Miguel Cedeño: "Soy un sobrado que cae bien"
El presentador de 'De boca en boca' confiesa ser intenso, vanidoso y las dos mujeres de su vida son su madre y su hermana.
Las dos mujeres más importantes en la vida del presentador Miguel Cedeño, del programa 'De boca en boca', de TC, son su hermana, María Belén, quien fue reina de Guayaquil, y su madre, Dora Carreño. La Cerecita, como le dicen, se define como vanidoso, intenso y casi toda la ropa que viste la compra en Estados Unidos.
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Leer másEn mayo cumplirá un año más de vida (34). Es parte del nuevo canal de YouTube TC Televisión 10 en el cual presenta el segmento 'Rumbo al Miss Universo'. Se emite los viernes.
34 primaveras…
El 8 de mayo estaré de mantel largo. Caerá sábado, otro onomástico encerrado. El año pasado fue igual. Compartiré con mi madre y mi hermana.
No solo a las mujeres les preocupa la edad…
Solo sé que a los 40 me colocaré bótox (suelta una carcajada). Tengo amigos que desde los 30 se ponen. Les digo que no se hagan esclavos de esos tratamientos. A los 50, tal vez, como mi mamá, me operaré. Ella se retocó la zona de los ojos.
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Leer másYa me borré el tatuaje. Todavía queda una leve ingenuidad, soy confiado y sigo siendo divertido.
Muchos dicen que usted es antipático…
Siempre lo han dicho, pero tienen que conocerme. El productor Marlon Acosta me dice: ‘Cuando te da el cuarto de hora, te pones estúpido y no hay quién te cambie’. Mi mamá es mi cable a tierra y me llama la atención. Marlon es como mi padrastro. Soy un sobrado que cae bien.
Nunca habla de su padre...
Yo tenía 13 años cuando mi papá (Miguel Ángel Cedeño) se fue de la casa. Ellos no se han divorciado, pero creo que cuando han pasado muchos años sin convivir, la relación queda disuelta. No existía comprensión, no vi nada sangriento ni violento, tampoco cachos, pero discutían mucho. Los más cercanos me llaman Júnior porque soy el primer nieto, hijo y sobrino.
Mis nombres completos son Miguel Ángel. Cuando él se marchó, sentí tranquilidad, porque las discusiones se acabaron. Mi hermano Andrés tenía 11 años y María Belén, 3.
¿Existe alguna relación entre ustedes?
No existe ningún tipo de relación entre nosotros, cero. La última vez que lo vi fue en 2012, cuando falleció mi abuelita materna (Dora). No siento resentimientos, pero no existe esa parte afectiva, no se supo ganar mi cariño.
Él era militar. Con Andrés era más cercano. María Belén es la que más contacto tiene con él. Mi hermana es enloquecida por su padre a pesar de que se marchó cuando solo tenía 3 años.
¿Le hizo falta una imagen paterna?
No creo, porque mi abuelo (Eliecer) y mi tío (Efraín) cumplieron ese rol, incluso cuando mi papá todavía estaba con nosotros. Él por su trabajo pasaba viajando, siempre fue un padre ausente para mí. Mi mamá es madre y padre.
El año pasado, cuando su hermano fue salpicado por su amistad con gente involucrada en casos de corrupción, muchos recién se enteraron de su existencia, porque para usted solo existe María Belén.
Andrés se independizó a los 18 años y siempre ha vivido en mi anterior casa. Siempre ha sido muy mujeriego. Mi madre no aceptaba aquello. Si mi papá era militar por profesión, mi mamá lo es por convicción. A María Belén la controla mucho. Andrés es muy libertino en ese sentido. Mi hermano y yo somos muy diferentes, polos opuestos. María Belén es mi consentida, mi reina, mi chiquita.
¿Se ve con su hermano?
En reuniones familiares, Navidad o en su cumpleaños.
¿Es la oveja negra de la familia?
No lo es, para nosotros no lo es. Se habló sin saber y me metieron a mí. Mi familia y yo supuestamente vivíamos en una mansión, no es así. Mi casa es una casa normal y la compramos con el sacrificio y trabajo de mi madre y el mío. Conocí la maldad. Lo peor es que la gente lo cree.
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Leer más¿De qué manera los afectó?
Somos una familia sana y trabajadora, sabíamos que era una mentira. Mi madre se ha sacado el aire trabajando, yo también. Mi familia y yo sabemos de lo que estamos hechos.
¿En su caso el sobrepeso ha sido un dolor de cabeza?
Perdí como 25 o 30 libras, pero las estoy recuperando (risas). Me asusté cuando bajé demasiado. Llegué a pesar 193 libras, ahora estoy en 210. No he pensado en la manga o el balón gástrico. Bajé con una dieta, el problema es que cuesta mantenerse.
¿Es el engreído de su jefe?
(Risas) Es mi amigo, pero el productor Marlon Acosta no se casa con nadie. A los 16 años me dio la oportunidad de llevarle un obsequio a Marián. Aunque no lo crea soy a quien más exige, si me equivoco me lo hace notar, no me perdona ni una, precisamente por esa amistad que mantenemos.
Se cree el dueño del negocio de la farándula...
Todos somos los dueños del negocio porque nos hemos mantenido, gracias al apoyo del público, a pesar de las actuales circunstancias. Con esta pandemia creo que hacemos magia porque no hay eventos, no hay entretenimiento, a veces los famosos no quieren hablar. El primero de junio cumpliremos seis años.
En el programa acaban de elegir un nuevo reportero, a través de un reality. ¿De qué carecen los comunicadores actuales?
Les falta pasión, muchas veces solo quieren cumplir con las tres o dos notas que les corresponde, existe comodidad en los chicos. Aquello lo ha generado la Internet, porque de ahí quieren sacar todo, sin investigar.
¿Es un ‘enfermo’ del teléfono celular?
Lo soy, pero no me quedo con lo primero que dicen en las redes sociales. En eso no caigo.
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El Cuy es loco, se lo he dicho varias veces. Es volátil y variante en sus decisiones. Ahora quiere volver a la farándula, a veces está en la época que quiere hacer noticias o en la de comerciante. Se marchó en buenos términos.
Reportero, presentador y ahora es modelo de zapatos...
(Risas) El ecuatoriano Carlos Molina se puso en contacto conmigo. Tiene una tienda en Nueva York, sus diseños siempre han sido para mujeres, ahora está creando para hombres. En junio visitará el país y en agosto viajaré a la Gran Manzana. Haremos más fotos para las redes sociales.
Su amigo El Cuy dice que usted es vanidoso…
Siempre he sido vanidoso e intenso conmigo mismo porque estoy pendiente de la ropa y de quién me peina o maquilla.
¿Es decir que gasta mucho en ropa?
Aunque suene antipático, yo compro ropa solo en Estados Unidos. Allá es más conveniente porque en Ecuador se repaga, los precios son excesivos. Prefiero viajar a Miami y adquirir lo que necesito. Pero los trajes que visto en el programa son del típico sastre ecuatoriano, del que lleva la cinta métrica en el cuello y que tiene un taller en el centro de la ciudad. El canal se encarga del vestuario.
A usted lo han señalado como uno de los reyes del canje…
No soy el rey del canje, creo que el presentador Marcelo Ponce lo es. Él me gana. Algunos restaurantes me buscan, tampoco me regalo por un plato de comida. Además varios panas me llaman para que los apoye con sus emprendimientos. Conozco gente a la que no quieren ni ver porque lo han hecho su modo de vida, hacen canje por todo.
En las redes sociales, Marián Sabaté promociona juguetes sexuales y su hijo ‘se expondrá’ en Onlyfans, una plataforma con contenido sexual. ¿Qué opina?
A Marián se le perdona todo, ella qué no ha hecho y qué no ha dicho. Es muy querida y la gente se lo deja pasar. Marián es Marián y está en libertad de promocionar lo que quiera. Mientras que su hijo siempre será Alejandrito, lo recordamos como al chiquillo gordito.