¿Por qué la fundación del príncipe Harry está en el centro del debate?

La fundación Archewell, creada por el príncipe Harry y Meghan Markle, recaudó 5,7 millones de dólares en 2023, casi el total proveniente de una única donación anónima, según sus declaraciones fiscales. A pesar de que esta cifra duplica los ingresos del año anterior, solo se destinó una cuarta parte, aproximadamente 1,3 millones de dólares, a proyectos benéficos. 

Entre las donaciones más destacadas se encuentran 250.000 dólares para un centro de ayuda dirigido por Ashley Biden, hija del presidente Joe Biden; 130.000 dólares para una organización que brinda apoyo psicológico a niños desplazados; y 50.000 dólares destinados a la salud mental de trabajadores en Israel y Gaza.

Sin embargo, este repunte financiero ha sido eclipsado por las críticas a la administración de los fondos de la fundación. 

En mayo, Archewell fue incluida brevemente en una lista de morosos por el fiscal general de California, debido a problemas en el envío de fondos, lo que obligó a suspender temporalmente sus actividades. 

La discreción de los donantes

Uno de los aspectos más llamativos de la recaudación de Archewel es que el 94 % de los fondos provienen de una única donación anónima por la suma de cinco millones de dólares. Este tipo de contribución masiva es común en el sector social, pero el anonimato del donante genera interrogantes sobre las motivaciones detrás de la generosa aportación. 

En un contexto en el que la transparencia financiera es crucial, el hecho de que no se haga público el origen de los fondos ha levantado sospechas sobre la relación de la fundación con sus benefactores.

La fundación, que ya ha enfrentado críticas por la administración de los fondos, podría beneficiarse de una mayor claridad en cuanto a sus fuentes de financiación para mejorar su imagen pública y disipar los cuestionamientos sobre su gestión.

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