Jorgito 'Guayaco' y la denuncia de su padre: la cruda realidad del entretenimiento

En los últimos años, la figura de Jorgito 'Guayaco' ha capturado la atención de las redes sociales por el tipo de contenidos que publica, que usualmente generan burlas por parte de los usuarios, convirtiéndose así en un símbolo de un fenómeno preocupante: la explotación de la vulnerabilidad en busca de beneficios económicos y de entretenimiento. 

El padre de Jorgito, Leonardo Naranjo, dice que es consciente de la degradación que ha tenido la imagen de su hijo, la cual atribuye a su mánager Leonardo Zamora, a quien le interpuso un reclamo administrativo en la Defensoría Provincial del Guayas por supuestos actos como: “explotación de su hijo y exposición a actos deshumanizantes, como pornografía, hacerlo enfrentar a un perro más grande que él e, incluso, el consumo de alcohol y también de sustancias sujetas a fiscalización”.

¿A qué se debe la exposición de Jorgito?

Para el psicólogo clínico César Valcárcel el caso de Jorgito, de 31 años, no es un hecho aislado, sino que refleja una tendencia más amplia en la sociedad actual. El experto destaca que las personas que enfrentan limitaciones en su comunicación son altamente influenciables y vulnerables. Esta condición los convierte en blanco fácil para aquellos que buscan sacar provecho de su situación. 

"La necesidad de generar satisfacción a partir del dolor ajeno ha creado un ambiente propicio para que algunas personas intenten obtener beneficios a costa de estas limitaciones", explica Valcárcel, quien añade que la búsqueda de likes y la gratificación instantánea han llevado a muchos a consumir contenido donde no importa la integridad de la otra persona.

"Vivimos en una de las épocas de mayor apatía en la historia de la humanidad. No somos empáticos en lo absoluto, no buscamos el bienestar común, solo el nuestro", sentencia el psicólogo clínico.

Disputa legal

Leonardo Naranjo inició el proceso legal contra el mánager de su hijo para que se le permita a él y su  familia ver a Jorgito, pues argumenta que las comunicaciones con su hijo son muy esporádicas. También quieren que se determine si por el grado de discapacidad que se evidencia que tiene, este necesita un tutor legal.

A criterio del abogado Carlos Samaniego, es "complejo que el padre recupere a su hijo siendo un adulto". Como Jorgito El Guayaco no tiene una credencial emitida por el Ministerio de Salud que indique que él tiene un grado de discapacidad, el jurista sostiene que, entonces, "legalmente no la tiene", aunque físicamente se evidencie.

"La única forma para poder hacerlo es a través del certificado de discapacidad, de esa forma se puede establecer que es un discapacitado y, por ende, hasta la muerte de Jorgito, sus padres serán sus representantes", resalta Samaniego.

¿Cuáles serían las sanciones por este caso?

Pese a ello, el jurista menciona que el Código Orgánico Integral Penal establece delitos para un curador (representante de una persona declarada incapaz en razón de un déficit de sus facultades mentales) si procede a realizar actos que atentan en contra de los derechos de humanidad. 

El artículo 100 del COIP establece penas para la explotación sexual de personas con discapacidad o que se encuentren en una situación de vulnerabilidad. Asimismo, el artículo 172 de este cuerpo legal tipifica la utilización de personas para exhibición pública con fines de naturaleza sexual.

 "Ahí podría el mánager ser objeto de una investigación penal", afirma Samaniego, quien advierte que la Fiscalía puede, según el artículo 444 del COIP, solicitar diligencias, entre las cuales se le puede hacer un examen o valoración a Jorgito con un psicólogo.

"Un reconocimiento médico, mediante el cual se puede llevar a la conclusión científica que Jorgito padece de una discapacidad, por lo que su mánager podría afrontar prisión de 16 hasta 19 años", sostiene.

Jorgito tiene opciones de mejorar su calidad de vida

Por su parte, el psicólogo Valcárcel sostiene que hay esperanza para un cambio en la calidad de vida de Jorgito, cuyo nombre es Jorge Naranjo Peñafiel, aunque el panorama no sea el más alentador.  "Sí se puede, si los padres buscan mas allá de un rédito económico, el bienestar de Jorge, no de Jorgito, que es la persona detrás del personaje".

Y agrega: "Se pueden implementar terapias de lenguaje y ocupacionales que mejoren su calidad de vida, en lugar de explotar su condición", recomienda Valcárcel, quien culmina haciendo un llamado a la reflexión sobre la situación de Jorgito, que a menudo se pasa por alto por la búsqueda de entretenimiento.

"Se le ve llorando en los videos, pero eso perversamente vende. Pero él sufre en ciertas ocasiones, ¿y su dolor y su trauma?, se cuestiona Valcárcel. 

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