Elías Grünberg: “El guayaco sabe lo que quiere a la hora de comer”
La tradición y la innovación se juntan para encantar en su restaurante Reina Alba, que guarda un ambiente de tienda de barrio
La sensación de ingresar a la tienda del barrio es una de las primeras experiencias que se sienten en el restaurante Reina Alba.
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Leer másEn ese lugar, en cuya decoración predominada por cuadros que enmarcan publicidad vintage, una TV de perilla y un teléfono con disco para marcar, Elías Grünberg (30), uno de sus propietarios, da la bienvenida al staff de EXPRESIONES.
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Entre tanto, en la cocina, los productos se cuecen en manos de quienes ponen su talento para deleitar el paladar de los primeros comensales, a esos que les gusta ir a primeras horas de la mañana. Elías ya había emprendido en productos alimenticios. Ahora nos adentra en la historia de este negocio que va sonando cada vez más en las redes sociales.
“La idea desde un principio ha sido que sea como ese lugar donde te encuentras con tus vecinos o la gente que vive en tu mismo sector”, explica sobre la calidez que transmite esta marisquería y restaurante que resulta como un plan para desayunar y para el ‘after office’.
Empezó en 2021, primero en el corazón de Urdesa, la Víctor Emilio Estrada. Luego migró a Buena Vista Plaza, en Samborondón. A sus ganas de emprender se sumaron las de otros guayaquileños, Juan Carlos Cassinelli, y Marlon Sánchez.
“Siempre me ha gustado trabajar en equipo con gente que pueda sumar con su experiencia”, explica. Si bien su fuerte es la parte operativa, el de Juan Carlos es la comunicación, mientras que el de Marlon son las finanzas. Con sus conocimientos bien definidos, estos tres amigos hicieron match para hacer realidad sus planes.
La ricura de lo local
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Leer másMientras fluye la producción de fotos, el personal sigue en actividad desde la cocina y el salón. “Hemos generados seis plazas de trabajo”, cuenta. Ellos son los responsables de ponerle la sazón a los clásicos platos ecuatorianos, así como a los creados por Reina Alba.
“Uno de los objetivos era modificar los platos que ya existen, por ejemplo los pasteles de carne o de pollo, los transformamos en pasteles de mariscos” explica.
Se puede degustar también los platos típicos como ceviches (manaba, criollo, cholo y peruano), filete de pescado con arroz, patacón y ensalada, y los infaltables cazuelas, bollos y corviches. Eso sí, cada uno con un nombre particular. Ahí está Tres Hijos, por ejemplo, que incluye reventado de mariscos, arroz chaufa y ceviche.
Elías sostiene que, desde la pandemia, el cliente guayaco tiende a ser más exigente y directo en lo que quiere. Por eso priorizan mucho el control de calidad de sus mariscos y vegetales. Mercados de Anconcito y Puerto Cayo son los puertos de dónde vienen la mayoría de sus productos. El Dorado, Trompeta, Pulpo, Conchas y cangrejos son parte de estos.
Con el toque 'sambo'
Mantener un restaurante en medio de la pandemia de la Covid-19, los posteriores rebrotes, los estados de excepción, toques de queda y, recientemente, los apagones no ha sido un camino fácil de recorrer.
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Leer más“Ante situaciones externas, los emprendedores no pueden dejar el negocio andando como se podía hacer antes de la pandemia. En nuestro caso, la clave para mantenerlo ha sido analizar la visión de los clientes, es decir lo que le funciona a ellos, más que los gustos propios como dueños”, sostiene.
Cambios hubo algunos. Como dejar Urdesa para trasladarse a Samborondón. “Necesitábamos ofrecer un espacio más seguro, que tenga guardianía, más opción de parqueo y con generador eléctrico ante posibles apagones como los que se dieron este año”.
La decoración también cambió. El toque inicial era más ‘urdesino’. Actualmente tiene que ver más con mapas de lotizaciones, sombreros de paja toquilla, pero sin dejar los detalles de tienda de barrio y elementos vintage que apelan a la nostalgia.
“Nuestro objetivo es que el guayaco retome la costumbre de irse de ‘after office’ y recupere la confianza de ir a los lugares nocturnos para pegarse unos tragos o comer algo”, anhela.
'Cocinando' el emprendimiento
Lo que probaron y corrigieron: “Empezamos con un menú extenso, pero no funcionó del todo. Así que poco a poco nos fuimos quedando con los platos que pegaron.
Qué valoran del cliente local: “El guayaco sabe a lo que va, quiere encontrar ese plato que le gusta, que lo llena y pueda recomendarle a sus amigos”.
Cómo conquistar el paladar extranjero: Google es una buena herramienta para llegar a ese tipo de clientes. Ellos, por ejemplo, suelen hacer búsquedas precisas en internet y de inmediato les salen las opciones de restaurantes. Por eso hay que esmerarse en tener buena puntuación para que, en base a eso, elijan dónde ir y disfruten del producto local.
La clave para emprender entre amigos: Definir las responsabilidades y presentarlas de forma ordenada y clara. En nuestro caso, cada semana nos reunimos, así sea por Zoom, para revisar todo y, si es necesario, hacer ajustes.
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