María José Montoya: “Hay que enseñar la diversidad como algo normal”
Su vocación por enseñar la impulsó a emprender en centros que buscan mejorar el aprendizaje y acceso a la educación inclusiva
Hermana, mamá, esposa y, sobre todo, Tía Majo, así es como se la conoce a la guayaquileña María José Montoya (39), quien tiene la vocación por enseñar en su ADN.
Tenía solo 15 años cuando empezó a ganar experiencia como voluntaria en educación especial en Estados Unidos. Hoy tiene ya una década trabajando en el campo de inclusión educativa.
A propósito del Día Mundial del síndrome de Down, que se recordó el pasado 21 de marzo, EXPRESIONES entró en diálogo con esta emprendedora para conocer cómo su profesión le ha permitido explayar su experiencia y necesidad de acercar a niños con capacidades diferentes a un entorno más equitativo.
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Leer másDesde sus centros, esta ‘tía’ resalta su amor por la enseñanza, pero no con viejos moldes, sino basada en una que sirva para construir un futuro más igualitario y compasivo.
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Por una nueva escuela
Conoció la fundación Possible Dream Foundation de Miami, Florida, cuando tenía 15 años, durante un viaje de vacaciones de la secundaria.
“Son pequeños abandonados y todos tienen una discapacidad... Cuando llegué, me abrieron las puertas como voluntaria porque vieron que me gustaban los niños”, recuerda y añade que a ella le marcó el caso de Sophy, una bebé con síndrome de Down que llegó al lugar justo el primer día en que María José empezó su voluntariado.
Siendo este su motor, se puso a investigar más sobre la educación especial y, en cada viaje a la Ciudad del Sol, regresaba a prestar su contingente en la institución. Y ya en la etapa universitaria empezó toda su preparación.
“Tengo el ADN de la educación... Mis tías han tenido escuelas, pero yo quería algo más integral”, dice. Siguiendo su sueño, en 2010 abrió su primer jardín de infantes inclusivo. “Año a año, con los mismos niños, iba agregando más grados, hasta que llegamos al séptimo de Básica... La meta más adelante es formar un colegio”.
La escuela Howard Gardner (que lleva el nombre del famoso psicólogo, investigador y profesor conocido por sus investigaciones en el análisis de las capacidades cognitivas y por haber formulado la teoría de las inteligencias múltiples) fue solo un primer paso. En 2018 nace Crearme, centro en el que se hacen evaluaciones, terapias y se brinda apoyo a niños, de la mano de psicólogos, neuropsicólogos, terapistas físicos, tecnólogos en educación temprana y más “para que la inclusión educativa y la adaptación curricular para el niño en la escuela sea un éxito”, explica.
TDH, autismo, asperger, síndrome de Down, discapacidad visual y auditiva son, entre otras, las condiciones a las que dirige sus programas.
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Leer más“Como son los niños, son los padres”
Balancea su tiempo como maestra con su rol de madre y esposa. La maternidad, de hecho, hace que ponga el mismo empeño que le da a su hija, en la educación de quienes acuden a ella.
“Ella no ha necesitado de estos programas, pero le gusta jugar mucho a la profesora. Ojalá cuando sea grande se adentre en este campo de la inclusión que es maravilloso”.
Promover desde casa el tema de la diversidad es clave para la crianza. “Si enseñamos a los niños a aceptar la diversidad como algo normal, nunca será necesario hablar de inclusión, sino de convivencia. Todos somos iguales, pero aprendemos de manera diferente”, enfatiza.
Enseñarlo en estos tiempos pospandemia es fundamental, sugiere, ya que la mayoría de niños llegó a la presencialidad con problemas de lenguaje, debido a que no socializaron o estaban un tanto retraídos con problemas de autonomía.
“Es necesario que los papás cuenten con las herramientas necesarias, y, sobre todo, que como adultos estén bien psicológicamente, porque de ellos depende el futuro de los niños. Como son los niños, son los padres”, concluye.
Algunas recomendaciones
A fin de ayudar desde casa, María José comparte algunas recomendaciones para familias que tienen niños con capacidades especiales.
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Leer más- - Aceptación. Cuando los padres aceptan la valoración, ayudan a que su hijo empiece más temprano a tener terapia y que en la escuela se haga una adaptación curricular.
- - Estimulación temprana. Cuando hay sospechas en cuanto a su desarrollo dentro de los 24 meses de nacido, las terapias de estimulación temprana, ayudan a detectar y trabajar todas las áreas como motriz, social, lenguaje y autónoma.
- - Triada. Una vez que el niño va creciendo, se debe trabajar en conjunto: desde casa, con el especialista y en una escuela que tenga profesores comprometidos a esa enseñanza inclusiva. Es decir, la tutora debe ir al ritmo del alumno y no al revés.
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