Luis y Silvia de Chonillo, apoyo y complicidad, dentro y fuera del hogar
Él está para alcalde de Durán y ella para la Viceprefectura del Guayas. En vísperas de la Navidad, comparten su historia de amor con EXPRESIONES.
Luis Chonillo y Silvia Córdova lo comparten todo, desde el amor hasta su compromiso por la obra social y la política. Es la segunda vez que el exgobernador del Guayas va por la Alcaldía de Durán (Movimiento Ciudadano, Lista 150), mientras que su esposa es nueva en este campo. Ella es el binomio de Andrés Guschmer y aspira a la Viceprefectura de la provincia (RETO, Lista 33). En esta entrevista con EXPRESIONES dejaron entrever la complicidad que hay entre ambos. Manifiestan que se conocen y complementan muy bien. Dicen ser un apoyo para el otro. Veamos qué tanto coinciden en El Cuestionario.
Comparten el amor, la obra social, el trabajo en la oficina y ahora la política. ¿Cómo hacen para no aburrirse?
Luis: Esta es la primera entrevista que compartimos. Todo lo compartimos, es como cuando tienes un complemento dentro de la familia. De hecho, en la campaña del 2018, sin ella ser candidata, nos acompañó muchísimo en los recorridos.
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Leer másSilvia: Me gusta mucho el tema social. No soy política, soy una ciudadana más que quiere un mejor Ecuador, sobre todo un mejor Durán. Actualmente estoy como candidata a viceprefecta del Guayas.
Luis, usted de pequeño iba al cerro Las Cabras a jugar fútbol y para hacer obra social. ¿Haría lo mismo ahora, pese a cómo está ese lugar actualmente?
L: Era un chico muy inquieto. Más allá del cerro Las Cabras, he ido a muchos lugares, como El Arbolito. Iba a jugar ecuavóley a La Ferroviaria, a diferentes sectores, siempre fui inquieto...
S: Lo sigue siendo.
¿Lo de ustedes fue amor a primera vista?
S: Para mí fue a segunda vista (risas), pero para él fui su amor a primera vista, sin duda alguna.
L: Es guapa, llama mucho la atención. De hecho, fue en una multitud donde nos conocimos y luego volvimos a conversar. Algo que me llama la atención de ella es su corazón, es muy noble. Ahora que recorro distintos sectores, hay personas que se acuerdan mucho de Silvia y es por su sonrisa. Creo que eso fue, dentro de tantas cosas, lo que me conquistó.
Sé que hubo una ruptura y Silvia se fue a Mánchester a estudiar inglés. Usted la siguió y le propuso matrimonio.
S: Me fui a guardar las penas y a echar tierra de por medio. Me fue a buscar dos meses después de que me fui.
L: Antes de irse, nos reencontramos, volvimos a conversar y, obviamente, le dije que si volvía a la relación lo hacía decidido a casarme. Ella estaba allá, fui en Navidad a visitarla y le preparé un detalle.
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Leer más¿Cómo la reconquistó?
L: Me metí a las redes sociales para buscar cómo prepararle una sorpresa para la propuesta de matrimonio y hallé una página que organizaba peticiones de mano. Me había contado que le gustaba mucho la pastelería, entonces me puse en contacto con el lugar y les dije que quería hacer una degustación de postres. La cosa era que ellos pongan un pastel que dijera ‘Silvia’ y luego entrábamos al negocio. Una vez allá, le dije que iríamos a una reunión y cuando pasamos por el local, efectivamente el pastel tenía su nombre. Le pedí entrar, nos recibió la dueña y nos dijo que tenía una promoción si es que ella se llamaba Silvia. Pasamos y nos llevaron a probar los postres.
S: Era una cantidad de postres que no te puedes imaginar, mientras en el piso de arriba preparaban todo para la petición de mano, con rosas, todo lindo. Es algo que nunca voy a olvidar.
Pero no hubo luna de miel, se postergó por la campaña.
L: No la tuvimos, porque llegó la campaña del 2018.
¿Quién pone el árbol en casa?
S: Los dos. Junto al bebé. Rompe todo, pero nos ayuda. Desde pequeño que vea esa cultura de trabajar en equipo. El bebé nació en enero del 2020.
¿Y la cena?
L: La pasamos en casa de mi mamá y luego con la familia de Silvia.
S: Mi suegra prepara un relleno riquísimo. Pero también quiero comentar que tenemos actividades políticas, celebramos Navidad en Durán, por todos los sectores. Los agasajos navideños son infaltables, nosotros los organizamos. Ponemos árboles, integramos a las familias y les hablamos del significado de la Navidad y del arbolito. (Estamos) Muy comprometidos con este proyecto. Luego de eso vino la luna de miel y después Luis Esteban, mi hijo.
Ambos trabajan en la misma empresa, en diferentes roles.
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Leer másL: Ayudamos en las ventas y en la parte comercial. Silvia es economista. Ayuda a la familia, somos cinco hombres. La relación de ella con mi familia es extraordinariamente buena. Eso ayuda a tener estabilidad emocional y de los proyectos que tienes trazados en la vida.
¿Es cierto que Luis es muy obsesivo?
S: Sí, es intenso en sus cosas. Se propone algo y lo cumple a como dé lugar. Es cero improvisación. Debe tener todo planificado en su agenda, incluso los recorridos. A nivel profesional, todo tiene que estar detalladamente listo.
L: Más que obsesivo, soy intenso, perfeccionista. Diría que me gustan las cosas bien planificadas. Para que todo salga bien, uno debe estar comprometido. Mi padre dice que puedes tener grandes ideas, pero si no se ejecutan no sirven para nada.
¿Entonces será el nuevo alcalde de Durán?
S: Así es, el próximo alcalde será mi esposo, Luis Chonillo.
¿Quién manda en la casa?
S: Los dos, es un trabajo en equipo. Siempre lo digo. Él es un papá muy presente, a pesar de que la política demanda mucho tiempo.
¿Cuántas horas pasan en recorrido?
L: Muchas, desde la mañana hasta la noche.
S: Él más.
¿En esas caminatas no se escapan para ir a ver al bebé?
L: Silvia sí. Cuando hay un tiempito, uno aprovecha. Por ejemplo, saliendo de esta entrevista, me acerco un ratito para darle un beso. Puede estar dormido, pero son momentos, y es lo que Silvia siempre dice: no es la cantidad de tiempo, sino la calidad.
S: Luis es dedicado a su hijo, jugando o dándole de comer. El bebé es pegadísimo al papá. Cuando nació, Luis fue el primero en cambiarle el pañal.
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Leer másSiempre anda con guayaberas, ¿cuántas tiene?
S: Como 60. Le encantan las guayaberas.
L: Buena pregunta, pero no son tantas. Desde muy chico me gustan. Me llamaban mucho la atención, porque veía a mi abuelo que las usaba con pantalón gris y zapatos negros. Le pregunté por qué se ponía la misma ropa y me enseñó su clóset, tenía muchas guayaberas. De lunes a domingo solo usaba esa prenda.
La primera se la compró su abuelo, ¿verdad?
L: Así es.
S: Pero mi suegro no las usa. A él no puedes regalarle una camisa llana, le gustan las de cuadros, mangas cortas.
ALGO MÁS
Guayaquileños, él tiene 38 años, ella 31, descendiente de manabitas por lado materno.
Tienen 5 años de casados.
Su hijo es el cuarto Luis de la familia.
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Leer másSilvia mide 1,80 m y fue virreina de la universidad donde estudió Economía.
Casi nunca usa zapatos con tacones y prefiere andar sin maquillaje.
En esta campaña, Luis ha bajado alrededor de 25 libras. En la época de gobernador ganó peso debido a que comía a deshoras.
A él le encanta comer fritada, guatita y sopa de pollo con menudencias. Ella ama cualquier seco con maduro frito, y mejor si es con arroz o cocolón remojado con ‘jugo’. Asegura ser más arrocera que su esposo.