Ex de Ethan Slater habla sobre su matrimonio: 'Terminó en la sombra de Ariana Grande'

Lilly Jay, psicóloga clínica y exesposa del actor Ethan Slater, abordó públicamente el impacto emocional del fin de su matrimonio en un ensayo publicado en The Cut. La ruptura ocurrió tras 12 años de relación y apenas un año después del nacimiento de su hijo. 

Slater, conocido por su papel en Wicked, comenzó una relación con su compañera de reparto Ariana Grande, lo que, según Jay, añadió una carga emocional a su proceso de separación. 

“No pensé que me divorciaría, especialmente no justo después de dar a luz a mi primer hijo y en la sombra de la nueva relación de mi esposo con una celebridad”, reflexionó Jay.

La psicóloga abordó también cómo su vida personal y profesional se vieron afectadas por la atención pública en torno a su divorcio. "En el hospital infantil, mi invisibilidad era una protección", comentó, haciendo referencia a cómo su vida profesional cambió debido a la exposición mediática. Jay, quien se especializa en salud mental para mujeres, añadió que para ella fue difícil lidiar con la visibilidad mediática no deseada, pero que poco a poco logró aprender a aceptar la situación. "Este proceso de aceptación no tiene nada de vergonzoso, y nada que esconder", escribió.

Su lucha como madre

La maternidad se ha convertido en el eje central para Jay en medio de este proceso. "Mientras empujo su cochecito o me maravillo con sus pequeñas manos sudorosas sujetando un crayón, trabajo en aceptar la caída pública de mi matrimonio", explicó al describir cómo su hijo le ha dado la fortaleza para superar los momentos más oscuros. 

A pesar de las dificultades, Jay subraya que el amor por su hijo no ha cambiado. "Ambos lo amamos al 100 %, sin importar cómo se divida nuestro tiempo como padres", aseguró, mostrando el compromiso que ambos mantienen como padres.

Aunque Jay enfrentó momentos de tristeza y vulnerabilidad por a la situación, también encontró en su experiencia un espacio para sanar. "En ausencia de la vida que planeé, creo que me espera una dulzura eterna para mí y mi hijo", compartió, revelando cómo ha transformado el dolor en una oportunidad para encontrar nuevas formas de felicidad. A pesar de las dificultades, Jay se muestra enfocada en su futuro y el de su hijo.

La psicóloga reconoció que, aunque la vida pública ha alterado su mundo, está aprendiendo a adaptarse a esta nueva realidad. "Si no puedo ser invisible, mejor introducirme yo misma", reflexionó, mientras acepta esta capa de vulnerabilidad. A lo largo del ensayo, Jay presentó su experiencia de divorcio no solo como un proceso doloroso, sino también como un camino hacia la aceptación y la conexión con su hijo, en medio de la difícil transición hacia su nueva vida.

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