Ocio

Joyce, cantautora guayaquileña
Su camino en la composición empezó cuando era niña y escribía letras en servilletas.Instagram.

Joyce comparte escenario con Maki Navaja y Chicho Sound Dj

La preparación musical y las vivencias de la compositora guayaquileña le han permitido encontrar su estilo, con influencias de folk pop hasta boleros

En su cuenta de Instagram, Joyce Jácome tiene una foto que la muestra a los cinco años sosteniendo un micrófono con ambas manos, en un concurso de canto que finalmente ganó. “Donde empezó todo”, dice parte del texto que acompaña la imagen.

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La música siempre ha formado parte de su vida, pero fue a los 17 que empezó su preparación formal en la ahora llamada Academia La Mayor (en ese entonces bajo el sello Borkis Entertainment). 

Luego estudió en la Escuela del Pasillo Nicasio Safadi, donde tuvo el privilegio de contar con maestras como Fresia Saavedra y Jenny Estrada, cuyas enseñanzas guarda como tesoros.

Esos aprendizajes, y sobre todo sus vivencias, le han permitido a Joyce forjar su propio estilo, con influencias que van del folk al pop e incluso boleros. Conversamos con ella antes de su presentación de hoy en el espacio Conciencia Positiva (Imbabura y Rocafuerte), junto a Maki Navaja y Chicho Sound DJ, a las 16:00.

Joyce, eres cantautora. Eso significa que, además de cantar, tienes algo que decir, algo que proponer. ¿Qué es eso que quieres expresar a su modo?

Para los cantautores, nuestro primer vínculo es con el sentir propio, nuestras experiencias. Empecé a escribir como a los 12 años, en diarios, servilletas. Ya en el colegio había compañeros que me decían: ‘Ey, cantas bien’ y eso te va motivando. Luego aprendí a tocar guitarra y fusioné la escritura con la música. En esos años le cantaba al desamor, al amor, la tristeza. Fui una adolescente enamorada y también me rompieron el corazón.

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Es desalentador cuando en la escena independiente ves competencia y negación a trabajar con el otro, eso nos debilita. Pero también existe un grupo grande de músicos que no estamos peleando. Debemos entender que hay espacio para todos”.

Joyce Jácome

Pero, sin duda, la Joyce de esa época no es la misma Joyce de ahora.

El ser madura y va aprendiendo cosas. Ahora escribo sobre situaciones en las que he estado, pero que no solo me involucran a mí, sino a otros también. Escribo sobre sueños, como Colibrí, una canción que adoro y cuyo mensaje es seguir luchando, seguir volando. No expreso solo mi sentir como mujer, sino un sentir que puede ser compartido y puede impactar en lo colectivo.

¿Por qué decidiste estudiar en la Escuela del Pasillo luego de haber tenido ya una preparación académica?

Ingresé para mejorar mi conexión con la interpretación. Alguien que yo conocía tocaba pasillos en piano y me impresionaba su forma de interpretar la música. Agradezco haber tenido tremendas maestras que me enseñaron la parte interpretativa, que a la final es con lo que el público conecta. La forma en que el artista interpreta cuando escribe lo que escribe y cómo lo canta es lo que envuelve al público.

Hay artistas como Douglas (Oleas, cantante de hip hop) o Nico (Chang, guitarrista de rock) a quienes conozco desde hace más de diez años, e indistintamente del tamaño de la escena, puedo decir que hemos crecido, en distintos lugares, en distintos tiempos, en distintos géneros. Me encanta ver lo que cada uno ha logrado y ver sus proyecciones como artistas”.

Joyce Jácome

Es decir, que inicialmente no te atrajo el género como tal.

La verdad, uno crece muchas veces con el prejuicio de que el pasillo y otros ritmos del Ecuador son música de cantina. Entonces, ver a este pianista me permitió romper ese paradigma. Y ya luego, cuando estudias el género, entiendes su importancia.

En ese recorrido fuiste encontrando tu estilo.

Cuando estuve en Borkis, escuchaba muchísimo pop. Según el color de tu voz o la predisposición a ciertos géneros, los profesores te recomiendan artistas. Así que escuché y estudié a Christina Aguilera, Aretha Franklin, Nina Simone, Adele, Beyoncé. Pero con el pasillo es diferente.

¿Por qué?

Cuando cantas pasillo, debes interpretar lo que escribió el autor. Jenny Estrada me corregía detalles como cerrar los ojos demasiado, ciertos gestos de mi rostro. Me pedía estudiar y analizar la letra. Esa presión me ayudó a escribir e interpretar de una forma mucho más profunda lo que escribo y lo que canto. Entonces ha sido un proceso largo de entender qué es lo que me gusta, quién soy, qué hago, hacia dónde llevar mis canciones.

¿Y hacia dónde quieres llevarlas?

No es mi fin solo cantar por el alma adolorida o por el alma feliz, sino impactar con mis letras en problemas y realidades, más ahora que soy maestra de Literatura. Mis letras transmiten algo con lo que te puedes identificar.