Harlem Shake: 7 años desde el viral que puso a bailar a medio mundo
Parece que fue ayer, pero el sucesor en redes del 'Gangnam Style’ y que rompió todos los récords posibles, tiene más años de los que crees. EXPRESO también tuvo su video
Harlem Shake fue un fenómeno de Internet que debido a alguna peculiaridad -aún desconocida- consiguió la atención masiva de los internautas. Este 2020 ya se cuentan siete años desde que se vio por primera vez. ¡Sí millennial, estás viejo! ¡Hola centennial, así nos divertíamos los millennials!
El nombre salió de la canción del video, de la que solo se escuchan los primeros 30 segundos, que creó el DJ estadounidense Harry Rodrigues. Por regla general, cada vídeo comenzaba con una persona (a menudo enmascarada) que bailaba el tema en solitario durante 15 segundos, mientras a su alrededor se encontraban muchos otros individuos que no le prestaban atención. Con el cambio de ritmo había un corte y súbitamente toda la multitud bailaba durante otros 15 segundos, con movimientos estrambóticos.
ESTOS FUERON LOS MEJORES
El éxito del viral se atribuyó al gracioso contraste entre ambas escenas, los entornos cotidianos en que ocurría, y su breve duración. El objetivo era, de cierta forma, que quien haga el baile o muestre el disfraz, más hilarante en los últimos 15 segundos, se llevaba más 'likes y shares'.
A tan solo nueve días de ser publicado el original, ya se habían subido a Youtube más de 11.000 versiones del meme, obteniendo más de 44 millones de reproducciones, con una media aproximada de 4.000 nuevas variantes por día.
HASTA EXPRESO HIZO SU HARLEM SHAKE
El Harlem Shake no solo se extendió a Europa, sino también a América y Asia, convirtiéndolo en una broma transcultural que no requería traducción.
Algunas agencias publicitarias aprovecharon el momento y al sumarse consiguieron una repercusión que nunca habrían imaginado. Quedó demostrado que aprovechando el movimiento y la inercia del momento ante situaciones no esperadas es posible conseguir mucha más notoriedad que con algo planeado.
