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Merlyn Ochoa y su novio, Paúl Alexander Henríquez
Paúl Alexander Henríquez, novio de la presentadora, le organizó una fiesta sorpresa para celebrar su cumpleaños número 40.Cortesía.

Merlyn Ochoa llega a los 40 renovada y enamorada

La presentadora de televisión presume de un nuevo amor, un marino que le ha devuelto vida a su corazón.

Aunque el dolor por la pérdida de Paúl Martillo, quien fue su esposo y padre de sus dos hijos, Luciana y Paúl, siempre estará latente, Merlyn Ochoa ha decidido darse una nueva oportunidad en el amor. Es por eso que su cumpleaños 40 la tomaron renovada, mucho más madura y, sobre todo, enamorada.

Hace cinco meses, la periodista de Ecuavisa mantiene una relación con Paúl Alexander Henríquez, un marino de 43 años quien, coincidencialmente, lleva el nombre de su hijo y del que fue su gran amor, el periodista fallecido hace 6 años, víctima de cáncer.

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Cumplir cuatro décadas es como renacer, dice. “Cuando pasas por procesos duros, cada año es una nueva oportunidad. Hacer cambios, tener independencia emocional y económica, visualizarte de forma diferente”, afirma la comunicadora, a quien su pareja organizó una fiesta sorpresa en la casa que había visualizado construir con quien fue su esposo. 

Desde hace 8 meses reside en ese inmueble, ubicado en el sector de La Aurora, que fue diseñado tal como lo había planeado junto a Paúl, ‘su eterno guapo’, como todavía lo llama.

CAMBIAR DOLOR POR ALEGRÍA

El que ella tenga siempre presente a quien fue su gran amor no es algo que le moleste a quien ahora ocupa su corazón. Merlyn explica que su actual pareja, divorciado y padre de un niño, respeta su proceso, es paciente, comprensivo y entiende a la perfección su situación.

Tenía mucho dolor, trataba de rehacer mi vida. Lo conozco hace ocho meses y llevamos cinco de relación. Tardó tres meses en declararme su amor, nunca intentó abrazarme o besarme, ¡nada! Es muy detallista, amoroso. Es todo lo contrario a mí. Para él es importante una flor, las palabras de aliento, yo soy al revés. Él es de cartas, me ha escrito muchas”, detalla Merlyn.

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Entre tanto, ella está escribiendo un libro y espera terminarlo pronto. Se llamará 'Mi paso por el infierno'. Narra lo que pasó desde que se enteró de la enfermedad de Paúl, hasta el día en que falleció. “La mitad del libro está dedicado al camino que seguí para salir del abismo luego de saber que el mundo se me venía encima”.

Fueron momentos difíciles, pues dice que hubo días en los que dormía solo una hora, pero de a poco fue saliendo. Fotógrafa de profesión, hace 20 años, antes de entrar a Ecuavisa como periodista, hizo sus pininos en un diario como reportera gráfica. 

Aunque ha dejado de lado la fotografía, admite que empezó a tomarse fotos, que fueron de gran ayuda, porque la hacían sentir viva. Miraba las imágenes y se veía reflejada con mucho dolor, todo le afectaba más de lo normal. Desahogarse con sus seguidoras de Instagram también fue clave, ya que el contar su historia la fue liberando.

Paúl Henríquez es la oportunidad que me di en el amor, sentí la necesidad de tener un amigo, un compañero que me diera fuerzas, con quien compartir muchas cosas y que secara mis lágrimas”, relata Merlyn, quien ha empezado a cambiar el dolor por la alegría.