Floricienta, frente a frente con los niños del ayer

Aunque su audiencia abarca diversas edades, El Show de Floricienta, que llegó en 2006, marcó un antes y un después para una generación que se encontraba dividida entre aquellos que pudieron asistir al espectáculo en ese entonces y aquellos que no lo hicieron.

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Sin perder la ilusión de corear sus canciones en vivo, aquellos niños de ayer, ahora en su adultez, conservan una suerte de DVD que les permitía revivir el idilio a través de sus pantallas. Floricienta en el Teatro era una grabación de 2004 en la que se retrataba la secuencia de cuadros musicales realizados por la producción de la telenovela en el teatro Gran Rex de Argentina.

Los discos acababan ‘desgastados’, comentan las voces de estas historias, que lograron cumplir el sueño de llevar vestidos azules, faldas coloridas y pintorescos zapatos Converse, típicos del personaje principal, para presenciar un verdadero espectáculo encantado.

Con una puesta en escena mágica e impresionante, caracterizada por un arreglo de luces y vestidos de princesa, Flor Bertotti demostró que la atmósfera se ha conservado intacta a lo largo de los años y que las enseñanzas de amor, bondad y dulzura que impregnó en cientos de corazones se mantienen vigentes hasta el presente.

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• "LO HICISTE, LO HICIMOS"

Melissa Maldonado (26) es una joven guayaquileña que guardaba entre sus manos uno de sus recuerdos más preciados: una fotografía suya a los cincos años, disfrazada de Floricienta. “Por favor cúmplele este sueño a esa niña de 6 años”, le dijo Melissa a su mamá cuando recibió la noticia de que la artista pisaría suelo ecuatoriano.

“Mi corazón esperó 17 años por ese momento. Mientras ella cantaba veía mi foto de niña y pensaba: ‘Lo hiciste, lo hicimos juntas’”, asegura Melissa entre lágrimas cargadas de emoción.

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• DEL DVD AL ESCENARIO

Cuando Dominique Campaña se enteró que la intérprete de Hay un cuento, su tema preferido, daría un concierto en Guayaquil, quedó en shock.

“Nunca imaginé que iba a tener otra oportunidad para escuchar a Floricienta en vivo. Cuando tenía siete años no pude ir al concierto, la veía casi todos los días desde mi televisor, porque mi papá me había comprado el DVD del concierto, hasta que se rayó de tantas vueltas”, confiesa.

• HAY QUE CONSERVAR LA MAGIA

Cristina López recordó durante toda la velada aquellos mensajes que formaron más adelante su criterio y forma de ver la vida. “De Floricienta aprendí a que nunca hay que dejar morir ese niño que todos tenemos dentro. Conservar la magia y la esencia que uno tiene pese a todo lo malo que pueda suceder. Hacer que el cuento valga realmente la pena”, afirma.

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• EXPERIENCIAS Y PERIPECIAS

La llegada del aeropuerto de su madre y la presentación de danza de su hermana menor no fueron impedimento para que Daniela Arboleda asistiera al concierto. Su recorrido empezó a las 10 de la mañana y terminó, luego de varias eventualidades, en el Arena Park de Samborondón.

“No tuve tiempo de estar en mi casa y arreglarme como quería, pero tuve la suerte de encontrar en mi armario un enterizo amarillo perfecto para la ocasión”, detalla. Y agrega que, pese a todo, recuerda la experiencia “con alegría”.

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