Francesca Petrilli: "La vida es una mezcla de magia y pasta"
Los días de esta guayaquileña transcurren entre sabores y recuerdos de la infancia, sin descuidar a su familia
Dicen que lo que se hereda no se hurta y eso explica parte de lo que hoy es Francesca Petrilli (31). Guayaquileña de nacimiento, estudió Economía siguiendo su vocación, pero también heredó el gusto por la gastronomía que, afirma, viene de su ‘nonno’ (abuelo).
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Su paladar guarda el sabor de las comidas con las que creció y que la llevaron a aprender de manera profesional la mejor manera de hacer la masa desde cero. Y fue la tierra de sus antepasados, Italia, el lugar escogido para estudiar no solo su carrera, sino también la manera de afianzar sus destrezas culinarias.
Con sus títulos bajo el brazo y cientos de recetas en la cabeza, de regreso al Puerto Principal notó que era escasa la variedad de pasta fresca en la ciudad. Fue entonces cuando decidió unir sus conocimientos en finanzas con su ímpetu por cocinar.
El camino hacia la comercialización inició como suelen hacerlo los pequeños negocios. Di Simona, así se llama su emprendimiento, empezó a darse a conocer con las recomendaciones boca a boca. Le siguieron las ferias, que dieron paso a su presencia en los supermercados. Y así ha logrado llegar a varias ciudades del Ecuador.
Su “trabajo de hormiga”, como ella lo describe, se apoya en lo que para Francesca es la vida: “Una mezcla de magia y pasta”.
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Leer másFrancesca siempre tuvo claro lo que quería: ofrecer comida rápida, pero con toque casero y sano. Con ese objetivo en mente, comenzó a soñar con su emprendimiento. Desde el principio se propuso vender la clásica pasta hecha a partir de productos artesanales, tal como los platos que disfrutaba en su niñez. “Hemos sido una familia de buen comer gracias a mi abuelo, por eso en Italia quise especializarme en pastas”, cuenta.
En 2016, desde la cocina de su casa, empezó a dar forma a Di Simona, nombre que le rinde un homenaje a una de sus maestras en el país europeo.
“Me costó mucho crecer. Al inicio hubo rechazo porque la gente pensaba que era una empanada”, recuerda entre risas. Eso no la detuvo, estuvo casi cuatro años participando en ferias de emprendedores.
Empezó con raviolis cuatro quesos, pollo con tocino, espinaca y prosciutto con pera. Gracias a más propuestas que tenían que ver con la pasta seca, como fetuccini, macarrón, espagueti y más, el negocio creció de un año a otro.
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Pero su mejor momento se dio durante la pandemia. “Para ese momento, yo ya tenía un equipo de trabajo formado y estaba industrializada, pero sin dejar el toque artesanal. Hice lo imposible por abastecer a todos. Trabajaba desde las seis de la mañana hasta las nueve de la noche”, recuerda.
El esfuerzo valió la pena. Ese difícil momento que acabó con los sueños de muchos, no logró acabar con el suyo.
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Leer másCuando se le pregunta la clave de su éxito, ella responde que está en su calidad de líder. “Uno tiene que tratar bien a los demás. Rodearse de gente que a uno le sume, es el resultado de cómo se la trata. Para mí eso es un buen líder, porque sin un equipo no eres nadie”.
En su grupo de trabajo, el respeto es recíproco. Mientras Francesa estuvo embarazada, pasó unos meses delicados, y fueron sus ayudantes quienes se ‘pusieron la camiseta’ para que el negocio no se detuviera.
“La clave es también la capacitación constante. Yo siempre les digo que si yo crezco, ellas crecen”.
Al momento, se alista para la campaña de San Valentín, que lo cataloga como un “corre corre diario”. Lo mismo pasa en otras fechas como Día de la Madre, Día del Padre y Navidad. Pero ella no pierde la cabeza, pues “en la cocina y los negocios hay que ser paciente y perseverante”, sostiene.
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- MAMÁ, ESPOSA Y EMPRENDEDORA
No tiene coach de vida, pero un psicólogo le da las pautas, estrategias y una guía para mantener el equilibrio entre lo personal y lo laboral. “Uno de sus consejos elementales es que una vez que cruzo la puerta de mi casa, los problemas del trabajo se quedan afuera. Esto me ayuda a vivir momentos con mi bebé, mi esposo y mis padres”.
Consciente de la importancia de desfogar energía, Francesca practica tenis y CrossFit. “Ahora digo no es momento de descansar, descansaré después”, dice con la firmeza de seguir creciendo.
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- CON LAS MANOS EN LA MASA
Su plato favorito: “El espagueti al limón con calamar, me fascina desde que era chica”.
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Leer másTip al cocinar: “Cuando pongan los raviolis en el agua hirviendo, revuelvan de inmediato para que no se peguen y se cocinen de forma uniforme”.
Clave para el sabor: “Una vez que ciernan los raviolis, hay que ponerlos de nuevo en la olla y allí se agrega la salsa para que agarre mejor el sabor. El queso parmesano se lo coloca una vez que se hace el emplatado”.
Salsa infaltable en la mesa: “La de tomate gourmet, porque es agridulce”.
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