Érika Vélez: "La gente no me permite nada"
La actriz y presentadora lucha contra la depresión. El lunes 17 de mayo inicia las grabaciones de su nueva serie 'Casi cuarentonas'.
Una mujer como Érika Vélez (39) aparentemente lo tiene todo: belleza, fama, empleo, salud y familia. Sin embargo, en marzo de este año a través de las redes sociales, la actriz y presentadora manabita de series como 'Solteros sin compromiso', 'Tres familias' y 'Juntos y revueltos' y de programas como 'MasterChef' contó que, como el común de los mortales, tiene problemas.
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Leer másEn su caso, padece de depresión y ataques de pánico y en su adolescencia enfrentó trastornos alimenticios, bulimia y anorexia. Durante la cuarentena dejó de fumar. Alborota TikTok e inicia las grabaciones de la serie 'Casi cuarentonas'.
Después de hacer público que padecía de depresión, ¿cómo se siente ahora?
Bien, pero el entorno por la pandemia a veces no ayuda. Desde hace dos años estoy tratando el problema, pero lo tenía desde antes. Creo que no lo identificaba, no lo veía como depresión. Siempre se piensa que ir a un psicólogo o a un psiquiatra es porque estás mal de la cabeza, pero no es así.
Para muchos, usted es una mujer que aparentemente lo tiene todo. ¿Le costó aceptar públicamente que no es así?
Cuando me abrí y conté algo muy mío en las redes, era porque lo necesitaba, fue un desahogo porque me sentía horrible, con ataques de pánico, no veía a mi familia. A veces la gente es intensa, no me permite nada, espera que no me equivoque. Son otros los que hacen show, hasta mis amigos me lo dicen. Es mucha presión. Si tengo ganas de mandar a alguien al carajo, por qué no puedo. Por ello, jamás pensé que iba a recibir una reacción positiva.
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Leer más¿Durante las terapias salieron a la luz las causas que provocan su depresión?
En mi familia existen casos de depresión. Desde la muerte de mi hermano, tal vez quedaron heridas que no sanaron o duelos. Además estar expuesta a que la gente te juzgue y una relación negativa no ayudaron para nada en este proceso. Me di cuenta de que no estaba bien, a pesar de que yo oro y hago cursos de autoayuda. Primero cayó mi mamá (Tatiana) y dijo que necesitaba una psiquiatra. Se la conseguí. Luego la vi mejor y decidí sacar una cita con ella.
¿Pensó en la muerte?
En esos momentos se nos pasan muchas cosas feas y negativas por la cabeza, es horrible. Sentía que no era yo, eso es un signo de alerta.
¿Qué descubrió en este proceso?
Cuando la psiquiatra me conoció, me preguntó cómo había vivido esta situación tantos años. Creo que me ha ayudado que soy muy devota del Divino Niño y muy agradecida con lo que la vida me ha dado. Ahora me hace falta pensar más en mí y en lo que me hace feliz. A veces tratamos de complacer a otros.
Me hace falta consentirme (risas). Sé que hay mujeres más guapas, más jóvenes e incluso hasta más preparadas, pero he tenido una carrera de la que me siento orgullosa y los trabajos que he querido.
Tiene 39 años. ¿El paso de los años comienza a afectarle?
Estoy divina (risas), para nada. A los 17 empecé en la TV. Tengo a mi familia con salud en este momento complicado. Gente amiga que quiero mucho. Trabajo y propuestas no faltan. Todos vamos para viejos, no puedo detener el tiempo, aunque dije que el 2020 que pasé encerrada fue un año que no cuenta (risas).
No baso mi felicidad y tranquilidad en una cana o una arruga. Si lo hiciera, estaría jodida. Cuando nos preguntan la edad, muchas mujeres responden ‘No te la puedo decir’. ¿Por qué nos hacemos eso? En cambio, de los hombres maduros decimos que están divinos.
¿Se operó el rostro?
Es algo que dicen, que me he deformado el rostro y que me he operado muchas veces. Existen bocones en mi familia. Hay mucho complejo, la forma de atacar a Érika Vélez es en lo físico porque no considero que sea mala en mi trabajo, tampoco estoy metida en escándalos. Entonces dicen que soy operada y usan el término “operada” como si fuera un insulto.
¿Qué la hace feliz en esta etapa de su vida?
Estar con mi familia o en mi casa viendo ‘tele’ o leyendo un libro, haciendo un curso, mi trabajo o ir a un restaurante a comer algo rico. Con la pandemia me di cuenta de que era muy acumuladora y de que no necesitaba tanto. Cuando se trabaja la parte interna, se aprende a apreciar lo sencillo. No hay día en que no me levante agradecida. Antes sí me complicaba la vida.
Tras Antonio García y Carlos Scavone, ¿no ha probado suerte nuevamente en el amor?
Hace un año y medio o dos que estoy sola. Tenía mucho tiempo que no estaba sin pareja.
¿El matrimonio y los hijos no han llegado o es algo que no está en sus planes?
No han llegado, creo que si escucháramos más nuestra voz interna meteríamos menos la pata. Si se tiene que dar, fluirá. Tampoco tengo que hacer lo que espera la sociedad. He considerado congelar óvulos para su uso en el futuro. No me siento menos o más porque no sea mamá.
¿Qué aprendió de sus dos últimas relaciones sentimentales?
Muchísimo. No me vuelvo a poner en segundo o tercer lugar por nadie en la vida. Con Carlos Scavone me llevo muy bien y con su familia, excelente. Algo que me enamoró de Carlos es que se toma todo más relajado, me enseñó a reírme más y a disfrutar. Me alivió el peso que yo sola me puse.
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Leer más¿Entonces ahora qué busca?
No quiero a nadie que se me imponga. Quiero a alguien trabajador, familiar, compañero en todo sentido, que sume y no reste. Por una pareja se pueden hacer concesiones, pero no ir en contra de nuestros principios.
¿Repetiría la experiencia de estar con alguien más joven?
No fue una mala experiencia. La madurez no tiene nada que ver con la edad. Con Carlos existen nueve años de diferencia, no me hizo daño. Simplemente no se dio, le agradezco su honestidad y sé que cuento con él.
¿A usted la involucraron con el actor Víctor Aráuz?
Me han involucrado con muchos. Con Víctor trabajé en la última temporada de 'Tres familias' y en 'Juntos y revueltos'. Nos conocemos desde hace un montón de años, nos llevamos muy bien, hemos hecho obras de teatro y me ha ayudado a preparar papeles, nada más.
¿Qué vendrá después de la producción 'Juntos y revueltos'?
'Casi cuarentonas' es la nueva serie de RompeKbezas Producciones, con Marcela Ruete y Carolina Piechestein. Me reencontraré con Diego Spotorno, con el que hace tiempo no trabajaba. Con Diego hice 'Solteros sin compromiso' y la primera temporada de 'Tres familias'. El lunes 17 de mayo comenzamos a grabar. Las historias son chéveres. A las cuarentonas les pasan situaciones divertidas.
Por otro lado, esperemos que se dé una tercera temporada de 'MasterChef'. Además surgió una propuesta en el exterior, pero por la pandemia se complica mucho todo. No vuelvo a hacer el chiste del año pasado, cuando dejé la serie para irme por 'MasterChef'. Puse a correr a todos para terminar y la idea no es esa.
Se la veía en varios canales a la vez. Antes no era común aquello.
Era chistoso. En un horario (de 20:00 a 21:00) estaba en 'Juntos y revueltos' (TC) y en otro en 'MasterChef' (de 21:00 a 22:00 en Teleamazonas). Así todos somos felices. No pertenecía a ningún canal. Yo amo 'MasterChef'
¿Aprendió a cocinar?
En la pandemia aprendí. Hacía videos y se los enviaba a los chefs para ver si estaba bien lo que cocinaba. No sé deshuesar. Debo aprender a preparar ceviche manabita y tonga. La comida de mi tierra es mi debilidad.
También se ha involucrado en emprendimientos…
Mi línea de pestañas postizas (Oh my lash! 82 by Érika Vélez) está lista, pero no las he puesto a la venta. Además joyas. He sacado cápsulas con Saruka Rodríguez, pocas piezas que se vendieron bien.
¿Cuáles son los pecadillos de Érika?
Uno de ellos es la comida. Antes compraba mucho de diseñador, más de la cuenta. Compraba ropa, carteras y maquillaje.
Es decir que si se abre su armario se encuentra de todo un poco…
Tengo cuatro clósets. En Instagram tengo una tienda de reciclaje de ropa para vender esas prendas que casi no me pongo, para darles un segundo uso. Ahora estoy tratando de ser más consciente y equilibrada. He dejado las carnes rojas y los lácteos con el dolor de mi alma. He invertido mi dinero en mis emprendimientos y en un restaurante que terminó muy mal.
No soy una persona que se aferra al dinero, no me considero ahorrativa, soy muy desprendida. Por esta razón creo que no me ha faltado y siempre me ha llegado. El dinero es energía.
En las redes sociales es muy activa y el fin de semana alborotó la plataforma TikTok.
En las redes sociales me doy el lujo de decir con quién trabajo o no, soy selectiva. No trabajo con marcas que no me gustan. En Instagram tengo dos millones de seguidores, ahí mi mundo es rosa. En Twitter hablo de temas de política o de otros. Como lo dije antes en la entrevista, a veces la gente no me permite muchas cosas. Me vieron en TikTok y se armó el alboroto. Estoy estudiando mi nuevo personaje, que empiezo a grabar. Me cuesta en algunos aspectos.