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Funeral de reina Isabel
Guillermo, Kate Middleton, Harry y Meghan.Agencias

Meghan hace desplante a los príncipes de Gales

La prensa experta en realeza afirma que ella no quería aparecer con su cuñado y la esposa de este en la despedida a Isabel II

Meghan Markle no deja de sorprender. Según la escritora y comunicadora Pilar Eyre, 45 minutos fueron los que hizo esperar Meghan Markle a su cuñado, el príncipe Guillermo y a Kate Middleton el sábado 10 de septiembre, porque se negaba a aparecer con ellos en público, para ver las ofrendas de flores que la gente había dejado en las rejas del castillo de Windsor en memoria de la reina Isabel II. 

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"La propuesta habría sido de Guillermo para ayudar a su padre, Carlos III, con el fin de dar una imagen de unidad familiar. Harry aceptó saludar a la multitud y posar para la prensa, pero Meghan no. Habría alegado cuestiones de seguridad, ya que, según ella, no estaba suficientemente protegida frente a las amenazas que ha recibido", señala Pilar Eyre.

Añade la experta en realeza que otra de las razones que argumentó fueron las de protocolo.  "Ya que ellos no eran los secundarios de nadie porque tan nieto es Harry como Guillermo, pero, sobre todo, temía encontrarse con Kate, a la que ha señalado como la culpable de sus problemas y sobre la que ha vertido críticas en entrevistas pagadas en Estados Unidos".

Su esposo intentó convencerla mientras los ya príncipes de Gales esperaban en la puerta del palacio de Frogmore Cottage dentro del carro, añade Eyre. "Todo el operativo estaba calculado para las cuatro de la tarde, la gente aguardaba, pero Meghan se negaba a salir, hasta que alguien dijo que al final se filtraría que ella no había querido homenajear a la abuela de Harry, la reina de Inglaterra. A regañadientes subió al vehículo y fue llorando todo el camino". 

Kate, indignada, no le habría dirigido la palabra. "Cuando llegaron, ella abrió la puerta para no continuar compartiendo el mismo espacio que Meghan y caminó con grandes zancadas, procurando apartarse".

Finalmente menciona que Meghan llegó donde estaba la gente, algunas mujeres le negaron la mano. Mientras, Kate, acostumbrada a estas apariciones, se sobreponía a su malestar y hablaba, saludaba, sonreía, acariciaba niños y perros con una gran seguridad.