Ilyari Derks: "En este álbum vuelvo a lo visceral"
La cantautora lanza ¿Por qué no?, disco que rinde homenaje a los instrumentos andinos y a la diversidad mestiza
“Con el corazón hecho pedazos, de tanto recibir y dar flechazos. Despacho esta canción, ceso mis pasos, para que su conjuro suture mis pedazos”, canta la artista peruano holandesa Ilyari Derks.
A su melodiosa voz la acompaña la guitarra y el rasgado característico del requinto, tradicionales en el pasillo ecuatoriano, género del que la cantautora se enamoró de niña mientras vivía en el valle de Tumbaco, en la capital.
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Leer másSin embargo, conforme la canción avanza, al clásico pasillo se le suman elementos de la exótica escala húngara de guitarra y del rap.
Así arranca Conjuro, primer sencillo de ¿Por qué no?, el segundo álbum de la artista.
Derks irrumpió en el mercado latinoamericano en 2019 con Tributo y se consolidó en 2022 con Todas mis sangres.
Sin embargo, el lanzamiento de su primer disco fue también el cierre de un proceso creativo que empezó años antes, cuando dejó Ecuador por Holanda, la tierra de su padre.
“Me fui buscando mi independencia, la vida loca. En ese momento amaba el rock y punk, era otra”, recuerda.
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Sin embargo con el paso de los años, la música la llevó de regreso a sus raíces, a las canciones de Carmencita Lara y Chabuca Granda que su madre ponía en casa.
Un día se acercó al Centro Latinoamericano de Bruselas a pedir trabajo, y terminó participando en el Festival de la Canción Popular e Inédita, el cual ganó.
“Ese fue el empujón que necesitaba y de ahí en delante me dediqué diez años a aprender de los sonidos afroperuano y andinos”, dice.
Su segundo álbum ahonda en los temas que aquejan a región latinoamericana: el patriarcado, el machismo, la lucha a favor de la naturaleza y contra el extractivismo, pero también habla del amor, especialmente del amor y la gratitud que siente hacia su madre y su padre y su abuela.
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Leer másEn ¿Por qué no?, Ilyari continúa en esta misma línea, con temas que abordan la conciencia social, la protesta y la fiesta, pero también, y con más énfasis, el mestizaje.
“Es un reto crecer en culturas y países tan diversos, porque en cualquier lugar en el que estés, la gente te recalca que no eres de ahí. Para mí, la música fue como encontrar una casa en donde no necesito quedarme en una categoría: o la peruana o la ecuatoriana o la holandesa, es un lugar transfronterizo donde todo puede pasar”, dice.
Ese mestizaje y esa apuesta por la identidad intercultural se acrecienta en este álbum, cuyos temas incluyen riffs de funk sobre melodías de San Juanito, y rimas de rap sobre bases de pasillo, como se ve en la canción Conjuro. Además en este disco, la creadora entreteje con los sonidos electrónicos.
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“Creo que llegué a un punto en el que ya no necesito quedarme en un solo género, sino que me parece que explorar en una misma canción es mi estilo y mi búsqueda”, dice.
El pasado 22 de agosto, la artista lanzó Larry Cachuma, el segundo tema del álbum, que aborda la fiesta popular.
El disco entero verá la luz en las plataformas digitales el próximo 10 de noviembre.
Perder el miedo
“Este proyecto también significó una ruptura con mi última etapa, en la que yo era muy fiel y cuidadosa con los estilos. Tenía miedo de mezclar, de unir géneros, estilo y sonidos. Era muy purista. Pero en esta ocasión, estas canciones fueron como volver a lo visceral, pero desde un nuevo lugar donde he perdido el miedo a lo desconocido”, asegura la artista.
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Leer másEl título del álbum, ¿Por qué no?, es entonces una respuesta a esta pregunta, ¿por qué no hacer una chicha psicodélica o un pasillo con rap o un sanjuanito con zuco?
Uno de los temas más esperados del álbum es Azul, una melodía que rinde
homenaje a las mujeres “ronderas” que protegen a las lagunas del extractivismo minero en el páramo de Cajamarca, Perú. En ella se escucha la voz de una de estas mujeres que grita en contra de las maquinarias de la minería.
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“Es una canción que habla de la lucha de nuestros territorios y de la necesidad de alzar la voz y de perder el miedo contra quienes buscan destruirlos”, asegura.
Y si bien la canción habla sobre un territorio específico, la artista cree que esta es aplicable incluso en lo local. “Nada debería impedirnos de alzar la voz por el Machángara, por ejemplo”.
El estilo 'cholandés'
Con la aparición de su disco anterior, la cantante ideó el término ‘cholandesa’ para describir su nacionalidad e identidad. “Yo soy la suma de mis padres, de mis abuelos, de los sitios donde crecí. No me puedo describir como una sola cosa. Para mí elegir ‘cholandesa’ para describirme fue un momento de sobrepasar todo eso y de unir lo que soy, de decir ‘ojalá podamos ver más allá del género, de la racialidad o el apellido’”, señala.
Esta integración de realidades en un sitio clave en su música, que rescata los géneros e instrumentos andinos y los revaloriza. “Es un desperdicio no mirar a lo que tenemos acá en Latinoamérica y ver lo valioso que es. Para mí, es una fuente de inspiración tan apasionante, que ponerlo en mi música es una necesidad. No lo hago porque se vea bien, sino porque el sonido me parece hermoso y lo quiero compartir con el mundo”, establece.
Es así que este nuevo álbum incluye guiños al Dúo Benítez y Valencia, Bravos del Ande y a artistas contemporáneos como La Rosalía, sin dejar de lado el sonido ancestral.
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