Arte: Una menina ecuatoriana "camina" por las calles de Madrid
El pintor Miguel Betancourt intervino la efigie de 1.80 metros con iconos locales como el florecimiento de los guayacanes
Treinta y tres enormes ‘meninas’ de 1.80 metros de altura se sumaron a fines del año pasado a las calles de Madrid, España. Las figuras, basadas en la insigne obra del pintor Diego Velázquez de 1656 que retrata a la infanta Margarita Teresa de Austria, son una iniciativa del ayuntamiento de esa urbe, por dinamizar la cultura, conocida como ‘Meninas Madrid Gallery’.
Uno de los pintores elegidos para intervenir las enormes efigies fue el reconocido pintor ecuatoriano Miguel Betancourt. Y pese a los meses que han pasado desde la intervención, la obra no ha hecho más que cobrar popularidad, sobre todo en plataformas como TikTok, donde el video que retrata a la escultura se ha hecho viral.
“Me ha sorprendido la acogida que ha tenido el video. He recibido muchísimas fotografías de quienes se han encontrado a la ‘menina’ en Madrid y posaron con ella. Es muy grato ver que, en una ciudad tan cultural como Madrid, esta obra ha obtenido el cariño de la gente”, dice.
Cada artista invitado desarrolló una propuesta para intervenir la efigie y, en el caso de Betancourt, este se dejó inspirar por el florecimiento de los guayacanes, que sucede cada año en Loja.
“Soy un amante de la naturaleza, y ver el florecimiento de los guayacanes es una experiencia maravillosa. Es un espectáculo que a uno le marca, y que es una experiencia muy ligada a nuestra identidad”, señala el artista. A esta temática se sumaron otras, como el rostro de la Venus de Valdivia, que reemplaza al tradicional de la infanta Margarita, y un cabello construido de base a kipus.
“Como artista, uno nunca sabe la repercusión que va a tener una obra. Me sorprende mucho el magnetismo que ha tenido esta pieza y el interés que ha suscitado”, añade.
La efusiva respuesta de los espectadores a la pieza ha generado un nuevo camino en el proceso de creación de Betancourt. Desde sus inicios en el arte, el pintor ha trabajado con varias técnicas y materiales entre ellas óleos, acrílicos, acuarelas, tintas, uso de yute reciclado y papel de arroz originario de China y Corea del Sur.
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Pero ahora, también planea trabajar con grandes estructuras. “Intervenir en este soporte ha sido una nueva experiencia para mí y una con la que quiero continuar expandiéndome y experimentando”, señala.
Con la mirada puesta en Viena
La semana pasada, Betancourt expuso sus piezas en la AQ Feria de Arte, que se realizó en el Centro de Convenciones Metropolitano junto a otros ochenta artistas nacionales y extranjeros. Sin embargo, tras el cierre del encuentro, el pintor alista un nuevo viaje a Europa, donde participará en una muestra colectiva que se hará en Viena, Austria.
“Ahora mis atenciones están centradas en esa muestra y en lo que sucederá en ese viaje”, dice.
En el país, su próxima muestra será en la Alianza Francesa de Quito en junio de 2025.
Quito, una presencia infaltable
Betancourt se inició en el arte en 1974, bajo la tutela del pintor Oswaldo Moreno. Hasta mediados de los años ochenta, estudió en el Milwaukee Art Center, en Estados Unidos, y en Slade School of Fine Art, UCL, tras las cuales empezó a exponer en Europa.
Entre sus más de sesenta muestras internacionales, se destaca su participación en la XLV Bienal Internacional de Venecia en 1993 y en la Exposición de Artistas Latinoamericanos y Caribeños, en el Tokio City Hall.
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Además de recibir varios galardones, como el prestigioso premio Pollock- Krasner, dos de sus cuadros integran la pinacoteca de las Naciones Unidas en Viena y Ginebra.
Curiosamente, pese a sus etapas en el extranjero, el arte de Betancourt está ligado profundamente a lo local, con temáticas como los paradigmas originarios de lo prehispánico, la simbología de las culturas Valdivia, Jama Coaque, Manteña y Chorrera, y los íconos de la capital, como el Panecillo y el Centro Histórico. “Creo que uno nunca se desliga totalmente del lugar en el que nace”, señala.
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