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Karime Borja.
Karime supo de su estado cuando todavía era soberana de la ciudad.Archivo

Karime Borja, exreina de la ciudad, reza por la recuperación de su hijo

Durante el fin de semana, el pequeño Mateo sufrió un accidente en una piscina. Su estado es muy delicado.

Cuando Karime Borja fue reina de Guayaquil en 2018, se supo que estaba embarazada. Ella se enfrentó valientemente a las críticas. Mantuvo la corona hasta el final y luego de aquello se hizo una reforma en los reglamentos del certamen para que mujeres con niños o compromiso puedan participar.

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La exsoberana vive un momento en el cual no quisiera estar ninguna madre, el estado de salud del pequeño Mateo Lapo es delicado tras un accidente ocurrido en una piscina el fin de semana. El niño cumplió dos años el 19 de noviembre y por ello su mamá se los celebró en familia.

Tras el doloroso hecho, Karime publicó en sus redes sociales un emotivo mensaje: “El alma me duele cada vez que estás lejos. Imagínate cómo me duele ahora que te veo luchando y no puedo tenerte en mis brazos, no puedo escuchar tu voz, necesito escucharte. Sin embargo alguien más me habló, el único que puede aliviar mi alma, Jesús me habló al oído y me reveló el propósito de esta tragedia. 

Y ahora que lo comprendí, una vez más estoy dispuesta a servirte Padre. Aseguro firme, humilde y fielmente que Mateíto está volviendo a nacer como cuando estaba en mi vientre.

Su cerebro gracias a su plasticidad tan grande se recuperará. Así como cuando Dios formó sus manitas, brazos y pies, con el mismo fervor y convicción, reformará tu cerebrito mi amor y cada uno de tus órganos. Mamá y todos estaremos esperándote, más unidos que nunca para recibirte. Nos falta tanto. Pero juntos saldremos de esta”.

EXPRESIONES la entrevistó el año pasado y entonces Karime comentó que Mateo se había convertido en el motor que la impulsa y la alegría de su vida. Me cambió en todo, en mi manera de pensar y actuar. Desde que los hijos vienen al mundo, están en la cabeza. Él siempre está primero. 

Cuando Mateo llora, se me parte el corazón, imagino cómo se habrá sentido mi mami cuando alguien me partió el corazón o cuando quedé embarazada siendo reina de Guayaquil. Es una experiencia inexplicable ser madre. Creo que nací para serlo. No tenerlo nunca fue una opción. Si yo le hubiese dicho no a mi hijo, mi vida nunca habría sido igual, estuviera muerta en vida”.