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Mía Rubín
Mía Rubín tiene 19 años.Cortesía

Mía Rubín, la embajadora del bolero trap

la cantante mexicana se enrumba con su propio género. 'Nunca más' es el nombre de su primer EP

El bolero es un género cargado de romance, de letras profundas y que invita a bailar pegadito. En el otro extremo está el trap, un subgénero del rap, que tiene un beat muy marcado y profundo, y letras sin filtros. La crudeza y la temática social son su gran característica. ¿Pero qué ocurre si esto se une? Nace un nuevo género, el bolero trap. De este es el que se abandera la mexicana Mía (Rubín Legarreta). Sus apellidos seguramente le suenan, porque es hija del músico y ex-Timbiriche Érik Rubín y de la presentadora mexicana Andrea Legarreta.

Hoy hace su propio camino y se pone rebelde, porque no quiere seguir tendencias, hace que la música se adapte a su voz. Su primer EP se llama Nunca más, una sentencia sobre seguir su camino y el cual está completo de 5 tracks inéditos y un cover. Este es La barca, junto a una de sus amigas del medio, Lucero Mijares.

Desde su hogar en México se pacta esta conversación, que es el primer acercamiento de la novel intérprete con Ecuador. Su carrera como solista recién inicia, pero lleva desde los 10 años participando como actriz y cantante.

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Nunca más es su primer álbum. ¿Cómo se siente esa niña que quería ser cantante y que ahora cumple su sueño?

Es un sueño realizado. Mi mini Mía está muy orgullosa de lograrlo aun antes de lo esperado. Recuerdo que decía que a los 25 tendría mi disco, pero empecé a los 19 años. Sin embargo, han sido años de trabajo. Son seis canciones. Mi papá es mi mánager y José Alfaro es mi productor.

¿Qué siente de las canciones que quedaron en este proyecto?

Son temas que resonaron conmigo como nunca antes me había pasado. Por eso estoy tan feliz.

Las fotos y la estética de este disco demuestran que hay un claro concepto. ¿Cómo lo concibió?

Surge luego de sacar el sencillo Diablo. La publiqué en enero de este año. Pero la canción nace en un taller de composición, un par de años atrás. Se creó como un bolero, nos decidimos por apropiarnos de esto, pero mi productor fue el de la idea del trap. Así empezamos a armar este EP y presentamos nuestro sonido.

¿De qué habla Diablo?

Este tema se inspira en un libro llamado Satán, la autobiografía. Que habla de nuestro ego y cómo podemos ser nuestro propio diablo. Es una canción muy personal y muestra mi otro lado del ego, que no habla de ser la mejor sino que, como soy imperfecta, lo busco. Es con lo que he batallado toda mi vida. La canción es muy hablar de cosas tan mías y que ahora sean de la gente.

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Habla de perfección. ¿El disco quedó tan bien como lo imaginaba?

La perfección no se da tanto con los temas, porque estoy satisfecha con el trabajo. Es más en mí, con mis movimientos, cómo me presento en el escenario, cómo canto en vivo. Estaba tan concentrada en dar las notas, que olvidaba que también tenía que interpretar la canción, interactuar con el público. Al principio era lo que más me costaba. Cantar es algo muy personal, puedo hacerlo con los ojos cerrados y hacerlo para mí. Eso ya me da felicidad. Ahora tengo que compartir mis canciones con el público y debo saberlo disfrutar. Hace poco le abrí el show a Natalia Jiménez en la Arena Ciudad de México y, por primera vez, canté mis letras en vivo.

¿Conectar es lo importante?

La técnica es algo que he perfeccionado desde hace muchos años. Es importante. Estoy enfocada en conectar.

Qué pesaba más al hacer este disco, ¿el ángel o el diablo de su mente?

Creo que influyen mucho ambos. Ese diablito siempre está ahí diciéndote que como lo que hago es bolero, quizá a la gente no le guste. Y que fue el caso. Mucha gente me dijo: ‘Haz cosas de tu edad’. Pero yo contestaba: ‘¿Los géneros tienen edad?’. Fue algo que me sorprendió. Había personas que me decían que cantara pop, lo hacía. Pero luego que preferían más lo otro. Influye lo que la gente dice, pero depende de cómo lo toma tu ángel y tu diablo.

¿Cree que usa su lado rebelde para mostrarse más auténtica que nunca?

¡Claro! ¿Para qué voy a hacer música que no resuena conmigo? Y se sentiría. Más adelante tendré una etapa más pop, pero tendrá mi esencia. Me emociona más, a larga, que en mis shows exista la dualidad de mi bolero trap, que es elegante, artístico. Con mucha sinfonía. Y también pop, que es algo que resuena conmigo y va a poder capturar a otro público. Eso será lo interesante.

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 Rimas Music es una compañía disquera que se creó en 2014. Desde entonces, ha apoyado la carrera de varios artistas de reguetón hasta convertirles en estrellas internacionales. Basta con resumir que tiene a Bad Bunny entre sus filas, para saber su alcance. Pero ahora se está abriendo a nuevas propuestas, y

Mía es la primera mexicana en firmar con ellos. “Lo que fue más bonito es que Rimas me firmó basados en este proyecto, que ya estaba listo. Por el momento, no he producido nada con ellos. Hasta ahora lo he hecho en el estudio de mi casa. Cuando salí con mi papá de las oficinas, lo hicimos con lagrimitas en los ojos. Sabíamos que alguien resonaría con nuestra música”, explica.

Mía cree que el arte es lo que debe prevalecer. “El género urbano debe existir, hay gustos para todos. Fue muy lindo saber que ahora también estoy ahí con ellos, siendo la tercera mujer que firman”.

Las amistades también se suman a su disco, como Lucero Mijares, con quien también compartió créditos en el programa concurso Juego de voces.

“Me encanta su voz. Tenía que hacerlo con mi comadre, con la que tengo una conexión instantánea. Grabamos La barca, que salió muy natural. Quisiera hacer más temas con ella”, cuenta sobre el cover de esta famosa canción popularizada por los Tres Caballeros.

La cantante, quien está enamorada del torero Tarik Othon, fue viral hace poco tiempo por el regalo que le hizo su pretendiente. Un caballo pardo llamado Aquiles es ahora la adoración de Mía. “Lo veo mínimo dos veces a la semana, y tiene caballerangos que siempre lo cuidan. Soy una madre ocupada, pero lo voy a ver. Le llevo manzanas, zanahorias. Le decía a mi novio, que es demasiado lindo tener una conexión tan especial con un animal”.

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