Furiosa: Anya Taylor-Joy y los secretos de la precuela de Mad Max
La distopia se renueva con una de las actrices más prometedoras de los últimos años. Anya demuestra su rudeza
Hablar de Furiosa, la nueva cinta de acción desprendida de la saga Mad Max, es hablar de Anya Taylor-Joy. La actriz britanicoestadounidense lleva en sus hombros, y sus ojos, el peso de la cinta que presenta el origen de uno de los personajes más recordados del cine.
El creador de la saga, el director australiano George Miller, explica cómo llegó a ella para ser su Furiosa, su nueva protagonista. Personaje que antes fue interpretado por Charlize Theron en su adultez.“Anya fue una colaboradora maravillosa, cuyas contribuciones añadieron profundidad al personaje, apropiándose de él. Sin duda, aportó un elemento de feracidad a la película, independientemente de si parte de ella o no, lo encontró en su interior”.
El creativo la describe como una actriz determinante y que pareciera que “no tiene miedo”, la describe.
En la cinta de casi tres horas de duración queda demostrado el valor de su interpretación, pues sus diálogos son casi inexistentes. Exactamente fueron 30 líneas de texto lo que tuvo para su actuación, todo lo demás fue corporal. Anya supo encender su mirada furiosa, en uno de los escenarios más devastadores para la humanidad.
Una guerra nuclear, una guerra por agua y una guerra por comida, son algunas de las luchas que han pasado los habitantes de esta Tierra.
El proceso para grabar Furiosa
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Leer másGeorge y Anya tuvieron que trabajar hombro a hombro para poder encontrar un punto creativo que les permita hacer la mejor historia. La protagonista de Furiosa lo explica. “Recuerdo que, al principio, George y yo tuvimos largas conversaciones que duraban cuatro o cinco horas y, un día, me pidió que le justificara la película. ‘Tienes que decirme por qué estamos haciendo esta película’. Para mí, lo veo como un cuento con moraleja. Lo veo como la presentación de un mundo que es tremendamente entretenido y sumamente bello en términos del arte que todo el mundo le aporta. Pero la realidad de ese universo no está terriblemente lejos, y eso fue algo que me atrajo mucho a la hora de contar esta historia y la legítima obsesión de Furiosa por volver a Tierra Verde”, señala la estrella.
La moraleja de la película es lo que le deja una enseñanza tanto a la actriz como al público, y fue una de las grandes motivaciones para filmarla. “Si la gente aún no lo ha entendido, empezará a hacerlo relativamente pronto: proteger nuestro planeta. En cuanto a la actuación, siento tanto amor y admiración por Furiosa, y la tengo tan cerca de mi corazón que lo único que quería era contar correctamente la historia. Estuve tan metida en la cabeza de mi personaje y me costó soltarla. Espero que eso signifique que algo funcionó, porque lo único que me importó fue de esta persona”.
Es por eso que le dedicó una publicación muy sensible en Instagram, llena de fotos de sus escenas de combate y con todo el equipo de producción.
Anya no tiene licencia de conducir
En la saga Mad Max, los automotores siempre han sido uno de sus elementos característicos. Y aunque la actriz de 28 años se conduce desde un tráiler a motos a altas velocidades, la verdad es que ella no tiene carné de conductora certificada. “Hasta ahora, no tengo una licencia de conducir, así que puedo hacer un giro abrupto de 180 grados en un auto, pero no puedo estacionar en paralelo o ir en la carretera. Mi introducción a la conducción ha sido muy diferente a la de la mayoría de la gente”, bromeó la artista.
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Leer másLo que sí no se tomó con humor fue el demandante trabajo físico con el que se preparó. “Quise hacer todo lo que me permitieran y George me apoyó mucho, así que empecé a entrenarme un año antes de empezar a rodar la película, junto a mi increíble doble, Hayley Wright. Hicimos exactamente el mismo entrenamiento. Nunca se me ha dado bien andar en bicicleta, así que subirme de repente a una moto fue un pequeño salto. Me siento muy afortunada de haber podido aprender con los mejores, y ahora tengo esta increíble comunidad de dobles porque toda esta gente fue muy amable y generosa con su tiempo. Fue aprender a pilotar una moto, pasar de una 150 a una 450, y luego sentirme realmente cómoda en el auto, porque gran parte de ello es también llegar a tus marcas. También me puse muy en forma. Lo curioso es que, el año anterior a la película, entrené más de lo que pude entrenar durante el rodaje. Y, sin embargo, estaba más fuerte que nunca, porque lanzarte alrededor de un camión de guerra requiere de todos los músculos del cuerpo”, explica.
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