Judy, el homenaje de una artista a otra
Renée Zwllweger demuestra una fuerza actoral sorprendente que eleva el filme y descubre el alma de Judy Garland (1922-1969).
Londres, invierno de 1968. La leyenda del mundo del espectáculo Judy Garland (Darci Shaw/Renée Zellweger) ha llegado a la capital inglesa para cumplir el contrato celebrado con Bernard Del Font (Michael Gambon): deberá presentarse durante cinco semanas en el elegante club nocturno The Talk of the Town.
Está quebrada por sus malas inversiones y peores cónyuges. Espera ganar lo suficiente como para volver a Los Ángeles y forjar un hogar para sus dos hijos pequeños, Lorna y Joey Luft (Bella Ramsey y Lewin Lloyd). Liza Minnelli, su otra hija (Gemma-Leah Devereux), labra su exitosa carrera. Han pasado 30 años desde que Judy comenzó su estrellato a nivel mundial con 'El mago de Oz'. Ha comenzado a envejecer y su voz se ha debilitado, pero su intensidad dramática ha aumentado.
Mientras se prepara para el espectáculo lucha contra la gerencia, encanta a los músicos y recuerda con amigos, admiradores, su ingenio y brillante calidad humana. Sus fantasías amorosas permanecen intactas y se embarca en un noviazgo con Mickey Dean (Finn Wittrock), su quinto esposo. Pero Judy es frágil… ha trabajado 45 de sus 47 años de vida, está exhausta, perseguida por los recuerdos de una infancia, adolescencia y juventud perdidas en un Hollywood que la atrapó con pastillas para cortar su apetito, pastillas para mantener su vitalidad, pastillas para dormir, pastillas al levantarse y continuar su extenuante y lucrativa labor fílmica. Se hizo adicta a las anfetaminas pero, en realidad, es víctima de otro vicio: la fama.
Para la juventud de este milenio, Judy Garland debe ser una desconocida y, lo que es peor, no les interesa. Pero si usted es amante del buen cine y de los biopics diferentes y quiere ver la mejor actuación femenina del año, en rol principal, debe ir a su mall favorito y ver 'Judy', donde Renée Zellweger ofrece la mejor actuación de su carrera. Ella es el alma de la película, pues su caracterización se eleva sobre todas las vistas (Mercury, Elton John) y además es quien canta las melodías que la Garland hizo famosas.
Ha logrado imponer su propia voz sobre el recuerdo. Es fuerte, vibrante, trémula, capaz de sostener las notas con el gesto usual de la actriz que reencarna: micrófono en la mano derecha, la otra elevada al cielo y su cabeza echada hacia atrás en el éxtasis de su gloria artística. Pero también la muestra con sus inseguridades y penalidades.
Su actuación eleva al filme, pues ha permitido que el público descubra el alma de Judy Garland, quien fue una de las estrellas más famosas del cine que abarca las décadas que van desde los años 30 hasta los 60. Esto reafirma la prensa estadounidense al escribir: “Sentido homenaje de una artista a otra”.
En lo referente a la ambientación, al vestuario, al maquillaje, todo se convierte en sorpresa visual, pues el colorido que tienen las secuencias parece emanar de un arcoíris.
En la parte musical se han tomados tres canciones de su repertorio: 'Over the rainbow' ('El mago de Oz'), 'The trolley song' ('La rueda de la fortuna') y 'Come rain or come shine' (de su presentación en el Carnegie Hall de Nueva York). Estas quedan resaltadas por la fuerza interpretativa de la actriz y sobre todo su expresión corporal en el escenario: está en posición de batalla, con el público en su bolsillo; como una trapecista que salta al vacío sin red alguna que la proteja.
Fallan las caracterizaciones de Louis B. Mayer (Richard Cordery), jefe de producción de la MGM, y de Mickey Rooney (Gus Barry), la estrella más taquillera de aquellos años. Les hace falta más profundidad.
Rupert Goold, su director, encamina el filme bajo un ritmo perfecto, sobre todo al imponer los flashbacks que narran los primeros años del estrellato que vivió Judy Garland. Ha respetado la visión biográfica puesta en el guion. Y, sobre todo, hace justicia al personaje que tan bien expone, así como el gran e inesperado final de este largometraje, que si usted no lo ve, se pierde toda una visión artística de lo que es el cine, el talento, la música y una biografía sobre los últimos meses de un ícono cinematográfico.
Nota al margen. Renée Zellweger ganó el Globo de Oro por su interpretación de Judy Garland y está nominada a los premios Óscar del 9 de febrero. Veremos qué ocurre.
Calificación: * * * * 1/2