Ocio

Miguel Mateos
El artista bonaerense cumplió setenta años en enero último, en medio de giras y nuevos proyectos.Miguel Mateos

Miguel Mateos: “A estas alturas, ya no le debo nada a nadie”

Se presenta el viernes 13 de septiembre en Quito y el sábado 14 en Samborondón, junto a La Mosca Tsé-Tsé y Enanitos Verdes

En 1987 reventó en Ecuador el boom de lo que los medios llamaron de forma genérica rock latino, que agrupaba un sinnúmero de bandas españolas y de la región que tocaban este género en castellano. Aunque no suene romántico decirlo, el impulso inicial formó parte de una estrategia del sello BMG/Ariola, que decidió apostar por este movimiento dado su buen olfato para los negocios. Con ese espaldarazo, la calidad y autenticidad de los músicos hizo el resto.

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Eso no significa que antes no existiera rock en español. En prácticamente todos los países iberoamericanos, en unos más que en otros, desde los 60 (o antes) hubo bandas y artistas representativos, algunos con multitudinarias audiencias súper leales. La cuestión es que eran conocidos y respetados en sus respectivos territorios, pero no tenían aún una repercusión masiva fuera de sus fronteras patrias.

Fue el caso de Miguel Mateos & Zas, cuyo álbum en concierto Rockas vivas (1985) había obtenido disco de platino en Argentina. Logro que, a pesar de su grandiosidad, se quedaría corto cuando un año más tarde con Solos en América, cobijados ya por el sello Ariola, conectarían con el público hispanohablante de todo el mundo, con hits que se han convertido en clásicos transgeneracionales.

El artista argentino se presenta hoy en Quito y mañana sábado 14 de septiembre en Samborondón en el Guayaquil Country Club, en la segunda edición de Rock Latam, junto a sus compatriotas La Mosca Tsé-Tsé y Enanitos Verdes. En charla con este medio, Miguel Mateos nos deja muy en claro que no solo vive de la nostalgia y que todavía mantiene su curiosidad y pasión por hacer música arriesgada.

Viví en mi infancia el boom del rock latino. Recuerdo cómo en la radio y la TV sonaban todo el día bandas geniales de España, Chile, México, Argentina, Perú. Incluso surgieron grupos locales.

Los 80 fueron un vértigo muy grande. Hay muchos artistas de distintos géneros que se siguen alimentando de esa gran fuente que fueron los 80. En mi caso particular, formé parte de toda una movida continental que se llamó Rock en tu idioma, que fue una fuerza estremecedora que sigue hoy todavía reverberando. Llegué a Uruguay, a Chile, es decir primero a los países limítrofes de Argentina, luego a Perú, Ecuador, Colombia, y de ahí a México, que de alguna manera es una especie de faro, por su gran influencia en buena parte de América Latina, sobre todo en el norte de Sudamérica.

¿Se imaginaba una aceptación tan grande en aquel entonces?

Teníamos como una sensibilidad, una certeza, de que lo que estábamos haciendo realmente iba a quedar en el inconsciente colectivo de la gente, sabíamos en cierta forma que estamos dentro de una movida histórica. Y prueba de ello, en mi caso, es de alguna manera mi vigencia, esta idea de seguir sacando cosas nuevas y saliendo de gira.

Su disco Solos en América (1986) marca de alguna manera ese despegue internacional. Se trata de un álbum lleno de hits en el que cualquier canción podría haber funcionado como single.

Talvez sea mi Sargent Pepper (disco de The Beatles de 1967), aunque las comparaciones son odiosas.

(En ese momento del diálogo por Zoom, el entrevistador muestra en pantalla su ejemplar en vinilo de Solos en América, en el que Miguel Mateos aparece en la portada)

Mirá al flaco ese... ¡quién lo habría dicho! Yo tuve la suerte de iniciar de alguna manera toda esta movida con ese disco, que ha sido icónico. Cuando hoy me pongo a tocar esas canciones, me sigo preguntando cuál es el misterio, por qué una canción escrita hace 30 o 40 años puede seguir teniendo esa vigencia. Pero bueno, tiene que ver con los momentos que atraviesa cada artista, cada compositor, cada grupo. Nosotros estuvimos en el lugar preciso, en el momento preciso, a la hora indicada. Hicimos varios discos muy fuertes a nivel de Latinoamérica: Solos en América, Atado a un sentimiento, que también fue un gran suceso, y Obsesión, otro tremendo disco.

Esos álbumes contienen canciones que son fijas en su repertorio en vivo.

Justo hoy leí algo de (Paul) McCartney que viene de gira también a Sudamérica. Él decía que tenía un montón de discos en solitario, pero la gente le pide Yesterday y canciones de su época en The Beatles. Si toca algún tema de un álbum nuevo, la gente le pide los temas clásicos. “Tocá los temas que tenés que tocar, McCartney”, le dicen, que al fin y al cabo son los temas que forman parte de la historia de la gente. Y lo hace él, que es un gran showman.

Pero no todo es nostalgia. Por ejemplo en su último álbum, Undotrecua (2019), propone cosas muy interesantes, como el uso de guitarras acústicas y eléctricas, instrumentos de viento, percusiones tribales.

Te agradezco que lo pongas de manifiesto. Sí, siempre he sido un ‘culo inquieto’, como decimos en Buenos Aires. Y gracias a Dios todavía tengo la vocación y el hambre de seguir haciendo y probando cosas. Undotrecua tiene elementos muy interesantes y seguramente uno que otro tema de ese disco formará parte del repertorio de la gira. Porque una cosa es lo que está en el inconsciente colectivo, en el corazón y en la cabeza de la gente, pero otra cosa es la pasión y el pensamiento de los artistas. A pesar de todo, seguimos tratando de inventar. A estas alturas, ya no le debo nada a nadie.

Undotrecua, disco de Miguel Mateos
Fotografía que aparece en la caratula del álbum 'Undotrecua' de Miguel Mateos, del año 2019Miguel Mateos

El rock latino incluía no solo rock, sino también new wave, post punk, punk. Usted tiene una formación musical súper amplia también, más allá del rock. ¿Cuáles fueron sus referentes cuando inició con Zas?

Mis referencias musicales son muy amplias. Yo tengo una formación de los 70 que tiene que ver más con las bandas del rock sinfónico, Genesis, Yes o Emerson, Lake and Palmer. Y en la parte más rockera, Queen, Led Zeppelin. Y en Argentina mi gran mentor ha sido (Luis Alberto) Spinetta.

Estuvo en abril y mayo de este año en España, Alemania e Inglaterra. ¿Cómo le fue allá?

Fue toda una de epopeya, mi primera vez en Europa. Obviamente hay un gran éxodo y eso hace que haya muchos latinoamericanos allá. Tocamos en España en una sala en Madrid con 2.000 latinos. Argentinos, chilenos, ecuatorianos, colombianos, mexicanos, bolivianos, peruanos, que se daban la mano. Fue una maravillosa experiencia.

En este viaje a Ecuador lo acompaña el mismo equipo de músicos. ¿Nos podría dar detalles al respecto?

La banda está formada por mi hermano Alejandro, que me acompaña desde hace más de 40 años, somos los únicos sobrevivientes de grupo Zas, que fue el comienzo de todo; en guitarra están Ariel Pozzo y mi hijo Juan, tengo el gusto de que él sea también parte del tour; también Leo Bernstein en los teclados, Charly Giardina en el bajo y yo haciéndome el payaso por aquí y por allá.

Prepara una ópera rock para 2025

“Ahora que están todos estos pibes (artistas nuevos) haciendo un tema por semana de un tono (musical), yo pongo una arquesta sinfónica, coro y cinco cantantes para hacer una ópera rock”, nos cuenta Miguel sobre el proyecto que prevé estrenar en 2025: Los tres reinos.

“Habla sobre la conquista de América, habla sobre nosotros. Es una especie de historia distópica de la conquista de América. Lo más importante es que el corolario es una América unida. El monarca de América del Sur, llamado Amauta, junta sus huestes con la monarca de América del Norte, que se llama Maya, para disuadir al reino invasor, que en este caso son las huestes españolas. Los artistas seguimos tratando de inventar cosas nuevas. Es como seguir mirando el abismo, como digo muchas veces, y lanzarse”.

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