María Cristina Moreno: “En mi vida no hay grises, los pasteles dominan mis días”
Esta diseñadora gráfica cuencana emprende en productos llenos de colores para levantar el amor propio de las mujeres.
Un mundo mágico donde arcoíris, flores y corazones son protagonistas atrapan la mirada al pasar las páginas diseñadas por María Cristina Moreno (27).
Sus dibujos son su lenguaje. Estos los plasma en agendas, cuadernos y vasos acompañados de frases, con las cuales tiene una clara intención con la mujer: “Lo que más me interesa es posibilitar desde mis diseños una forma de motivarlas día a día”.
Aquella es la finalidad de Ananda, un emprendimiento que tomó forma desde las aulas de la universidad y que, al día de hoy, lleva cinco años haciendo que el resto de chicas entienda que lo importante es ser felices, no perfectas.
Dice María Cristina desde su natal Cuenca que siempre supo que iba a dedicar su vida al dibujo y el diseño.
Una vez que terminó carrera de Diseño Gráfico, no se detuvo en el camino que se trazó guiada en lo que puede considerarse una pasión, una vocación y su trabajo. “Vengo de familia de artistas”, dice a modo de explicación. Y es que entre sus antepasados están el reconocido pintor Manuel Moreno Serrano, su bisabuelo, y el padre de este, el poeta Miguel Moreno Ordóñez.
Dice que las ilustraciones se han convertido en el lugar en el que puede transmitir su esencia. “En mi vida no hay grises; los colores pasteles son los que dominan mis días”, asegura.
- INDEPENDIZARSE, EL PRIMER PASO
Empezó a trabajar como diseñadora gráfica en relación de dependencia, pero el ritmo exigido no terminaba de satisfacerla. Fue en ese contexto que pensó que tal vez podría ser su propia jefe.
“La base del emprendimiento surgió en la sustentación de tesis en la universidad. Mi objetivo era trabajar en la autoestima de la mujer desde la adolescencia hasta la adultez a través del diseño”, cuenta.
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Leer másEs por eso que Ananda tiene a las agendas como producto principal. En ellas, en cada página se lee una frase motivadora acompañada de ilustraciones acordes a las tendencias. “Recuerdo que hubo un tiempo en el que estuvieron de moda los unicornios y colas de sirena. Entonces me voy adaptando”, precisa.
Inició con las agendas y, para su grata sorpresa, la repercusión fue muy buena. Eso le dio el empujón para seguir haciendo más.
De a poco llegaron los cuadernos, libretas y artículos que se complementan como bolígrafos, borradores, vasos y termos con divertidos diseños que conectan con la niña interior de cada mujer.
- ACOMODARSE AL MERCADO
Como a todos, la pandemia la tomó por sorpresa, pero su creatividad no se detuvo. Como explica, ella siempre quiere reiventarse y esa fue una gran oportunidad para demostrarlo.
“Me di cuenta de que en la cuarentena la gran mayoría se dedicó a aprender a cocinar, entonces lancé una libreta para que escriban ahí sus recetas”.
El resultado fue halagador. Las agendas seguían teniendo buena acogida debido al teletrabajo. Y, en ese proceso del diseño, formó vínculos con otras mujeres para crear más productos nuevas.
“Ahora saqué un fitness planner junto con una nutricionista de Cuenca. Es un diseño que viene bien para el inicio del año y las chicas vayan anotando sus rutinas”, sostiene.
Esta emprendedora no entiende de competencia. Para ella, mientras todas avancen de la mano, mucho mejor. “Yo busco apoyar a la mujeres, por eso estoy siempre abierta a las colaboraciones”, precisa.
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Leer másSu ímpetu es tal que, a futuro, desea tener su propia imprenta en la que aspira dar trabajo a muchas.
AGENDA SIN TIEMPO LIBRE
Su ilusión por llenar de color la vida de las demás no tiene límites y por eso su preparación es constante. “Al principio dibujaba del papel a la computadora. Luego, con el paso del tiempo, pude comprarme un iPad. No he dejado de irme actualizando todos los días, he hecho algunos cursos desde redes sociales hasta fotografía móvil…”, enumera.
Conociendo las demandas del mercado, dice que puede quedarse horas para sacar nuevos productos. Desde borradores en forma de donas o helados y cartucheras con flamencos, hasta medias con sus estampados llenos color.
Las agendas por ejemplo, empieza a diseñarlas en junio de cada año para que en octubre comience su venta. Es imparable.
Y cuando se le pregunta por esa chica que años atrás estaba sustentando su tesis, la María Cristina de ahora se refiere a ella con orgullo. “Me parece satisfactorio el hecho de empujar uno mismo su sueño. Más de lo que uno hace, es vivir de lo que uno ama”.