Jorge Yunda: "A veces toca ser buen torero"
Alegre, jovial, reflexivo, elocuente y centrado es como se mostró el alcalde de Quito durante el encuentro que mantuvo con EXPRESIONES.
El Monasterio de Santa Clara (el segundo más antiguo del país), situado en el Centro Histórico de Quito, fue el lugar escogido para conversar con el alcalde de Quito, nacido en Guano, Jorge Yunda.
Polémico, querido, cuestionado, su nombre despierta todo tipo de pasiones, por lo que vimos oportuno someter al primer personero de la capital a que responda a El Cuestionario.
Cuando me alistaba para entrevistarlo, me llegó un meme en el que aparecía una imagen suya con la frase: ‘Mientras Quito se derrumba, Jorge se va de rumba’. ¿Le afecta o ya está curtido?
Elegir la política es una decisión difícil porque se compromete la vida personal, la familia y muchas veces la honra. Realmente estamos decididos a colaborar con una ciudad que me acogió a los 10 años de edad. Hay que tener la piel curtida y gruesa para que todo resbale, pero más pesa la satisfacción de quienes habitan los barrios que han sido descuidados por décadas. Esperamos al final de nuestra administración haber servido a esta ciudad capital.
Me dicen que el sur es su ‘barra brava’...
Uno trabaja para toda la ciudad, pero sin lugar a dudas hay prioridades especialmente en el sur, en el noroccidente, en Calderón, donde no se han asomado los políticos y, si lo hicieron, fue para pedir el voto y luego se olvidaron.
¿Qué hay de sus otras pasiones, el voleibol, la música, su amor por los animales?
En estos siete meses hemos estado concentrados en enfrentar la pandemia. Nos hemos dedicado a tiempo completo y hace un par de meses, de a poco, estamos retornando a las diferentes obras que necesita la ciudadanía.
Entonces los partidos de voleibol tendrán que esperar...
Sí, hemos hecho algo de deporte y música durante la juventud, hoy no lo hacemos, hay otras prioridades.
Pero la música lo ha acompañado toda la vida, hasta ahora.
Yo soy músico y tuve un grupo (Sahiro) con el que recorrí todo el país. Ahora toco la guitarra a ratos para consumo propio o para mi familia.
Los perros también son su otra debilidad.
A una sociedad, decía Mahatma Gandhi, se la conoce por la manera en cómo trata a los animales. Ha habido maltrato, indolencia, en una ciudad que tiene miles de perritos abandonados. Hoy contamos con dos hospitales metropolitanos y un tercero que pronto inauguraremos. Estamos inmersos en una campaña de adopción, tenencia responsable y esterilización masiva.
¿Ha tenido amores perros?
Si existe la reencarnación, lo haría en este noble animal, cuya lealtad es incuestionable, da la vida por su amo, por su familiar.
¿Y ha perreado a más de una?
No soy de perreo, sino de galanteo. Un caballero.
¿Conquista con dignidad?
Claro, con detalles, aunque a estas alturas tengo otras visiones y expectativas pero en la función pública.
¿Es cangrejo de un solo hueco o es un alma libre como el viento?
Creo en la estabilidad, así estamos diseñados los seres humanos, es lo que te da calidad de vida.
Hace poco un expresidente de la República llamó a las mujeres que crean que él pueda ser el padre de sus hijos a que se hagan una prueba de ADN. ¿Ese nunca será su caso?
Si las especies que supuestamente no tienen raciocinio cuidan de sus vástagos, el ser humano lo mínimo que puede hacer es responder por sus actos y cuidar por ese ser que no pide venir al mundo. Es un tema que jamás negaría si llegara a toparme con esa situación.
¿Un hombre correcto y serio?
En muchos aspectos sí.
¿Y en cuáles no lo es?
Bueno, todos tenemos nuestras debilidades. En lo sentimental somos muy complejos, pero vamos adquiriendo la madurez que nos permite llegar a esa estabilidad que deseamos tener.
Hablando de estabilidad, dicen que usted dudaba entre quedarse con la mamá o el papá. Es decir, entre Correa y Moreno...
Cuando le hablas al pueblo hay que hacerlo con algún tipo de analogía. En el momento que me invitan a ser parte de un bloque asambleísta sin ser militante, acepté. Hablo de un movimiento del que todos conocemos su división. Yo respondo a mi conciencia, los problemas que hayan dentro de un partido ya la historia los juzgará.
En octubre del año pasado, usted se fue de Quito pero no perdió su banquito cuando regresó...
Las expresiones más sublimes de la democracia se expresan en las urnas. Fui parte de un proceso electoral en el que saque un 20 % porque había una fragmentación y la mayoría se inclinó por mi candidatura, y debo responder al ciento por ciento de los ciudadanos que viven en Quito.
¿Se tomaría un vino de las Hermanas Clarisas con Luis Eduardo Vivanco?
No tengo problema en tomarme un vino, una chicha o lo que sea con cualquier ser humano. No guardo odios ni resentimientos. Más bien yo he sido objeto de animadversión y señalamientos apresurados.
¿Cuál es su frase de bandera?
La de Juan Pablo II, la vida es la realización de un sueño de la juventud.
¿Y es lo que proyecta?
Uno no vive con la cédula, sino con la mentalidad joven.
¿Es de los que admite cuando se equivoca o es de aquellos que dicen: ‘Yo no fui, fue Teté’?
La principal característica de un político es aceptar sus errores y no maquillarlos ni esconderlos. Y sí, como cualquier ser humano debo tener muchísimos errores.
¿Presidente de la República?
No me visualizo a futuro. Hoy mi preocupación es como alcalde de Quito y controlar esta pandemia que ha sacudido al mundo. Lo que aspiro, cuando finalice mi gestión, es caminar tranquilo por las calles de Quito, pero que no se dude que hicimos nuestro mayor esfuerzo.
¿Los toros nunca más?
El pueblo de Quito así lo decidió hace tiempo. Y es una práctica que yo nunca he aceptado, no es una fiesta que pueda considerarse un arte, pero respeto a quien no piensa así. Hasta ahí llega mi función.
¿Ha sido buen torero?
A veces toca.
¿Nunca se dejó cuernear?
No tengo esos sesgos machistas, pero posiblemente (risas).
¿Y usted los ha puesto?
Somos humanos, pero cada vez ganamos madurez y estabilidad respecto a ese tema.
¿Alguna reina en su vida?
De las que me acuerdo, te puedo citar a la Reina del Camino, la Reina del Quinche (risas), pero no he tenido la posibilidad. Ahora que soy alcalde he conocido algunas con las que hay buena relación y respeto. Si con fondos privados quieren hacer Reina de San Francisco de Quito, Miss Mitad del Mundo, Miss Quito o Miss Tierra, pues no me opongo.
¿Usted es el rey de Quito?
No soy de monarquías, la autoridad tiene que estar al nivel de sus colaboradores, debe ser uno más de quienes empujan esa barcaza hacia los objetivos que nos hemos trazado.