Del escritorio al cloro
Algunos son notables abogados y políticos, otros, empresarios visionarios, pero sus vidas al igual que las de muchos, cambiaron con esta cuarentena.
Los hemos visto en medios de comunicación, ofreciendo entrevistas y conferencias de prensa. Profesionales vinculados al gremio empresarial, a la política y al Derecho. Pero a raíz de la pandemia del coronavirus, se han visto obligados a cambiar sus hábitos y costumbres. Uno de ellos es Pablo Arosemena. Para el presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, estos 37 días de confinamiento no han sido tarea sencilla. Ser padre de cuatro, uno de ellos, adolescente, convierte la cuarentena en una situación intensa, pero no por eso imposible de llevarla bien. ”Se trata de combinar mis diversas actividades empresariales y gremiales con las del hogar y para eso necesito contar con el apoyo de todos. El Zoom nos permite reunirnos en jornadas inclusive más largas de lo normal”.
Confiesa entre risas que Amalia su hija menor, de un año y cuatro meses, es la más terrible y todos en casa se turnan para cuidarla.
Entre sus responsabilidades está tender las sábanas de la cama todas las mañanas, algo que no hacía desde que era soltero (hace 17 años). “Dependiendo del día, barro y aspiro los cuartos, saco la basura todos los días, cuido a la nena que es todo un trabajo, nos dividimos el lavado de platos y trato de mantener el patio relativamente ordenado. Lo que me costó al principio fue la tendida de las sábanas de la cama matrimonial, pero al tercer día hasta le agarré el gusto y hoy las dejo al nivel de un hotel cinco estrellas (risas)”.
FELIPE RODRÍGUEZ
El abogado quiteño, máster en Derecho Penal, Felipe Rodriguez le dedica al menos cuatro horas al día a leer literatura. Escribe su octavo libro de Derecho y su primera novela, a los que intenta dedicarle también cuatro horas.
“Los miércoles, jueves y viernes doy clases de Derecho por Zoom y todos los días de 12:00 a 16:00 recibo clases online de una maestría de Literatura que estoy por terminar”, dice.
Los fines de semana cocina, barre, trapea y limpia baños. ”Como me traje los catorce bonsáis de mi oficina para que no mueran, parezco esas viejitas que tienen el balcón lleno de plantas y una vez al día, con una regadera, me encargo de que sobrevivan mis árboles”.
HÉCTOR YÉPEZ
El asambleísta y presidente de la Comisión de Gobiernos Autónomos, Héctor Yépez, manifestó a EXPRESIONES que las tareas domésticas no le han quitado el sueño. Cuenta que desde niño siempre ha ayudado en el hogar barriendo, trapeando y lavando platos. “La diferencia es que ahora cambio pañales (risas), porque el 24 de marzo nació nuestra hija Catalina en plena cuarentena. Así que estamos entre la bebé recién nacida, nuestro hijo Héctor de dos añitos, las tareas de casa y el teletrabajo, atendiendo sobre todo llamadas para ayudar con atención de salud y alimentos en Guayas. Dentro de la tristeza de perder seres queridos, es una etapa en que también nos hemos fortalecido como familia”, comentó el político guayaquileño, del movimiento CREO.
ENRIQUE HERRERÍA BONNET
El juez constitucional le dedica gran parte del día al teletrabajo, pues la Corte sigue funcionando.
Explica que labora desde las 10:30, pero cuando no está inmerso en la revisión, análisis y expedición de casos con el resto de jueces (son nueve en total, de lunes a viernes), halla tiempo para concentrarse en la limpieza de su hogar. “Muevo los muebles de mi casa y me ocupo de la aspiración del polvo. También me encargo de la limpieza con alcohol de las superficies y el correcto manejo del cloro. La limpieza debe ser profunda”, asevera el doctor en Derecho, quien cada quince días hace las respectivas compras en el supermercado.
FRANCISCO EGAS
El presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol bien podría interpretar el personaje de ‘Esperancito’ de la aplicación TikTok, pues barre, trapea, lava platos y hasta cambia pañales, pues se estrenó como padre el 26 de marzo en plena cuarentena. La cocina no es su fuerte, aunque se defiende bien como parrillero, por eso no se complica y pasa del pollo a la carne. “En la Federación seguimos trabajando, con nuestro equipo mantenemos reuniones con la Conmebol y atendemos a la prensa, pues no podemos dejar de producir y desarrollar por el país”, indica Francisco.
Sostiene que con el confinamiento reflexiona acerca de lo que es realmente importante. “Esta pandemia nos ha servido para humanizarnos, darnos cuenta de nuestra fragilidad y aterrizar en el núcleo familiar. Por el consumismo, la mente crea necesidades donde realmente no las hay. También me he dado cuenta en estos días de la responsabilidad que tiene el fútbol en la población”.