Mette-Marit su salud empeora en medio del escándalo que rodea a su hijo

En medio del escándalo que señala a su hijo Marius Borg (27), la salud de la princesa Mette-Marit de Noruega (51) va de mal en peor. El viernes, la casa real del país nórdico emitió un comunicado en el que informa que la esposa del príncipe Haakon ha debido retomar el tratamiento de su fibrosis pulmonar crónica, que le fue diagnosticada en 2018.

Como ya ha ocurrido antes en estos casos, su agenda podría verse afectada debido a los efectos secundarios de los medicamentos.

Pese al torbellino que rodea a su hijo por las acusaciones de violencia de género por parte de sus exnovias, la princesa se ha mostrado muy tranquila en los varios eventos que ha cumplido con motivo del Día Mundial de la Salud Mental. Pero, como dicen, no se sabe lo que está pasando por su mente.

“Durante varios años he tenido problemas de salud de forma regular y ahora sabemos más sobre lo que implica. Esta condición significa que mi capacidad de trabajo variará. El príncipe heredero y yo hemos decidido hacer esto público ahora en parte porque en el futuro habrá necesidad de planificar períodos de tiempo sin un programa oficial para acomodar el tratamiento y cuando la enfermedad esté más activa”, explicó Mette-Marit cuando supo de su enfermedad.

¿Qué pasa con Marius Borg?

Mientras Mette-Marit recibe tratamiento para la fibrosis pulmonar (enfermedad crónica producida por la inflamación, endurecimiento y cicatriazación del tejido pulmonar, y que deteriora lenta pero progresivamente la función respiratoria), su hijo Marius Borg sigue levantando polvo.

El primogénito de la princesa, fruto de una relación previa a su matrimonio con el príncipe Hakoon, fue detenido en agosto pasado por agredir, física y psicológicamente a Nora Haukland, su novia en ese momento. El escándalo lo llevó a dar públicamente su versión de los hechos y pedir las correspondientes disculpas, tras aceptar que había "consumido alcohol y cocaína después de una discusión".

Pero eso no fue todo. Semanas después, Juliane Snekkestad, otra exnovia, le ha acusado también de maltrato, a lo que se suman dos detenciones extra por saltarse la orden de alejamiento solicitada por una de sus ex y llamadas con amenazas por parte del joven. 

Como si fuera poco, ha salido a la luz un hecho sorprendente: la detención de un asesino a sueldo que habría seguido a la exnovia del hijo de Mette-Marit, lo que empeora todavía más la complicada situación para la Casa Real de Noruega, que ve afectada su imagen.

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