Jeffrey Epstein fue asquerosamente rico, lo dice Netflix

El cine documental es obra esencialmente informativa. Da más importancia al contenido de las imágenes, a las entrevistas o declaraciones y permite emplear todo tipo de técnicas: desde las tomas de vistas reales hasta la inclusión de documentos u objetos valederos a la historia. Incluye el recurso de las imágenes fijas, el acelerado y hasta los intertítulos del cine mudo. Todo esto guarda la bien lograda serie que Netflix presenta bajo el título de 'Jeffrey Epstein: asquerosamente rico'. 

Asombrosamente detallada, estupendamente investigada, con imágenes precisas, a veces paisajista, exposiciones bien dichas y sobre todo: franca. El director y los guionistas no han creado tapujos para mostrar la verdad. Quizás moleste la 'colocación' de los años y ello podría crear una cierta confusión al espectador pero tampoco es un severo inconveniente.

Para quienes no han conocido la historia de Epstein, un multimillonario estadounidense que vivió apegado a las altas esferas sociales, financieras y políticas de su país e Inglaterra, debo informarles que también fue conocido por su afición al sexo con chiquillas muy jóvenes, muchas de apenas 14 años. 

No solo que las prostituía sino que las proporcionaba a sus amigos, entre ellos –se asegura, aunque el palacio de Buckingham lo refuta- al duque de York (príncipe Andrés), cuya imagen, rodeando con su brazo el talle de una chiquilla afirme lo expuesto y él lo niegue frente a una cámara de televisión. En este documental no queda bien parado.

Las declaraciones de la muchachas abusadas y ahora llamadas 'sobrevivientes' son patéticas: unas aceptaron los 200 dólares ofertados para la ejecución de masajes que terminaban siendo preámbulos del sexo o el manoseo corporal. Otras corrían asqueadas y algunas se convirtieron en 'reclutadoras' de las futuras 'masajistas', base de una pirámide sexual. 

Muchas provenían de hogares destrozados, de madres adictas a la droga, de parejas criminales, de muchachas que huían de sus hogares desde los 12 años. Esas eran las presas fáciles: chiquillas con traumas y pobreza, durmiendo en la calle pero con un don…. Belleza juvenil. Pero no todas salían del lumpen, muchas eran aspirantes a modelos, dibujantes talentosas, mujeres de rostros bellos y figuras desquiciantes.

Pero el documental no queda en eso. También toma la ruta de la policía, de los detectives, de la Fiscalía establecida en la Florida, del FBI, del periodismo, de los abogados, de fiscales vendidos y una red de intrigas para salvar al pedófilo. 

El espectador quedará absorto cuando escuche el concepto del abogado defensor de Epstein: “Se debe atacar a la supuesta víctima. Se debe sacar todo lo negativo, brindar un panorama complejo del acusador. Se cuestionará su credibilidad por sus antecedentes, todo lo que pueda beneficiar al acusado. Además, buscar siempre lo que favorezca al cliente, sin importar lo que del abogado piense la gente”. Son las miserias de la justicia, así lo deja ver el documental.

Marchan también figuras importantes de la política estadounidense, entre ellos el Ministro de Trabajo Alexander Acosta, quien debió renunciar a su puesto cuando los abogados defensores de las víctimas demostraron que había pactado con los abogados de Epstein “un arreglo” para que este fuese a prisión (en su primer juicio) por dos cargos menores: solicitud de prostitución y usar una menor para ello.

Las cámaras trabajan bien, así como el montaje. Las historias que rodearon al hecho van siendo reconstruidas por las propias 'sobrevivientes' y sus abogados, sin olvidar la prensa y declaraciones afirmando que un artículo sobre Epstein, publicado en famosa revista fue editado para sacar del texto a las muchachas abusadas 

También porque las lentes captan el cinismo de ese personaje. Se ve claramente que sus respuestas al interrogatorio acusador están siendo leídas por él, recurriendo siempre al derecho que permite silenciar réplicas. Esa es la esencia del telefilme.

Plato fuerte de la temporada, 'Asquerosamente rico' será visto por todo abogado, periodista, defensor de los derechos humanos, políticos y gobernantes.

Epílogo

Jeffrey Edward Epstein se suicidó (otros afirman que lo mataron) el 10 de agosto del 2019. Dejó a su hermano casi toda su fortuna: 578 millones de dólares. Anonymus acaba de publicar lo que ahora llaman 'El libro negro de Jeffrey Epstein', guarda los nombres de todos quienes utilizaron sexualmente a ese grupo de muchachas, más de 50. 

Su amiga Ghislaine Maxwell (que originalmente buscaba las 'masajistas'), de origen británico y miembro de la alta sociedad inglesa, ha desaparecido. La última vez que la vieron fue en Boston, en aquel 2019. Desde entonces, nadie sabe dónde está. ¿Quién dijo que la realidad va más allá de la ficción?

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