Meghan Markle y Harry se despiden de Canadá antes del cierre de fronteras
Los duques de Sussex se mudaron a Los Ángeles, Estados Unidos, acompañados de su pequeño hijo Archie.
El coronavirus está trastocando todos los planes. Y los de los duques de Sussex no son la excepción: ya no están viviendo en Canadá. El príncipe Harry, Meghan Markle y su hijo Archie han abandonado la isla de Vancouver, donde se habían establecido a principios de este año, y se han mudado a Los Ángeles, Estados Unidos, la ciudad californiana donde nació la duquesa.
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Leer másLa premura del viaje tuvo una razón: debían hacerlo antes de que Estados Unidos decretara cerrar las fronteras. The Sun asegura que la familia tomó un avión privado para, así, iniciar su tan ansiada nueva vida.
La vivienda que ahora ocupan, según el diario, está cerca a Hollywood y es allí donde cumplen el aislamiento. Y aunque el cambio fue precipitado, ya había sido planeado. Es decir, se trata solo de una decisión que debió adelantarse.
De seguro, se sentirán muy cómodos. Meghan nació y creció en esa bulliciosa ciudad, además su madre, Doria Ragland, quien siempre ha sido cercana a ellos, también vive allí y podrá ayudarlos con la crianza de Archie.
- Una mudanza anunciada
Ya la semana pasada se había dicho que Canadá no sería la residencia definitiva de los duques de Sussex. La familia está luchando por armar su propia vida, siguiendo sus propios intereses y armando su propio camino.
Al respecto, una fuente cercana dijo a People que, aunque a Meghan y Markle "les encanta estar en Canadá", también "están mirando casas en Los Ángeles. Es probable que tengan domicilios en ambos lugares".
Sin embargo, llama la atención que, a pesar de las circunstancias actuales que vive el mundo a causa de la propagación del coronavirus, hayan escogido Estados Unidos como lugar de residencia, país que ayer, jueves 27 de marzo, se convirtió en un nuevo epicentro de la pandemia, con la mayor cantidad de casos registrados en todo el mundo.
Un tema que debe preocupar a Harry, mucho más cuando se enteró vía telefónica -al igual que su hermano Guillermo-, de que su padre, el príncipe Carlos, se había contagiado con el COVID-19.
En todo caso, esta repentina mudanza deja claro que los duques de Sussex no tienen intención de regresar a la tierra de la reina Isabel, y sus acciones escriben con claridad que Meghan Markle y Harry toman sus decisiones de manera independiente
