¿Quién fue Silvia Pinal, más allá de "acompáñenme a ver esta triste historia"?
En redes es la "señora de los memes" que se usan para dar malas noticias. En la televisión mexicana, es una de sus glorias
Silvia Pinal, reconocida como la última gran diva de la Época de Oro del cine mexicano, falleció este jueves 28 de noviembre a los 93 años, tras una semana hospitalizada debido a complicaciones médicas.
Nacida en Guaymas, Sonora, en 1931, Pinal dejó una huella imborrable en la cultura y el espectáculo de México, con una carrera que abarcó más de seis décadas y que trascendió las fronteras del cine, el teatro, la televisión y la política.
Una trayectoria dorada en el cine mexicano
Su ascenso en la pantalla grande la llevó a compartir escenas con figuras icónicas como Mario Moreno “Cantinflas” en Puerta joven (1949), Germán Valdés “Tin Tan” en El rey del barrio (1950), y Pedro Infante en El inocente (1956). Sin embargo, su proyección internacional llegó al convertirse en la musa del director español Luis Buñuel, protagonizando clásicos como Viridiana (1961), El ángel exterminador (1962) y Simón del desierto (1964).
Fue un ícono televisivo y cultural, pero también fue un meme
En la televisión, Silvia Pinal se convirtió en un rostro cercano para millones de mexicanos con la serie Mujer, casos de la vida real (1986-2007), un programa que abordaba problemáticas sociales a través de historias basadas en hechos reales.
La frase "Acompáñenme a ver esta triste historia", atribuida al programa, se convirtió en parte del humor colectivo no solo mexicano, inmortalizando a Pinal como un símbolo de la cultura digital.
Silvia se enteró qué era un meme y que ella era uno de los más populares, cuando tenía 87 años. En una entrevista en Univision, Pinal reaccionó con sorpresa y humor al enterarse preguntando inicialmente: "¿Qué es un meme?". Tras explicarle que se trataba de imágenes humorísticas basadas en su programa 'Mujer, casos de la vida real', con la frase "Acompáñenme a ver esta triste historia", comentó con entusiasmo: "¡Qué bueno!". Destacó que el programa fue vanguardista y celebró que, incluso después de tantos años, siguiera conectando con el público de manera significativa.
Una vida familiar complicada
Su vida personal no fue sencilla, estuvo casada con el actor cubano Rafael Banquells (1947-1952), con el empresario Gustavo Alatriste (1961-1967), con el cantante mexicano-venezolano Enrique Guzmán (1967-1976) y con el político Tulio Hernández Gómez (1982-1995).
De esos matrimonios nacieron la actriz Silvia Pasquel, la cantante Alejandra Guzmán y su hermano Luis Enrique, y Viridiana Alatriste, quien falleció en un accidente automovilístico a corta edad.
En abril pasado, la modelo Frida Sofía, hija de Alejandra, acusó públicamente a su abuelo Enrique Guzmán de abusar sexualmente de ella cuando tenía tan solo cinco años y de también golpear a Pinal.
Tras ser acusada por Guzmán de tener problemas psiquiátricos, Pinal salió en defensa de su nieta con una carta.
"No soy indiferente a lo que sucede dentro de mi seno familiar. Frida, tu abuela te ama intensamente. Nos necesitamos ambas", escribió la actriz.
La violencia de Guzmán queda retratada en la bioserie ‘Silvia Pinal, frente a ti’ (2018), basada en su libro autobiográfico ‘Esta soy yo: Silvia Pinal’, en donde el cantante de rock es interpretado con el nombre de Felipe Román.
Una incursión en la política
Además de su carrera artística, Silvia Pinal destacó como servidora pública. Fue diputada, senadora y presidenta de asociaciones culturales y gremiales, dejando un legado de compromiso con el desarrollo artístico y social de México. Su trabajo en el estado de Tlaxcala, donde impulsó la restauración de teatros y proyectos culturales, marcó un precedente para la participación de artistas en la política.
La muerte de Silvia Pinal marca el fin de una era en el cine y la cultura mexicana. Su legado, que incluye una filmografía emblemática, su influencia en la televisión y su lucha por causas sociales, la consagra como una figura irrepetible. Hoy, México despide no solo a una actriz, sino a un símbolo de su historia.
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