Jennifer González: “La comida te cambia el ‘mood’ del día”
“Los dips le dan un sabor casi celestial a las comidas”, dice Jennifer González, una ingeniera en administración hotelera con alma de ‘foodie’, quien decidió emprender con este único producto a través de Holy Bites Dips.
“Los guayaquileños tienen algo muy peculiar… Nunca les falta una comida en sus encuentros. No importa de qué vayan a hablar, siempre lo hacen en torno a la mesa”, afirma.
Con esa certeza en la mente, empezó su emprendimiento. Una inversión de $ 100 y un entorno complicado como fue la pandemia resultaron suficientes para salir adelante.
Ella sabe bien que no ha inventado el agua tibia y que hay cientos de emprendimientos más en su rubro. Por eso no se conforma con ser una más, sino que se esfuerza porque a su propuesta no le falten ni la creatividad ni los sabores que recogen historia familiar.
¿Qué es un ‘foodie’?
La palabra ‘foodie’ se ha extendido con las redes sociales y suele utilizarse para definir a aquellos influencers que hablan de comida. De hecho, su definición se relaciona con los aficionados a la comida y la bebida, lo que en español se conoce como ‘comidista’ (aunque no suena tan bien).
La clave está en aquello de “aficionados”. Porque el ‘foodie’ no es un especialista, tampoco un gran conocedor de la gastronomía, como lo es un gastrónomo. Tampoco es una persona de gustos refinados, como un gourmet. El ‘foodie’ es simplemente un apasionado por el buen comer, y, por lo tanto, más amplio y entusiasta.
Mami Meche puso su granito de arena
En Jennifer, por casualidad o no, la gastronomía es un punto fuerte. “Nunca tomé un curso de chef, todo ha sido de manera empírica”, explica, y añade que su interés en la cocina viene heredado de su abuela materna, Mamá Meche. Era madre de doce hijos y, entre sobrinos y nietos, llegan a ser más de 70 miembros.
“Cocinaba espectacular y siempre nos reunía con el pretexto de ir a probar platos. Pero como buena curiosa, desde niña yo quise aprender. Me enseñó desde pelar una papa hasta deshuesar un pollo”, recuerda. Esa fue su escuela. Y, asegura, no necesitó más.
“Me encanta sorprender a la gente con la comida. En cada reunión con amigos, siempre he llegado con algo para picar y me ‘piropeaban’ mucho mi plato. Un día me preguntaron si los vendía y antes de contestar que no, una amiga se adelanta y respondió por mí: ‘Sí, ella vende’”, recuerda.
Ese fue el empujón. Y en la temporada del Día de la Madre en 2020 (plena pandemia) se animó a generar un ingreso extra. Dips, congelados, precocidos, bites, salsas y sangrías... todo empezó a surgir desde su cocina, desde el más vendido, el dip de choclo con tocino, hasta ciertos de inventos que han tenido gran aceptación, como el de pimiento asado con tocino en base de queso crema.
No solo el sabor es importante
Antes de lanzarse, Jennifer pasó por un período de prueba. Su círculo más cercano se convirtió en catador y juez. Con el visto bueno, se lanzó a vender.
Su mejor publicidad fue el voz a voz y la buena acogida le permitió incorporar nuevas variedades: recetas con nueces, alcachofas y espinaca, tortillas de verde, empanadas, todo orientado a la alimentación saludable y 100 % casera, con el mismo cariño con que aprendió a cocinar para la familia, asegura.
“Con esta tendencia de movimiento ‘foodie’ (amantes por la comida) la clave es innovar. Noto que los guayaquileños se han vuelto más exigentes y siempre me están preguntando qué otro sabor voy a lanzar”, expresa.
El empacado también es importante. Esta emprendedora utiliza envases ecoamigables que pueden ir directo a la mesa. Ella sabe que no solo el sabor es importante.
“El hambre no espera… La buena comida te llena de vida y te cambia el mood del día”, concluye.
Qué, cuándo y con quién...
“La gente que ama comer es la mejor gente”, dice Jennifer. Y es precisamente para ellos que comparte ‘play list gastronómico’ a la hora de compartir la mesa:
- Para picar entre amigos: Dip de choclo y tocino, con sangría.
- En familia: Empanadas y minipizzas para los niños, que son los que más disfrutan las reuniones.
- Noche de ‘pelis’ en pareja: Sangría blanca y dip de cebolla caramelizada con tocino, todo acompañado de velas y mucho amor.
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Fotos: Carlos Klinger//EXPRESO. Producción: Gianella Muñoz. Maquillaje y peinado: Génesis Carranza (IG @genesiscarranzamakeup). Vestuario: Denisse Yance (IG @denissefashion86)