'Enséñame a disparar, mi amor', una oscura comedia sobre la sororidad
La obra se estrenó en el teatro de la Asociación Humboldt de Quito y se presentará en otros teatros de la capital y el resto del país
Claudia entra al vestidor del club fuera de sí. Al borde del colapso, lanza un zapato contra la pared. Lleva cinco partidos sin meter un gol y su racha perdedora está a punto de costarle al equipo el descenso.
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Leer másEse no es el mayor de sus problemas, pues mientras lucha en la cancha, su vida en el exterior se desmorona. No encuentra trabajo, está a punto de ser desalojada y no sabe cómo o cuando ella y su hijo volverán a comer.
Sin embargo, tal como en un cuento de hadas, aparece un hada madrina para salvarla, pero es el hada menos carismática del mundo: Felicia, capitana del club y parienta lejana del papá del pequeño.
Así empieza 'Enséñame a disparar, mi amor', comedia dramática del ilustrador y dramaturgo Fabián Patinho, que abrió su primera temporada en el teatro de la Asociación Humboldt de la capital.
La obra, explica, surgió durante el confinamiento, y se aleja totalmente de su trabajo previo. “Hasta a mí me sorprendió. Yo siempre digo que mis obras son comedias, aunque nadie me crea, pero esta es genuinamente una comedia. Es mi obra menos áspera, menos oscura, menos hermética. Tiene aire, tiene luces, sopla el viento. No diría que es una obra luminosa, pero sin duda tiene luz”, dice.
Antonella Moreno y Mara Serrano dan vida a estas dos mujeres, tan opuestas entre sí que una amistad como la suya solo podría forjarse en un campo de fútbol. Y es que mientras Claudia es frágil y nerviosa, Felicia es fuerte y decidida. Sin embargo, mientras el tiempo avanza, ambas sostienen una relación imperfecta en la que la convivencia, la maternidad y las vicisitudes de la vida adulta se vuelven el eje central, un eje que será resuelto a punta de pistola.
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Leer másPara Moreno, convertirse en la pragmática Felicia fue el principal reto. Señala que la mayoría de los personajes a los que ha dado vida en el pasado son diametralmente opuestos a este. “Siempre me ponen personajes que van mucho con la típica chica simpática y alta. Yo soy muy alegre y muy extrovertida, pero este personaje, además de atípico, es todo lo contrario. Fue interesante explorar esa personalidad callada y pesimista de Felicia y no juzgarla, sino tratar de entenderla”.
Para Serrano, en cambio, interpretar a Claudia le permitió explorar sus vulnerabilidades. “Fue un reto, Claudia es muy temerosa, y ella existe y trabaja desde el miedo. No se parece en nada a mí y realmente tuve que meterme en su piel para que fuera verosímil”, afirma.
- UNA ACCIDENTADA PUESTA EN ESCENA
Patinho señala que la obra fue un pedido de una amiga que se encontraba en México y que la idea era que se adaptara al formato microteatral. Sin embargo, debido a conflictos internos esta nunca llegó a las tablas. “Tenía el boceto muy avanzado y no quería que se quedara guardado sin hacer nada con el”.
Entonces vio la convocatoria al certamen Escenarios del mundo, de 2020. La obra obtuvo uno de los galardones y dos nuevos intentos de montaje. Pero estos tampoco progresaron.
“Era inicios de 2022 y aún la situación de los teatros era bastante endeble. No había lugares para ensayar ni mucho menos dónde presentar. Si no tienes financiamiento, es difícil que se pueda montar una obra”, asegura.
Cuando empezó a trabajar con Antonella Moreno y Mara Serrano, la obra se trabajó en la sala de su casa y con miras a hallar a un director a futuro.
“No tenía ninguna intención de dirigirla yo, porque no soy director. Pero conforme íbamos trabajando y montando la estructura, vimos que las cosas avanzaban bien y decidimos seguir. Fue un proceso sostenido”.
Tras esta primera temporada, 'Enséñame a disparar, mi amor' va a recorrer varios teatros de la capital y otras urbes del país, entre ellas Cuenca, y también postulará a festivales nacionales y en el extranjero.
Queremos que la obra viaje, es una obra de montaje muy sencillo, divertida, relacionable y que gusta al público
- 'EL CIUDADANO', EL LADO B DEL DRAMATURGO
Mientras 'Enséñame a disparar, mi amor' se estrena en la Asociación Humboldt, en el Estudio de Actores, al centro de la urbe, se presenta 'El ciudadano', otra obra de Patinho.
Esta, no obstante, es una pieza dramática en la que un superhéroe caído en desgracia, que ha perdido al amor de su vida por un ‘error’ en su rol de justiciero, se aísla de todo y, en medio de la soledad, se pregunta cuál es su papel en ese mundo aparentemente normal en el que vive, qué es realmente la justicia y cuál es el precio que se debe pagar por ella.
Esta pieza, que estará en cartelera hasta el 13 de agosto, juega dentro de la técnica del mimo corporal dramático, lo que le permite al actor Gonzalo Estupiñán la metaforización del texto, para que nazca una acción y se pueda comenzar a jugar con las palabras que propone el guionista.
“Planteo un juego irónico a través de la vida de este superhéroe, porque él es alguien que vigila, pero al que también vigilan”, explica Patinho.