Mare Cevallos: "Yo nací para incomodar"
Sumado a un emprendimiento sostenible, la artista ecuatoriana trabaja de manera independiente en proyectos que le interesan y la valoran.
Desde el inicio de la pandemia, la actriz guayquileña María Emilia Cevallos, mejor conocida como Mare Cevallos, ha bajado las revoluciones. Su presencia en las redes sociales es esporádica, pero no por eso está inactiva. Un emprendimiento y formar parte de la campaña de Uniactores, junto a otros proyectos actorales independientes, la mantienen ocupada al ciento por ciento. EXPRESIONES conversó con la artista quien, como siempre, se mostró abierta, franca y sin filtros.
Hay quienes se preguntan qué ha sido de la vida de Mare Cevallos, ¿qué les dice?
Viví en Quito cinco meses, estuve en dos obras teatrales con Alejandro Lalaleo y grabé una película en Manta llamada Burundanga, de Iván Márquez.
Pero ha estado calladita.
Siempre he trabajado en silencio. Si se han enterado de lo que hago es porque he trabajado en televisión. Prefiero hacer las cosas en voz baja. He sido tendencia este año en dos ocasiones en Twitter por hablar de esoterismo. Publicar mis actividades no me hacen ni más ni menos relevante.
¿Qué la hace relevante?
Lo que soy como ser humano y lo que le doy a mis allegados, a mis amigos, a quienes están cerca de mí.
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Leer más¿Un ser de luz?
Sí, pero no un ser de luz de los que te habla con voz dulce y que envía bendiciones. Eres luz cuando te muestras tal como eres con todos tus estados de ánimo, vibrar alto es permitirte sentir.
Hábleme de su faceta de emprendedora.
Nació junto a una ‘Mare’ mejorada, una mejor versión de mí. Aprendí a vivir con menos equipaje. Empecé a vender mi ropa a raíz de un documental que vi del daño que se le hace al planeta al consumir prendas ‘fast fashion’ de textileras que pagan mal a sus trabajadores y cuya producción masiva logra una polución terrible. Por eso con cinco amigas creamos Esas Manes, un negocio de venta de ropa de segunda mano en buen estado que también se la adquiere de outlets de afuera. Las prendas que no lo están se las arregla y se las dona.
¿Y su carrera actoral cómo va en este momento?
Con un productor estamos trabajando en cosas muy bacanes que tienen que ver conmigo como cantante, al que le estoy metiendo todas mis fuerzas. Trabajo en este momento en lo que me apasiona y me gusta, no para una gran empresa, pero sí con mucho amor que es lo más hermoso.
¿Qué persigue la campaña de Uniactores, entidad de la que forma parte?
Solo un pequeño grupo labora en producciones, cuya cabeza trabaja con las mismas personas de siempre y de manera recurrente. Para muchos talentos las puertas se han cerrado. Las televisoras y las plataformas retransmiten dramatizados que se hicieron hace años y los actores y creadores no reciben nada.
¿Tiene que ver con la propiedad intelectual?
Es una ley que ni siquiera figura en los contratos y de la que no se habla. Hay derechos por cada retransmisión. Yo como actriz soy la dueña de la interpretación que le he dado al papel que se me asignó. Debe haber regalías. Quienes retransmiten son los únicos que ganan.
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Leer másPero hay actores que lo estipulan en su contrato.
Sí, pero la mayoría no lo hace porque necesita trabajar. Cuando yo recién comencé no podía exigir porque de lo contrario perdía el papel, pero te pintan una película maravillosa y terminas trabajando más de doce horas con un sueldo no apropiado, grabando hasta en feriados y fines de semana.
¿Se sintió explotada?
En la primera producción que hice grababa sin descanso, a veces iba al canal y me la pasaba todo el día esperando para al final, a las 9 de la noche, decirme que no grabaría y que eso era pagar piso. Encima me botaron porque me enfermé y resulta que soy problemática porque presenté síntomas debido a una infección en las amígdalas y terminé desplomada en mi casa sin poder hablar. No respetan la vida.
¿Aprendió o siguió pagando piso?
Me sirvió para estar más atenta en el futuro. Fui amiga y compañera, pero terminaron hablando pestes de mí. Sin embargo, curiosamente, me llamaron de nuevo porque se dieron cuenta de que fue un error matar mi personaje. Ningún actor es fácil, todos tenemos nuestros temas, pero el medio fue bastante injusto. No soy de las que vende su vida por la fama, quiero trabajar bajo condiciones justas.
¿Negoció mejor en Sí se puede, la novela de la selección?
Soy mala negociadora. Me gusta actuar, pero también acolitar. Se pactó un valor por trabajar por ciertos días a la semana, pero terminé haciéndolo todos los días. Igual me llamaron conflictiva porque decía que la ropa no era del año 2000. Al final, quien daba la cara era yo. Me hubiese gustado que la hicieran bien para ser transmitida en alguna plataforma. Por utilizar mal los recursos o destinarlos mal, no se lo logró, pero siempre se echa la culpa a los actores.
A través de Uniactores se promueve una tabla de valores que los actores deben cobrar.
Muchos no quieren ser parte de la campaña ni hacer valer sus derechos. No sirve de mucho que diez o veinte sí lo queramos, tampoco los juzgo, quieren y necesitan trabajar y sienten que se les cierran las puertas. De pronto cuando lean esta entrevista algunos canales no volverán a contratarme por hablar de justicia. Hay gente que tiene años laborando en esto, se quejan conmigo pero no dicen nada públicamente y no lo hacen por miedo. Es la posición más cómoda.
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Leer más¿Entonces cuál es la solución?
Siendo realista, la única manera es que todos digamos no, no, mientras no hay un buen contrato, con condiciones justas y respetando lo que se estipula, que haya un paro de actores y que ninguno trabaje, producciones se seguirán haciendo.
¿Decepcionada del medio?
Decepcionada de personas que llevan un doble discurso. Que en redes sociales pelean por los derechos de los demás, pero que con sus hechos deshacen lo que promulgan con sus palabras. Ganan dinero, pero a sus actores se les paga muy poco. Por reclamar me comparan con otras y no es necesario porque sé lo que soy y lo que cuesta mi trabajo. Por algo me llaman, he invertido en mí y en mi educación.
Frente al declive que vive la televisión nacional, no ha pensado en migrar a plataformas digitales.
De hecho sí, estoy en una plataforma de un actor, quien para mí es el mejor de Ecuador. No puedo ahondar en el tema porque es un proyecto que está tomando forma. Las producciones que se verán tendrán contenido de calidad cinematográfica y los actores serán remunerados como tiene que ser.
¿Llegaremos algún día hablar de una industria artística en Ecuador?
Si como país no creamos un medio audiovisual más justo, nunca llegaremos a ser una industria. Necesitamos dejar los egos, los miedos y el individualismo a un lado y formar un colectivo de actores que aman y respetan su profesión y que han construido una carrera. No nací para quedarme callada, nací para incomodar.