María la del barrio, los 25 años de la chamaca que nos enamoró
Tras el éxito de María Mercedes, la cantante mexicana apostó por una telenovela que batió récords de sintonía en México y otras partes del mundo.
En 1996 llegó a Ecuador la telenovela María la del barrio, que fue transmitida por Gamavisión que, en esa época, era conocida como ‘el canal de las estrellas’. La producción fue una adaptación del clásico de 1979, Los ricos también lloran, protagonizado por Verónica Castro y Rogelio Guerra y con Rocío Banquells como antagonista.
Para este ‘remake’, el peso de la trama lo llevaban Thalía, quien venía de triunfar con María Mercedes, y Fernando Colunga, mientras que la villana era Itatí Cantoral con su memorable personaje de Soraya Montenegro, vigente hasta hoy a través de memes y parodias en algunas redes sociales como TikTok.
El argumento, al mejor estilo Cenicienta, cuenta la historia de una humilde muchacha que llega a la casa de una familia rica y se enamora del joven heredero. El resto ya es predecible: conflictos, pasiones, intrigas y romance al mejor estilo de novela mexicana.
Para el libretista y creativo Fabricio Aveiga, quien escribió la mayoría de producciones de TC de la última década, la fórmula aspiracional (la historia de la chica pobre que se enamora del galán millonario) fue fundamental para el triunfo de María la del barrio. A esto le agrega como aderezo la malvada que trata de separarlos. “Los villanos en las producciones de Thalía semejaban a una caricatura, eran malos al extremo, estos recursos funcionaron en la estructura dramática de la novela”.
La actriz Paola Farías, recordada por producciones como La niñera y El exitoso licenciado Cardoso, considera que María la del barrio simbolizó en su momento la fantasía que mucha gente de escasos recursos tiene en su vida. “Pese a que el mundo ha evolucionado y estamos en el siglo XXI, igual existe mucha gente ilusionada que tiene la esperanza de conocer a alguien rico que le cambie la vida”.
Farías añade que la telenovela también funcionó porque Thalía era linda y carismática al igual que su coprotagonista, Fernando Colunga. “Ambos guapos y queridos, y tienes a Itatí Cantoral, quien personificó a una mala desquiciada, hoy es objeto de memes y risas, pero en su momento fue muy odiada por su personaje”.
