Los locos años veinte se despiden de la capital

Los primeros años del siglo pasado arrancaron en medio del horror y la tristeza. La pandemia de la gripe española arrasó con la población, y luego se sumó el dolor de la Primera Guerra Mundial.

Sin embargo, acabado el conflicto, la humanidad se volcó hacia la alegría con el surgimiento del swing, el jazz y el charlestón, que pusieron a soñar a toda una generación; los locos años veinte.

La actriz, cantante y directora artística Magdalena Soto siempre se vio atraída hacia ese glamuroso y vibrante pasado. “Me interesaba mucho como, después de una época de pérdida y de violencia, la alegría volvió de una manera completamente inesperada y que generó un cambio social que, un siglo después aún es significativo. Cambió el mundo. Además, me interesaba mucho esta idea de cómo el arte cumplió un papel importante en la rehabilitación social y emocional de la gente”, señala.

Así surgió Show Time, un espectáculo pensado en un formato ‘music hall’, que incluye interpretaciones de jazz en vivo, conjugado con bailes charlestón y swing.

La obra se estrenó por primera vez hace una década, poco después de que Soto y su compañero, el comediante Santiago Carcelén, se instalarán en la capital.

“La idea comenzó como una obra pequeñita, con dos cantantes y tres músicos, a modo de un cabaré, en un espacio íntimo. En esa época existía el Parapluie Café Teatro en La Floresta, y fue el espacio perfecto para darle vida a la obra”, recuerda Soto.

Cuatro años más tarde, ella y Carcelén decidieron reestrenar la obra, esta vez en gran formato, y la acogida los tomó por sorpresa.

“Lo hicimos en la Casa de la Música, y fue un éxito. Teníamos salas agotadas todas las noches y tuvimos que extender la temporada”, dice.

Desde entonces, la obra se convirtió en un clásico, con once músicos y artistas sobre el escenario. Se presentó en varios teatros de la capital, y eventualmente llegó a otras ciudades del país.

Tras el confinamiento producto de la pandemia de 2020, la obra cobró una nueva relevancia.

“Es interesante, porque estamos recreando justo una época tras una pandemia, donde hubo cambios sociales importantísimos. Y cien años después, nos encontramos nuevamente en un momento similar, una época de cambios y conflictos”, reflexiona la artista.

Sin embargo, el cambio no es solo externo, pues para Soto y Carcelén la época también llegó con una resolución: dejar Ecuador y volver a Chile, donde serán parte de un nuevo proyecto escénico. Justo por ello, decidieron montar nuevamente Show Time, para ofrecerle a la audiencia una oportunidad de despedirse del espectáculo teatral.

“No podíamos irnos así nomás, sin hacer obras icónicas. Tenemos un público que ha sido importante para nosotros y queríamos darles este show como un agradecimiento y como una despedida”.

La obra se presenta en la Casa de la Música. El costo es de $ 32 y $ 22, según la localidad.

Los retos y la esperanza

Tras más de una década en Ecuador, para Soto y Carcelén, decir adiós es un proceso difícil, pero necesario.

“Desde la pandemia, el sector cultural se ha visto muy afectado, y eso influyó mucho en la decisión de dejar el país. Hace algunos años el sector estaba muy activo, se lograba sostener solo, había inversión, fondos y propuestas innovadoras. Hoy en día, la cultura vive una etapa compleja que ya no hace factible seguir”, indica Soto.

Una vez en Chile, los artistas abrirán una escuela junto a la compañía Big Bang, que se dedica al espectáculo circense.

“Llevamos toda nuestra experiencia pedagógica para allá, pero ya no nos enfocaremos solo en la actuación, sino también en el canto, la danza y la acrobacia”, añade la artista.

Sin embargo, espera que para la última función de Show Time, puedan conectarse con su público para agradecerles su apoyo a lo largo de los años.

“Entregar esa alegría por última vez a la gente de acá es emotivo. Imaginoteatro se ha vuelto un referente en el ámbito teatral aquí en Quito, entonces no nos podíamos ir sin hacer nada. Prefiero irme celebrando, agradeciendo y con alegría, que con pena, y compartir ese adiós con el público es algo importante para nosotros”, dice.

Un adiós a piezas icónicas

A la par de Show Time, Imaginoteatro ofrecerá dos últimas funciones de sus obras más conocidas antes de dejar el país.

El sábado 29 de junio, el colectivo pondrá en escena Andes, la Ruta de los Sueños, obra inspirada en la vida del campeón olímpico de ciclismo, Richard Carapaz. La función será a las 18:00 en el Teatro Patio de Comedias, ubicado en La Mariscal.

Finalmente, el domingo 30 de junio, en ese mismo escenario, presentarán la obra infantil Oso en el universo. Esta narra la vida de un oso polar que necesita migrar debido a una crisis por el cambio climático, e integra marionetas y juegos de ilusión para activar la imaginación. Se presentará ese día a las 17:00.