Ke Huy Quan y la carrera que renació
El recientemente oscarizado intérprete vio por 30 años perder lo logrado. Hoy está en la cima
Empezar a los 12 años, junto a nada más y nada menos que Harrison Ford, puede ser premonitorio de una larga carrera. Sin embargo, en el destino nada es certero. Así le ocurrió al actor Ke Huy Quan (51), que tras cuarenta años regresa al gran público y con un Óscar.
En la pasada entrega de los premios de la Academia de Hollywood, ocurrida el domingo 12 de marzo, con su triunfo en mano, los cinéfilos comenzaron a recordarlo por grandes títulos tras estar casi desaparecido de los éxitos taquilleros.
Era un pequeño cuando fue parte importantes de las películas Indiana Jones and The Temple Of Doom, seguido de otra famosa cinta, The Goonies. Sin embargo, para el vietnamita de padres chinos, radicado en Estados Unidos: “Después todo fue cuesta abajo”, reflexiona el actual mejor actor de reparto.
“Uno pensaría que después de hacer esos dos grandes largometrajes, tendría una carrera increíble. Después de eso, las oportunidades se redujeron y el tiempo de espera se hizo más largo. Seguía trabajando, pero una vez al año, o una vez cada dos años. Y los papeles se hicieron más pequeños. Estaba bien cuando estaba en la escuela secundaria, pero una vez que me gradué y quise hacerlo a tiempo completo, se volvió difícil”.
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Leer másA los 23 años dejó de actuar, culpándose a sí mismo por su falta de éxito tras no haber conseguido roles pequeños. Ya no lo llamaban incluso yendo a todos los castings. “Me crie en una familia de valor chino muy tradicional, para nunca culpar a nadie más que a ti mismo”, dice.
“Entonces, pensé que no era lo suficientemente alto, que no era lo suficientemente guapo, que no era lo suficientemente bueno como actor. No tenía la madurez para pensar que simplemente no estaban escribiendo papeles para actores asiáticos. Pensé que si tuviera seis pies de altura, sería un actor en activo. Si tuviera el entrenamiento tradicional. Todas estas inseguridades comenzaron a inundar mi cabeza y pensé que el problema era yo. Fue un período doloroso, y estaba tan perdido. Estaba confundido, me sentía miserable, estaba muy desanimado”, ha expresado el intérprete.
Pero el destino no quiso que el cine se vaya de su vida. Quan estudió en la escuela de cine de la Universidad del Sur de California, donde finalmente encontró su equilibrio. “Estaba rodeado de personas que compartían la misma pasión”, comenta. “Mi aprecio por las películas comenzó a expandirse. Esperaba poder continuar haciendo cintas, solo que en una capacidad diferente”.
El cine lo salvó
Al graduarse, Quan fue contactado inesperadamente por el director Corey Yuen (The Transporter), quien dijo que estaba haciendo una película (X-Men). Así, ya a inicios del 2000 comenzó a trabajar en la industria como parte de las producciones, siendo coreógrafo de luchas, también asistente de producción de decenas de cintas.
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Leer másEl renacer
Cuando se estrenó Everything Everywhere all at once, por la que ganó el Óscar, la primera persona en llamar fue Kevin Feige de Marvel, ofreciéndole un papel en la segunda temporada de Loki, que se filmó en Londres durante cuatro meses el año pasado. “Estaba tan aliviado. Yo estaba como, ‘puedo hacer esto’. Los cineastas, los productores me quieren. La película cambió mi vida y la gente se está acercando”. Quan también filmó el programa de Disney+ American Born Chinese, reuniéndose con sus coprotagonistas de Everything Everywhere all at once, Yeoh y Hsu, mientras que el largometraje en sí recaudó más de $ 100 millones en todo el mundo y recibió 11 nominaciones al Óscar y 10 Bafta, incluido el mejor actor secundario para Quan, quien ganó el Globo de Oro el mes pasado. A medida que avanzan las historias de regreso, esta sería difícil de eclipsar.
“Nunca pensé que sería nominado a un Óscar”, dice Quan. “Cuando decidí hacer esto de nuevo, no sabía lo que pensaría la audiencia. La última vez que me vieron era un niño pequeño, ahora soy un hombre de mediana edad. Desde que salió el filme, han sido muy positivos y amables. He estado abrumado, sintiendo todo el amor que tiene la audiencia, no solo por mí, sino también por nuestro filme. Solo quería volver a actuar. Quería pararme frente a la cámara y hacer lo que amo que no pude hacer durante muchas décadas. Todo esto fue más allá de lo que jamás podría haber imaginado”.