
El Festival Vivo x el Rock 2025 conquistó a públicos de todo el mundo
El festival peruano de rock y metal cumplió las expectativas, tras seis años de inactividad. Hubo muchos melómanos de Ecuador
Además de expectativas, había cierto escepticismo en torno a la realización del Festival Vivo x el Rock 2025. Por un lado, la última edición se había celebrado en 2019, antes de la pandemia, y estaba por verse si la organización era capaz de adaptarse a la nueva realidad. A eso se sumaban detalles como el cambio de locación, las dudas sobre la llegada de ciertas agrupaciones y la exacerbada criminalidad en Perú, realidad que sufre toda la región.
Sin embargo, pese a todos esos hándicaps, el festival cumplió con las expectativas, dejando un buen sabor de boca no solo entre el público, sino también en la comunidad de artistas (del vecino país y del extranjero), que desde ya han empezado a hacer las gestiones para formar parte del cartel en los años venideros.
Es natural (y saludable) que el público y las bandas pidan contar con festivales musicales de primer nivel, que ofrezcan garantías en cuanto a calidad de sonido, organización y seguridad. Pero a veces no tenemos clara toda la gestión que implica concretar eventos de esa índole, lo cual va más allá del financiamiento.
Para empezar, un festival de esa magnitud necesita un lugar adecuado. Como nos lo explica Jorge Nieto, director del Festival Vivo por el Rock, Perú carece de mayores opciones en cuanto a lugares idóneos para grandes conciertos, además de la dificultad que conlleva la obtención de permisos legales, algo que él entiende como organizador de eventos.
“No tenemos derecho a que por nuestra diversión, los vecinos se vean afectados. La zona donde solíamos hacer el festival ha crecido, las reglas han cambiado y debemos respetarlas y adaptarnos”, sostiene.
Por eso se eligió como sede el Lurín Live, que pese a su lejanía del centro urbano limeño, dejó satisfechos a los organizadores. Ante las quejas por esa elección, Nieto hace una reflexión: “Si bien es cierto, quizá fue complicado llegar para personas que venían de Lima Norte o de la zona este de la ciudad, imagínate cómo habrá sido para quienes viajaron de Ecuador, Brasil, Uruguay, Francia, Indonesia, Egipto. El que quiere asistir, asiste. El que no, solo se queja en redes”.
Es decir, el público tiene que desarrollar también una cultura festivalera, lo que muchas veces implica salir de nuestra zona de confort.

La crisis de inseguridad fue otro obstáculo que tuvo que superar la organización, dado que el lunes 17 de marzo el Gobierno de Perú declaró estado de emergencia en Lima y la vecina Callao por 30 días, para contener la creciente ola de crímenes.
“Me tocó hablar con los mánagers de todos los artistas internacionales para tranquilizarlos, porque oyeron que el Ejército estaría en las calles y se imaginaron lo peor. Le expliqué la realidad que vivimos, que ya estamos acostumbrados a eso aquí, aunque no sea la mejor imagen que el país pueda vender al exterior” admite el director del festival.
Otro reto fue volver con novedades y grandes artistas, lo cual se logró con la inclusión en el cartel de grupos como Los Fabulosos Cadillacs, Animal (Argentina), Molotov (México), The Hives (Suecia) o Anthrax (Estados Unidos), además de representantes de la escena peruana.
Pero los dos nombres más esperados fueron Marilyn Manson y Avenged Sevenfold (foto principal), que tocaron por primera vez en Lima y aparte venían en la modalidad ‘one-off’, es decir exclusivamente para el Vivo x el Rock. Nieto indica que cuando un artista visita varios países como parte de un tour, los gastos se reparten entre todos los organizadores de las distintas ciudades; pero en este caso, toda la inversión la asumió la productora (Kandavu), con el riesgo que eso implica.
El festival desde ya está trabajando en lo que será la edición del año entrante. El objetivo es consolidarlo como referente de la región, a la altura de cualquier mega concierto internacional.
Como comentaba la estadounidense Bruna Sthephan, quien asistió este año, “hay algo diferente en la energía de Sudamérica: es apasionada e intensa. El público no solo escucha la música, la vive. La gente y los shows fueron increíbles. Espero tener la oportunidad de volver a Sudamérica pronto”.
Es un espejo en el que puede reflejarse Ecuador. Hay que dar el primer paso.

Marilyn Manson, limpio y sobrio
Un detalle que Jorge Nieto destaca es que en el ‘rider’ (lista de requerimientos) del metalero industrial Marilyn Manson, el apartado de bebidas alcohólicas estaba tachado, lo que demuestra el deseo del cantante por llevar una ‘nueva’ vida sobrio. Él mismo comentó en su fiesta de cumpleaños 56, en enero de 2025, que lleva cuatro años sin beber licor.
Eso se evidencia también en su aspecto físico y sobre el escenario, pues luce con mayor energía y entrega.
Homenaje a Miki González
El festival también trajo sorpresas en lo que respecta a la escena peruana. Por ejemplo, el músico Miki González, que sonó en Ecuador en los ochenta con su tema Lola, en la época del rock latino, recibió un homenaje por su trayectoria de más de 50 años ante un público masivo, a la altura de un artista de su importancia.
En el show se presentó con la banda de cumbia amazónica Los Mirlos, en un show en la que primaron la nostalgia, la buena música y el baile.

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