Grave Digger: “El heavy metal antes era más una cultura que un negocio”

Estamos exactamente a dos semanas de que Quito acoja el Metal Fest, que congrega un cartel de primera a nivel mundial y nacional. Los alemanes Grave Digger se sumaron al cartel, aprovechando que están de gira por Sudamérica con su tour Symbol of Eternity.

EXPRESIONES asistió a la rueda de prensa virtual que ofreció Chris Boltendahl, su vocalista y único miembro original. En una época que se rinde pleitesía a la juventud y se menosprecian las canas, es refrescante escuchar a alguien con tantas vivencias acumuladas.

Chris se ha adaptado a las nuevas tecnologías (la muestra es que estaba usando sin problemas Zoom), pero también tiene claro que muchas cosas valiosas se han perdido con los años.

Chris, siempre se dice que el público latinoamericano es el más apasionado en cuanto a metal se refiere. Usted que ha estado en medio mundo, ¿qué opinas?

Sí, creo que el público latinoamericano es un poco más entusiasta. Pero en el sur europeo, Grecia, Italia y España, se parecen a los sudamericanos. En cambio, si nos vamos más al norte de Europa, el público en los conciertos es más callado, permanece de pie, observando y solo aplaude. En 2004 recuerdo que en Brasil grabamos el álbum en vivo 25 to Live. Fue grandioso.

Grave Digger surgió en los 80, les ha tocado vivir las transiciones del vinilo, al casete, al CD y ahora la virtualidad. ¿Cómo se han adaptado?

Cada 10 años tienes una nueva era. A los 18 años inicié Grave Digger y era como un paraíso, con todas las bandas viejas, como Accept, tocando juntos, fue genial. Nada de internet, la gente compraba elepés. Tres meses antes de la salida de algún disco, ya sabíamos de la promoción y nos emocionábamos. Estoy tan feliz de haber crecido en esa época. De allí en los 90 zanjamos diferencias y resentimientos, y volvimos en grande con el álbum The Reaper y fue un buen punto de partida para nuestro segundo período. Ahora hacemos discos cada dos o tres años, me siento en buena forma y estoy muy feliz con mi vida. Estaremos por primera vez en algunos países como Perú. Es como un regalo después de todos estos años.

Las redes sociales permiten tener un acercamiento más íntimo con los fans. ¿Cómo valoras saber que tu música ha sido importante para mucha gente?

Por una parte, los comentarios son buenos, pero asimismo hay mucho irrespeto.

¿A qué te refieres?

Por ejemplo, hace tiempo sacamos una canción en plan broma llamada Zombie Dance y nos llovieron muchas críticas. Para nosotros es como un tema bailable, no una verdadera canción que haría Grave Digger. Algunas veces los músicos también nos queremos divertir.

Los fans pueden ser implacables.

En mi juventud, después de un concierto de Judas, nunca habría ido donde Rob Halford a decirle que se le olvidó un verso o que se desafinó. Ey, fue un espectáculo en vivo. Un concierto es un concierto y un disco es un disco. Yo sé las fallas que cometo en el escenario. La gente no tiene que mostrarme los errores que cometo frente a sus condenados celulares.

Y también hay fans que se suelen aferrarse a determinadas épocas.

Hay gente que después de 23 años sigue diciendo: “Queremos que vuelva Uwe Lulis” y nosotros les decimos “Tenemos a Axel Ritt ahora. Si quieren a Uwe Lulis, escuchen el álbum Excalibur, el Tunes of War o vayan a un concierto de Accept”. Algunas personas viven en el pasado más que nosotros mismos.

• LOS RECUERDOS, MEJOR QUE CUALQUIER VIDEO HD

“Ahora cuando haces un concierto, a los 15 minutos ya lo puedes ver en internet porque mucha gente se la pasó de pie grabándolo con sus celulares sin apreciar el espectáculo. Cuando voy a un concierto me gusta disfrutar del show, no sufrir un calambre de brazos por sostener el celular por horas. En 1978 vi a Van Halen por primera vez junto a Black Sabbath y quedé impactado. Y hoy, después de 45 años, parece como si hubiera sido ayer. Si llego a tener demencia algún día podré olvidar mi nombre, pero nunca olvidaré los conciertos que vi”.

• PARA SABER

En el Metal Fest tocarán los grupos quiteños Killme y Total Death, los alemanes Kreator, Grave Digger y Accept, los finlandeses Apocalyptica, Finntroll y Stratovarius, Testament, de EE. UU., y Benediction, de Inglaterra.