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Heartstopper
Los adolescentes Charlie y Nick descubren que su poco convencional amistad podría ser algo más mientras lidian con la escuela y el amor juvenil.netflix

Heartstopper 3: Anorexia nerviosa, escasa educación sexual y transfobia

Se estrenó la temporada tres de Heartstopper, una serie aclamada por cómo aborda la temática LGBTI+. Explora más que romance

Del romance ideal a una realidad sensible… Los seguidores de Heartstopper esperaron desde agosto de 2023 el lanzamiento de la tercera temporada de la serie, cuyos protagonistas –Nick Nelson y Charlie Spring, dos adolescentes– se enamoran. Y juntos enfrentar los desafíos de ser gay: miedo, acoso, dolor, descubrimiento y rechazo. En las dos primeras temporadas vimos cómo sortean el bullying en el colegio, la aceptación de sí mismos y, por supuesto, de sus familias, así como el abrazo cálido de sus amigos. También sentimos con ellos las mariposas en el estómago, el primer beso, caminar bajo la lluvia, la libertad…

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Pero en la vida nada, absolutamente nada, es perfecto, aunque parezca. Así que la creadora de esta increíble novela, Alice Oseman, decidió que los ocho últimos episodios –estrenados el 3 de octubre de 2024– trataran algo de lo que no se habla, pero que se debe hablar: los trastornos mentales. No solo eso. En esta reciente temporada, los dos enamorados escalan a un nivel más íntimo y, además, se expone cómo el estigma y el desconocimiento de la gente continúan persiguiendo a las personas trans.

Anorexia nerviosa

Es verano. Nick, Charlie y sus amigos van a la playa. Como es normal, se quitan la ropa para entrar al mar. Charlie, delgado, siente complejo de mostrar su cuerpo y prefiere quedarse leyendo en la arena. Más adelante, mientras todos, se alimentan, él no prueba ni un bocado de papas fritas con –lo que parecen– dedos de pescado fritos. Su novio, Nick, lo percibe. Es el único. Y sabe que eso no es normal. Duda en cómo decirlo, pero cuando los dos comparten un momento a solas en el agua, suelta: “Creo que tienes un trastorno alimenticio”.

Un primer episodio potente. Para los espectadores surgen preguntas: ¿Se lo dirías? ¿Cómo? ¿Cuándo es el momento correcto? ¿Es el momento correcto? ¿Cómo decirle sin causarle daño? ¿Cómo no causarle daño? ¿Son sus padres quienes deberían hacerlo? ¿Son sus amigos? ¿Quién?

Conforme avanzan los capítulos, Nick y Charlie investigan en Google –como seguramente lo hacemos muchos cuando tenemos alguna duda sobre cómo nos sentimos–, pero son los especialistas quienes definen el trastorno de Charlie: anorexia nerviosa. Aquí te cuento de qué se trata.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos de conducta alimentaria, como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, suelen aparecer durante la adolescencia y la juventud. “Este tipo de trastornos se presentan con comportamientos alimentarios anormales y preocupación por la comida, y en la mayoría de casos, por el peso y la figura corporal”, detalla un informe. Este trastorno es tan delicado que puede producir la muerte prematura, a menudo, debido a complicaciones médicas o al suicidio.

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La OMS estima que el 1 % de los adolescentes y adultos jóvenes en el planeta sufren anorexia nerviosa. En Ecuador, según un reporte del Ministerio de Salud Pública (MSP), más de 44.000 personas han tenido este trastorno.

Por supuesto, la serie no se enfrasca en el problema, sino que inmediatamente propone una solución eficaz. Charlie llega a un instituto psiquiátrico donde se interna y recibe la ayuda necesaria para enfrentar el trastorno y, de a poco, superarlo. Su terapeuta le diagnostica anorexia nerviosa y también trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): “Se tiene pensamientos incontrolables y recurrentes (obsesiones), se participa en conductas repetitivas (compulsiones)”, detalla la OMS. Y derivan del bullying que sufrió, el aumento de la ansiedad y depresión.

Estos episodios nos enseñan cómo el amor y el apoyo de la familia son fundamentales. Mientras que los ‘fans de la relación’ de Nick y Charlie aplauden cómo el uno puede ser sostén del otro.

Falta de educación sexual

Caricias, besos acalorados, roces, toques… En Ecuador, los adolescentes le llaman ‘serruchar’. Es lo que hemos visto en las temporadas pasadas. Pero en la tercera, en el primer episodio, mientras Charlie le pone protector solar a Nick sobre su espalda, quien inmediatamente reacciona, deja entrever que ambos ya no son unos niños y, como cualquier otro joven, tienen intriga por experimentar el sexo. Pero las escenas tiernas con un tinte más erótico no son lo único que presenta la serie. También expone un problema de las escuelas y colegios: la falta de educación sexual. En una escena, por ejemplo, aparece un profesor hablando sobre la clamidia, una infección de transmisión sexual; sin embargo, su exposición es inútil, aburrida y los estudiantes prefieren ignorarlo. Mientras que en otra, se ve cómo los chicos deben practicar el correcto uso del condón en un pepinillo. Una enseñanza trillada.

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Tras recibir ayuda psicológica sobre su trastorno (y continuar con el proceso de terapia), Charlie siente que está preparado para dar un paso con su novio Nick, quien asegura estar listo para tener relaciones sexuales. Tras sortear eventos accidentados, al final tienen un momento íntimo, pero sin penetración. “¿Es sexo?”, pregunta uno de ellos. Y con claridad contesta el otro: “Sí”. Es sexo. Y punto. Una lección también para aquellos quienes, desinformados, todavía recurren a la pregunta impropia de: “¿Y quién hace de hombre y quién de mujer?”, cuando se trata de una pareja de varones homosexuales.

Las escenas románticas pero candentes se repiten hasta el último capítulo. Algo que se ha difundido en redes sociales, sobre todo, una imagen en la que Charlie y Nick están abrazados, desnudos, en la cama. Seguramente, muchos de sus seguidores esperaban que este encuentro se ‘concretara’ para que ambos sellaran de una vez su amor.

En esta temporada, Elle (mujer trans) y Tao, amigos de Charlie, también viven momentos románticos y rompen con los paradigmas del sexo trans. Pero su historia también da pie al siguiente eje que hemos planteado en este recorrido de la serie.

La transfobia

Heartstopper cuenta también las historias de Tara y Darcy (lesbianas), de Isaac, quien es arromántico y asexual. Pero –sin duda– estos últimos episodios resaltan la relación de Elle y Tao. Deciden vivir un verano romántico. Descubren el sexo. Superan los miedos. Pero hay un momento que afecta a Ella, cuando la invitan a una radio para hablar su arte –ella pinta cuadros– y, en su lugar terminan preguntándole sobre situaciones de su sexo y género. Algo que la incomoda, pero que expone cómo, para atraer audiencias, las personas trans siguen siendo la ‘carnada’ de los medios de comunicación y de la población en general. Lo que deja al descubierto un problema que afecta al mundo.

En Ecuador, la transfobia sigue latente. Al menos, el 87% de personas trans en Ecuador no tiene acceso a un empleo, según el Consejo Nacional para la Igualdad de Género. En las cárceles, hay mujeres trans que cumplen condenas junto a internos masculinos. Siguen siendo víctimas de violaciones sexuales y de derechos.

Esta tercera temporada exterioriza un drama real. Y sus seguidores han hecho de esta serie una de las más aclamadas. Su trama aborda la temática LGBTI+ desde una perspectiva de género que ha cautivado a la comunidad. Las redes sociales se han llenado de fotos de los protagonistas. Luego de verla, seguro te quedarás con ganas de ver con qué sorprenderá a sus fans más adelante, por supuesto, si existiera una cuarta temporada… 

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