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En su más reciente Reciclatón se recolectó más de 3 toneladas de residuos aprovechables. Foto: Miguel Canales

María Fernanda Rumbea: “Dejemos de formar una generación que todo bota”

Es la abogada y ambientalista al frente de Recicla LATAM Ecuador que está transformando la vida de los llamados “chamberos”.

Sensible y consciente del mundo que habita, así se muestra María Fernanda Rumbea. Es abogada de profesión y una entusiasta por la sostenibilidad.

Desde hace un año es la Directora Ejecutiva de la Fundación  Recicla Latam en Ecuador, lo cual ha dado un giro en la vida de quienes son llamados chamberos.

Mafer, como muchos la llaman, cuenta que su mundo laboral estuvo marcado en proyectos que tienen un propósito social y se conectan mucho con la comunidad. El Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, la empresa Épico, y la dirección de Ambiente del Municipio de Guayaquil (durante la administración del 2019-2023) fueron encaminándola en temas de biodiversidad y conservación.

Así fue como hace un año fue contactada por el equipo de la Fundación Recicla Latam de Perú, para que empiece a abrir camino en Ecuador. Desde esta trinchera se ha enfocado en la economía circular a través de reciclaje inclusivo, es decir, con los chamberos o “los héroes ambientales” , como los llama ella.

En diálogo con EXPRESIONES cuenta los retos durante las iniciativas de reciclaje, entre esas la Reciclatón, para mejorar la calidad de vida de todos.

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Por un reciclaje inclusivo

En el día a día de María Fernanda no falta el contacto con los recicladores de base. Es fácil verla en los centros de acopio donde ha venido haciendo levantamiento de información.

El 70% de quienes reciclan son mujeres cabeza de hogar; son solteras, viudas o divorciadas que alimentan, educan y visten a sus hijos gracias al reciclaje. ¿Pero a qué costo? Hurgando en la basura, como el resto de varones que también se dedican a esto”, explica.

El haber trabajado anteriormente en proyectos por la comunidad, hizo que tras asumir la dirección de Recicla Ecuador, su mirada se voltee a los llamados chamberos, a fin de mejorar su condición de vida.

Al momento ya tiene registrados más de 450 recolectores de diferentes edades, que ya cuentan con chalecos reflectores, casco, botas, y guantes. “Hemos creado un programa de fortaleciemiento y empoderamiento, donde les hemos enseñado qué pasa con el reciclaje luego de que ellos vendan lo que recolectan. Muchos de ellos desconocían”.

Cuando se le pregunta qué le llena de orgullo cada vez que terminan sus días, nos enseña desde su celular videos de estos héroes hablando mucho más conscientes de lo que significan las 3 R ( reduce, recicla y reutiliza)

Poder capacitarlos, enseñarles finanzas personales, y que se conviertan en emprendedores en base a la sostenibilidad ya es un futuro transformador

Viviendo con propósito 

Con zapatos deportivos, lista para hacer trabajo de territorio, cuenta con emoción sobre lo recolectado en días antes de la entrevista.

Desarrolló la Reciclatón en Samborondón en donde los vecinos demostraron su compromiso por reciclar y lograron reciclar aproximadamente 3 toneladas de material aprovechable.

Es el tercero que hace, y aspira hacer diez más en Ecuador. Pero no ha estado sola; además del apoyo de la empresa privada, la acompañaron sus “héroes ambientales” portando con orgullo sus chalecos y guantes para reciclar. Y asimismo más de 20 emprendedores de marcas sostenibles en pro del cuidado ambiental.

Como mamá de un niño, su propósito es también llegar a crear conciencia en las escuelas. Si bien el año pasado inició la campaña de reciclaje en Milagro y Daule, este año ha empezado en Guayaquil; y ya cuenta con el aval del Ministerio de Educación para ingresar a 30 escuelas públicas y con eso impactar a más de 25 mil niños.

En 2023 se recolectaron 4 mil toneladas entre todos los proyectos, y este año, al momento van aproximadamente 150. La idea es que lo recuperado no se exporte a otros países sino que se quede en Ecuador para que tengamos un mejor vivir y se vuelva a integrar al mercado nacional”.

Bajo la lupa

Hay zonas en Guayaquil donde María Fernanda considera que debe haber mayor control de las autoridades, debido a los desperdicios que se almacenan allí.

“Hay que educar porque la gente lo que no conoce no lo cuida. Dejemos de formar una generación que todo bota… Se puede reparar o reciclar. Nuestros abuelos antes se bañaban en el estero Salado, hoy resulta imposible por todo el material que llega allí” ejemplifica.

Entre esas áreas para poner bajo la lupa, enumera canales de aguas lluvias, como el que atraviesa la ciudadela Las Orquídeas, Mogollón y Puerto Liza. 

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