El festival Vivo x el Rock 2025 se sitúa como referente en la región
Este megaconcierto vuelve a realizarse en Lima tras una pausa por pandemia, con grupos internacionales y de la escena peruana
En EXPRESIONES hemos comentado varias veces sobre la importancia de los conciertos y festivales musicales, más aún de aquellos que convoquen a artistas foráneos y nacionales en una misma tarima, de tú a tú. Son fantásticas experiencias de retroalimentación, que les permiten a los nuestros aprender de los grandes talentos en todo sentido: en lo musical, en lo técnico y en la puesta en escena.
Entendemos lo complicado que es invertir en este tipo de proyectos, más aún con el torbellino interno que vive Ecuador. No obstante, hay ejemplos en la región que pueden dar luces para mejorar eventos como el Quito Fest y a futuro tener otros shows de primer nivel.
En el vecino Perú se celebrará el 29 de marzo de 2025 el festival Vivo x el Rock, que desde su inicio en 2013 ha tenido 11 ediciones, a un ritmo de dos por año, con excepción de 2017 y 2019, con un solo evento.
Luego vino una pausa a causa de la pandemia y ahora, con la intención de volver a posicionarse como el festival peruano de rock por excelencia, han programado un cartel en el que prima la diversidad, factor siempre decisivo para buscar la mayor cantidad posible de asistentes.
El grupo gringo de heavy metal Avenged Sevenfold aparece como cabeza del festival. Habrá también dosis de metal industrial a cargo del siempre mediático Marilyn Manson (EE. UU.) y Deadly Apples (Canadá); thrash con Anthrax (EE. UU.); rock punki con The Hives (Suecia) y Allison (México); ska con Los Fabulosos Cadillacs (Argentina); o fusiones indescifrables como las de Molotov (México), Miki González y La Zorra Zapata (ambos de Perú).
Hablando de artistas del hermano país, el festival se vuelve una vitrina importante para ellos. Destacamos a la compositora Gala Brie, la cantautora Clara Yolks, el guitarrista Charly Parra y un sinnúmero de grupos ‘under’ como Aeropajitas (punk hardcore), Plug Plug (post hardcore + sonidos peruanos), TYLFS (electrónica) o los heavymetaleros M.A.S.A.C.R.E., que celebrarán cuatro décadas de existencia. Serán en total 46 agrupaciones en más de 14 horas de música.
Formando públicos
Más que un show de rock y metal (con toda la fama de ‘desenfrenados’ que estos géneros tienen), este festival está concebido como una experiencia familiar, dado que ofrece también juegos mecánicos, zona gastronómica y los infaltables puntos de venta de ‘merchandise’ (mercadería de las bandas).
Pueden asistir niños desde los ocho años y los menores de 15 deben ingresar acompañados de un adulto. Un plus: los boletos de los niños tienen 50 % de descuento (228,50 soles, es decir 60,47 dólares).
Además, como dice el empresario quiteño Luis Pinos, dueño del sello Exhumed y organizador de conciertos, “la principal traba a nivel local es la falta de interés de los fans en asistir a eventos, lo que hace que los promotores no puedan recuperar su inversión. Lo digital domina entre las nuevas generaciones, muchos de ellos no han desarrollado el gusto por la música en vivo”.
Precisamente por eso, este tipo de shows son importantes: ayudan a formar audiencias. Y mucho mejor si empezamos con los más pequeños.
Haciendo cuentas...
Aunque suena intimidante viajar a un festival en otro país, es una ventaja manejar dólares, moneda que al cambio en soles ofrece cierta holgura. La entrada más costosa vale 398 soles (poco más de 105 dólares), pero todavía hay boletos de 364,10 soles (97,53 dólares).
En cuanto al viaje, la opción más económica es el bus. Desde Tumbes (frontera con Ecuador) a Lima el pasaje cuesta de 30 a 35 dólares (valor referencial), con un aproximado de 30 horas de recorrido. Otra opción es ir en avión de Tumbes a Lima (dos horas de viaje, desde $ 90, ida y vuelta).
Como comenta el productor audiovisual guayaquileño Juan Sigüenza, cuando ha asistido al Vivo x el Rock ha notado presencia de fans ecuatorianos de distintas ciudades, además de rockeros de Venezuela, Chile o Colombia, país que también tiene importantes festivales como Rock al Parque (Bogotá) o Altavoz (Medellín).
Impulsa la movida local
Mucho se ha hablado en Ecuador sobre la sostenibilidad de festivales que muestren solo a grupos nacionales. Hay que aceptar que las grandes audiencias son ‘noveleras’ y que los artistas internacionales con grandes disqueras detrás tienen más oportunidades de posicionarse en el imaginario colectivo.
Pero Viva x el Rock demuestra que se puede (y debe) aprovechar el gancho de mostrar a músicos foráneos para dar mayor exposición a las escenas locales. Eso los obliga a subir la calidad y nivel de su propuesta sonora y performática, siendo un estímulo para evitar el conformismo y estancamiento.
Relación de confianza
La organización del festival solía anunciar con meses de anticipación el festival, sin dar nombres de las bandas foráneas y peruanas del cartel, a un determinado precio, el cual poco a poco iba subiendo conforme se iban confirmando quiénes se presentarían y se acercaba la fecha del evento.
Se atrevían a hacerlo porque el festival se había ganado un nombre y la confianza del público, que sabía que sí o sí vería artistas de primer nivel, siendo un logro haber revertido la tendencia de comprar las entradas a última hora.
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