Gabriela y Andrea Echeverría: Con la ilusión puesta en la fuerza de lo local

Al hacer un balance de 2023, Andrea (24) y Gabriela (27) son concretas. Si bien describen el 2022 como el año de expansión de su emprendimiento, Loretta, aseguran que en el 2023, en cambio, la situación del país afectó a todos, “más que nada en las ventas”.

Pero ellas no están dispuestas a bajar los brazos. Tampoco a olvidar el sueño de una oferta de regalos personalizados que nació en honor a su mamá y su abuela.

Recuerdan que fue en un avión desde donde empezaron a crear su ‘plan de vuelo’, empujadas por sus expectativas de emprender. Allí vieron videos, diseñaron el logo y determinaron lo que querían.

Andrea lleva consigo el conocimiento en diseño gráfico y comunicación visual, mientras que Gabriela está formada en educación inicial y especial. Ambas tienen algo en común: son detallistas. Y eso es indispensable para el oficio ‘extra’ que han escogido.

Más hermanas que socias

“Siempre hemos pensado que los detalles personalizados son muchos más apreciados”, concuerdan. De eso son testigos desde que eran chicas, pues les resultaba común regalar cartas o manualidades hechas por ellas mismas.

Al crecer, si bien cada una empezó a ejercer desde su profesión, las ganas de generar un ingreso extra las hizo unir sus talentos. “Ningún miembro de nuestra familia había trabajado en equipo. Nosotras sí”, expresan con orgullo.

Todo comenzó a despegar en un viaje familiar que hicieron casi a finales de 2020 y que aterrizó a su regreso, cuando llegaron con máquinas, herramientas, vinilos y todo lo necesario para iniciar. Tres años después, el crecimiento a nivel nacional ha demostrado que son una buena dupla.

“Siempre hemos sido muy unidas y tratamos de no dañar nuestra relación. Para eso nos hemos puesto reglas, y una de esas es que si hay peleas o insultos nos ponemos multas”, explican. Así es como ponen la hermandad por encima del negocio.

Entre el arte y lo local

La esquina del cuarto de una de las hermanas fue el espacio desde el que iniciaron Loretta a finales de 2020. En ese entonces, el producto estrella era un kit desinfectante y en la Navidad vendieron más de 500. “Entregamos pedidos hasta las seis de la tarde del 24 de diciembre mientras salíamos a misa”, recuerda Andrea.

De a poco agregaron más ítems. Hoy tienen una amplia variedad de objetos de uso personal y también de decoración.

Sin embargo, lo que las diferencia de los demás emprendimientos de regalos es el arte que explaya Andrea en cada diseño. Muchos la conocen por los diferentes murales que ha pintado en la ciudad y ese talento lo ha trasladado también a Loretta, a través de ilustraciones. La imagen de una mascota familiar puesta sobre bolsos, pasaportes o carpetas es una de las más pedidas por los clientes.

“La mitad de los insumos se elabora a nivel local por artesanos. Por ejemplo, objetos en cuerina y madera. Otros los importamos para crearles diseños y el toque personalizado que nos piden”, explica Gabriela.

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Para eso siempre consumen tendencias y ven qué más proponer. “Las dos somos demasiado ‘workaholics’. También todólogas. Recibimos el pedido, diseñamos y hacemos la entrega en Samborondón o Guayaquil”, dicen sobre sus tiempos, que dividen entre sus trabajos y el emprendimiento.

Si bien iniciaron desde la mesita de velador del dormitorio, al día de hoy ya cuentan con un espacio más grande, pero siempre desde casa. Eso, aseguran, es lo que le da calidez a sus detalles.

2024: El año que está por escribirse

Sus planes para el año que acaba de empezar incluyen participar en ferias y promocionar su negocio. “Si lanzamos un joyero, por ejemplo, hacemos colaboración con una marca de accesorios para promocionarnos ambas”, explican sobre algunas de sus estrategias.

Ellas van incluso más allá. Quieren ampliar la línea de casa. “El nuevo año es una oportunidad para innovar”, expresan y ya están preparándose.

Esto va ligando a su interés por ayudar a generar empleo a los artesanos. “Queremos potenciar más productos hechos aquí e importar menos”, anhelan.

Esto es de la mano, “ellos lo crean y nosotras les agregamos nuestro toque con diseños e ilustraciones personalizadas. De esta forma vendemos la marca país”, avizoran. 

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