'Incómodo': El corto ecuatoriano nominado en el Festival Big Syn
El filme podría ganar el premio a mejor cortometraje en el 6º del festival, en Londres
El cortometraje Incómodo (Uncomfortable Fashion Film), dirigido por Olivia Kusijanovic, es uno de los seleccionados para competir en el premio al mejor cortometraje en la sexta edición del Festival Internacional de Cine Big Syn, en Londres. Esta producción ecuatoriana busca visibilizar y desnormalizar el Pink Tax, un sobreprecio injustificado que enfrentan las mujeres al adquirir productos que, a menudo, son idénticos a los de hombres, pero suben de precio al momento de ser etiquetados como de uso exclusivo para mujeres.
Con este enfoque, Incómodo busca posicionarse como un portavoz para visibilizar la importancia equidad de género en medidas que podrían pasar desapercibidas si no se señalan. La directora, quien es exalumna de la Universidad Casa Grande, busca también implementar la búsqueda de justicia social en el ámbito cinematográfico.
Sobre el Festival Internacional de Cine Big Syn
Este festival está organizado por el Big Syn Institute. Este instituto es parte del Centre for Big Synergy, una organización de la sociedad civil del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (ONU). Estos galardones son internacionalmente reconocidos por su enfoque en sostenibilidad y cuenta con una audiencia global de más de 45 millones de espectadores alrededor de 120 países.
Por su trama, el filme Incómodo también fue galardonado como mejor cortometraje en el Festival Bangkok Movie Awards Además, el cortometraje forma parte de más de 150 piezas audiovisuales proyectadas en el icónico Piccadilly Lights de Londres, que es la pantalla más grande de toda Europa.
¿Qué es el Pink Tax?
El término se originó en Estados Unidos en los años 90 para describir el fenómeno del sobreprecio en productos y servicios dirigidos a mujeres. La palabra Pink es una referencia directa a la asociación de este color con la feminidad. Este término ha ganado popularidad en años recientes a medida que la conciencia sobre la desigualdad de género y la discriminación en precios ha crecido, convirtiéndose en un símbolo de la lucha por la equidad económica.
El Pink Tax podría manifiestarse en una amplia gama de productos que incluye ropa y productos de higiene personal, así como también servicios como cortes de cabello y seguros. Este sobreprecio no solo impactaría el bolsillo de las consumidoras, sino que también subrayaría las desigualdades económicas que enfrentan las mujeres, creando una mayor conciencia sobre la necesidad de justicia en el mercado.
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