Ilowasky Ganchala retrata las intimidades de lo cotidiano
La exposición de pintura, dibujo y escultura se estrenó en Quito
La ventana de una casa, las cáscaras de los huevos preparados para el desayuno, el lavabo lleno de platos, el atardecer que se mira desde el interior del hogar. En 'Lo inevitable de lo íntimo', el pintor guarandeño ofrece un viaje hacia lo personal y lo cotidiano.
'Entretejidos', arte para hablar de la salud mental
Leer másLa exposición abrió su puertas en el Museo Archivo de Arquitectura-MAE, ubicado en el barrio San Marcos de la capital. Curiosamente el espacio cultural no es solo el sitio de exhibición de los cuadros del pintor, sino que es también protagonista de los paisajes que marcan el recorrido.
“Llegué a San Marcos durante la pandemia”, recuerda Ganchala. “Siempre me interesó relacionarme con el barrio, pero en este caso es una relación en la que figura fuertemente mi taller y lo que sucede desde ahí y hacia el interior”, explica.
La idea de concentrarse en lo íntimo surgió tras varios años dedicado al polo más opuesto; la elaboración de retratos de desconocidos.
Retratar la calle
Durante varios años, Ganchala desarrolló el proyecto pictórico Inmersiones, que consistía en retratar a quienes veía deambulando por la ciudad.
El bien y el mal se exploran en la muestra Claroscuro
Leer másEste empezó en Quito y en Cuenca, mientras el artista recorría sus centros históricos. Ahí retrató los rostros y oficios de quienes caminan o trabajaban en esos lugares, entre ellos vendedores de café, floristas, recicladores, vendedores de periódicos y niños.
Te puede interesar: Una obra explora la poética de la naturaleza a través de sus propios elementos
Tras una primer exposición en la capital, el artista siguió la labor en Cuenca, en Guayaquil y en Buenos Aires. “Desde 2022 estuve viajando, desarrollando esta propuesta, siempre en la calle. Cuando uno habita un espacio, empiezan a pasar cosas interesantes. Habitando se conoce gente y rincones, circunstancias, historia y memoria. Fue muy enriquecedor, un aporte muy significativo a mi vida. Yo me adentro en las historias del otro; esa es la inmersión real, porque mi taller es en la calle”, dice.
Sin embargo, después de tanto tiempo en continuo movimiento quiso detenerse, volver nuevamente al encierro y al proceso de creación desde el taller.
En ese sentido, el artista reunió un cuerpo de treinta obras de pintura y dibujo y diez esculturas que conservan el germen de lo íntimo.
Lee también: Una feria de arte dedicada a la fotografía
“Yo trabajo con el realismo y esa mirada del hogar, de lo privado, se va haciendo cada vez más fuerte en mi obra. Hace mucho tiempo entendí que el arte es un acto de amor, y estas piezas las elegí pensando justo en los espacios de afecto; mi taller, mi casa, mi pareja, mi barrio”, comenta.
La exposición estará abierta al público hasta el 28 de febrero del próximo año, y se puede visitar de miércoles a sábado.
También habrá visitas guiadas con Ganchala, que se irán anunciando a través de las redes sociales del Museo Archivo de Arquitectura-MAE.
El arte de observar lo que nos rodea
“Mi pintura no tiene más intención que representar los momentos que me transcurren, alguna amistad, objetos cotidianos, paisajes cercanos o algún rincón de mi taller. Es una mirada a mi entorno sin mover casi nada”, dice el artista.
Para ello, explica, trabaja a través de la observación directa, con el objetivo de capturar momentos efímeros próximos a desaparecer.
¿Quién era César Andrade Faini? Conoce más sobre el polémico pintor quiteño
Leer más“Mis pinturas son una colección de instantes que aprisiono de la vida. Me gusta pensar que la pintura realista es una opción legítima para reconocer en la contemplación una actitud ante el mundo”, añade.
Es por ello que Lo inevitable de lo intimo captura no lo inamovible, sino lo que sugiere la intimidad pero no es perenne: una puerta entreabierta, unas peras listas para ser comidas, la paleta de colores que usa en sus piezas.
El artista sostiene que para lograr esta mirada pasó por un extenso proceso de evolución, trabajando con diversos estilos y técnicas, como el dibujo, la pintura, la escultura y el grabado.
Ganchala en 2021 obtuvo el segundo premio en la Bienal de Escultura de San Antonio de Ibarra y en 2022 ganó el segundo premio en el 61 Salón de Julio de Guayaquil. Además de muestras en el Puerto Principal, Quito y Cuenca, también ha mostrado sus piezas en Argentina.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!