artista visual y diseñadora gráfica, ofrece una serie de piezas surrealistas, en las que priman los collages digitales y la realidad aumentada.

“Para mí, el arte tiene un nivel de intimidad que va más allá de lo visual, es algo que conmociona el alma y alimenta la imaginación”, dice.

En su puesta en escena, la artista decide experimentar, a través de sus composiciones y piezas gráficas imponentes, con obras en gran tamaño que evocan sentimientos de redención para así expresar lo indescifrable con palabras; un mundo penetrante con el que ama llegar y conmover a las personas, donde habla sobre la feminidad y los derechos universales de personas y animales.

“Mi inspiración viene de lo cotidiano – personas, animales, naturaleza, amor, alegría, tristeza, momentos, sensaciones. Los animales y la naturaleza, son un tema recurrente en mi trabajo. Me preocupa su situación, nos olvidamos que su existencia es crucial para nuestra supervivencia”, comenta.

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Un encuentro con las obras

Si bien la exposición se puede visitar de lunes a sábado a partir de las 09:00, una serie de actividades también se han propuesto para que el público interactúe con los artistas. La primera visita guiada se llevó a cabo el sábado, y contó con una veintena de visitantes que llegaron para recorrer el espacio junto a los creadores.

“Es interesante ver las respuestas que tiene la gente a tus obras, porque a veces hallan significados que tu no imaginaste, y se conectan de una manera que es maravillosa”, señala Pinto.

La muestra estará abierta al público hasta el 26 de octubre. El ingreso es libre. 

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